Redacción El País
Los futbolistas brasileños se retiraron en su mayoría cabizbajo de las inmediaciones del Allegiant Stadium tras quedar eliminados de la Copa América frente a la selección uruguaya, con Sergio Rochet como protagonista clave en los penales que terminaron 4-2 en favor de la Celeste.

El primero que pateó para la Canarinha fue Eder Militao, jugador del Real Madrid, que segundos antes vio cómo su compañero Federico Valverde la mandó a guardar en el primer remate de la serie. Decidido, según contó, se perfiló y abrió el pie, pero Rochet le terminó ganando el duelo con una formidable atajada.

Así lo vivió el zaguero brasileño, que se expresó con pocas palabras y reconoció lo siguiente: "Fui convencido. Ahí tiré y fue mérito del arquero".

Consultado por la intensidad que se vivió en la cancha, señaló que fue como "una guerra". "Fue un partido bueno, de mucha pelea, de disputa y creo que eso es el fútbol. Lo intentamos, pero nos fue imposible. (...) Intentamos hacer de todo; intentamos salir, construir, hacer tiros, pero fue un partido muy difícil para los dos lados".

Posteriormente, quien también se refirió a la derrota brasileña fue Alisson Becker, que, al ser consultado por su compañero de Liverpool Darwin Núñez, se deshizo en halagos para el delantero celeste.

"Darwin es un gran jugador, ha marcado bastante con la selección. (...) Tuvo chances, que no aprovechó muy bien, pero es un jugador de mucha calidad, que da mucho trabajo a los sistemas defensivos", expresó el arquero, que en la serie de penales le tapó la ejecución a José María Giménez, capitán del equipo uruguayo.