El hincha que limpiaba baños en el estadio de Inter Miami, le pidió una foto a Messi y perdió su trabajo

La curiosa historia de un simpatizante que consiguió trabajo en Estados Unidos, pero inmediatamente lo perdió luego de acercarse al futbolista argentino.

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Cristian, el hincha despedido tras pedirle una foto a Messi.
Cristian, el hincha despedido luego de pedirle una foto a Messi.
Foto: La Nación / GDA.

La Nación / GDA
La experiencia de vivir un partido en el estadio de Inter Miami, por la presencia de Lionel Messi, empieza a sumar capítulos cada semana. Y eso genera una sucesión de nuevas imágenes para el protagonista central de esta historia, pero también para los miles que se acercan, en muchos casos por primera vez en sus vidas. ¿Y cómo funciona la maquinaria de semejante espectáculo cada vez que se pone en marcha?

El cordón humano en el ingreso al estadio ya es casi rutinario. Cerca de 200 personas, unas dos horas antes del comienzo del partido, se quedan esperando el ingreso del crack argentino o alguna celebridad. “¡Move, move (muévanse, muévanse)!”, gritaba un corpulento hombre que despejaba a cada rato la calle. Cada vez que un ómnibus con vidrios oscuros llegaba hasta el portón donde se bajan los jugadores, comenzaba al unísono el canto de “Meeeessi, Meeeessi”.

Cristian Salamanca, un joven colombiano que vive en Miami desde hace un año y medio, merodeaba la zona por donde el bus ingresa al estadio. Es empleado en una empresa que se encarga de la limpieza en diferentes eventos deportivos y conciertos. Ayer era la primera vez que le tocaba trabajar en el Inter. Pero también la última.

“Me tocó limpiar los baños del sector donde estacionan los buses. Estaba ahí afuera, afortunadamente, cuando llegó el ómnibus y bajaron todos los jugadores. El último fue Messi. Bastó con gritarle ‘¡ey, campeón del mundo!', que se volteó a mirar. Me levanté la camisa del uniforme y tenía abajo la remera de la selección argentina y un marcador. Él me regaló su autógrafo. Enseguida vino la seguridad, me sacaron y me echaron de mi trabajo, pero valió la pena cada segundo”, contó con una sonrisa a La Nación el ahora desempleado que pidió un celular para hablar con su esposa, quien estaba trabajando adentro del estadio, para que le recupere sus pertenencias.

Todo trabajador, sea tercerizado o del propio club, es alertado al iniciar su empleo que debe mantener un comportamiento profesional y no puede molestar al 10 con fotos o autógrafos.

Hinchas de Inter Miami en la antesala del debut del argentino por la Leagues Cup.
Hinchas de Inter Miami en la antesala del debut del argentino por la Leagues Cup.
Foto: EFE.

El furor por el crack argentino no cesa. Los tres últimos partidos del Inter Miami han sido un show de magia y goles, una racha inédita en un equipo acostumbrado a perder. El guardaespaldas de Leo es un corpulento hombre de origen francés. Calvo y vestido de negro, se muestra inmutable a los goles o las atajadas milagrosas: su misión es acompañar con pasos calmos a la súper estrella desde fuera de la cancha en la dirección en la que el ídolo corre mientras juega. Como si fuera el DT, es el único que se trasladó por el perímetro de la cancha durante todo el partido, sin movimientos exagerados pero sin perder de vista su objetivo. Cuando sonó el último silbatazo, fue directo a su hombre y caminó unos cinco metros por detrás suyo. Le dio tiempo para los saludos con compañeros y contrarios, hasta que lo tomó de cerca y lo escoltó a la salida tras algún pedido de foto que se coló en el camino del campo al vestuario.

Solo un manojo de invitados vips tienen reservados los palcos centrales: el cuerpo técnico del equipo, los hermanos Más (Jorge y José) -los dueños del club-, David Beckham y la familia Messi. Cualquier otro mortal que tomó un palco para 14 personas anoche tuvo que pagar una cifra cercana a los US$ 30.000, lo que va variando en cada partido. Los familiares de los jugadores se sentaron en las primeras filas de la tribuna junto con los espectadores. Entre ellos estaba Maxi Rodriguez, que tuvo la paciencia de sacarse fotos con la gente fuera y dentro del estadio.

Lionel Messi y David Beckham
Lionel Messi y David Beckham.
Foto: @DavidBeckham

Con alrededor del 95% de las butacas llenas, las entradas que quedaron sin vender bajaron de US$150 las más económicas al comenzar el día a US$ 80 minutos antes del partido. Esto hizo que desapareciera la reventa de tickets fuera del estadio. En los primeros partidos había gente ofreciendo en el estacionamiento tickets más caros que en la propia página oficial del club, algo que ayer no sucedió.

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