Redacción El País
La suspensión del partido ante Piriápolis FC por Copa AUF Uruguay retrasó un poco más de lo pensado el debut de las tres últimas altas de Peñarol. Dos de ellas viajaron a Río de Janeiro, pero el trámite del partido no les permitió ingresar.

Les tocó esperar, pero cuando tuvieron su oportunidad la aprovecharon y estamos hablando de Damián Suárez, Alan Medina y Rodrigo Pérez quienes hicieron su estreno con la camiseta del Mirasol y los tres como titular en el encuentro ante Cerro que fue goleada 5-0.

En posiciones distintas y con diferentes obligaciones, cada uno hizo su partido, pero mostraron rendimientos que pueden dejar tranquilo a Diego Aguirre teniendo en cuenta la búsqueda del recambio a la que apunta el entrenador.

De todas maneras, es un hecho que de los tres el que más se destacó fue Alan Medina quien la rompió en su primer partido con Peñarol. El extremo mostró mucho de lo que se le conocía de su pasaje por Liverpool y sin ir más lejos tres de los cinco goles fueron asistencias suyas.

Es que los tres goles del complemento nacieron de sus pies primero habilitando a Facundo Batista y luego haciéndolo por duplicado a Matheus Babi que también pudo poner su doblete con pocos minutos en cancha.

Si bien empezó por la izquierda, se movió por todo el frente de ataque e incluso muchas veces por el centro generó lo más peligroso frente a un rival que sufrió mucho jugar con 10 hombres, lo que también le dio más espacios.

A eso hay que sumarle que una muy buena pelota para Damián Suárez, que se iba derecho al gol, terminó en dicha expulsión del paraguayo Claudio Araújo.

Si bien no estaba confirmado, la chance de que fuera desde el arranque estaba sobre la mesa. Ocurrió y el Zorro aportó toda su experiencia y jerarquía por el lateral derecho.

Comenzó con buenas incursiones en el ataque y una de ellas, como ya fue mencionado, terminó en la expulsión de Claudio Araújo cuando ya se internaba en el área y quedaba mano a mano con Mathías Cubero para definir.

En el complemento buscó varias veces a Facundo Batista y Felipe Avenatti con pelotas largas, pero bien direccionadas, que de hecho llegaron a destino. Antes de retirarse a los 64' fue amonestado.

No todos los partidos Peñarol encuentra la tranquilidad de ir ganando al minuto, de duplicar la ventaja rápidamente y quedarse con uno más antes del cierre de la primera parte.

Todo eso llevó a que el mediocampista central tal vez no tenga el trabajo que podría tener en otros encuentros. Buscó hacerse con la pelota y eso por momentos lo llevó a apurarse, por ejemplo en una jugada de la primera parte donde barrió abajo y a pesar de tocar el balón, también golpeó al rival.

En el trato con el esférico se lo vio preciso y cuando tuvo la oportunidad hasta se animó a rematar desde lejos, más allá de que no fue el mejor disparo porque se le fue alto.