EUROPA
El "Faraón" marcó un tanto que lo destacó en un selecto grupo de jugadores, pero no alcanzó para que Inter de Milán se consagre en la competencia.
Un imán para la UEFA Europa League. Eso parece tener Sevilla, que con planteles distintos, cambios de técnico y varios años de diferencia se despachó con seis títulos en las seis ocasiones que alcanzó la final de la competencia. En la pasada jornada lo volvió a hacer, ante el Inter de Godín, y así cosechó la sexta consagración en los últimos 15 años (2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020), lo cual lo colocan como un abonado a esta competencia, la segunda más importante a nivel de clubes europeos.
Y eso que el Sevilla debió enfrentarse a distintas adversidades como el poderío ofensivo del Inter de Milán, comenzar abajo en el marcador o el gol histórico de Godín.
El uruguayo anotó el parcial 2-2 del 2-3 final antes de que termine la primera parte. Ese cabezazo a la red lo puso en un selecto grupo. El “Faraón”, con su anotación, se convirtió en el sexto jugador en marcar tanto en finales de Champions League como de Europa League, pero a su favor tiene que es el único que lo consiguió siendo defensa.
La lista que tiene a los delanteros Hernán Crespo, Allan Simonsen y Pedro y a los volantes Steven Gerrard y Dmitri Alenichev, agregó así a un jugador más con el gol conseguido por el zaguero celeste.
De todas maneras, ni eso fue suficiente para que el Inter pudiera vencer al Sevilla y quedarse con el título. Ni eso, ni el gol de Lukaku que podría haber sido un mazazo a los cinco minutos del partido disputado en Colonia, Alemania.
Tras ganar en velocidad, el belga fue derribado dentro del área lo que le dio la posibilidad al propio delantero de adelantar a su equipo. Definición con clase y 1-0 para los de Milán.
Sevilla, al igual que ante Manchester United, debía remarla de atrás, pero rápidamente empezó a equilibrar las acciones a su favor y consiguió el empate luego de que Luuk de Jong le ganara a Diego Godín -en el único fallo del defensa en el partido- y pusiera de cabeza el 1-1.
Pero la faena del holandés no culminó allí, porque más tarde en el primer tiempo volvió a ganar de cabeza, esta vez a Gagliardini, para establecer el 2-1 que desataba la alegría de los suplentes y de los allegados del Sevilla.
Fue allí que Inter debía conseguir el empate como sea y lo terminó consiguiendo con gran cabezazo de Diego Godín (su segundo gol en Inter) para vencer a Bono y mandar el partido al descanso con un 2-2 en el marcador.
Con un primer tiempo tan goleado, era de esperarse que el complemento fuera mucho más cerrado y aunque ambos contaron con chances, las posibilidades disminuyeron considerablemente hasta una jugada que Lukaku no se podrá quitar de la cabeza.
Una chilena de Diego Carlos en el área del Inter, que se iba contra el palo, fue desviada por el delantero belga, quien en un intento por despejar no hizo más que vencer a su arquero y así establecer el 2-3 en contra de su equipo.
Con pocos minutos en el reloj, Inter buscó un nuevo empate, pero le fue imposible y finalmente fue el equipo andaluz el que se volvió a quedar con el título.
Ni el poderío ofensivo del Inter, ni el gol de Godín, ni la lesión de Ocampos; nada pudo evitar que el Sevilla siga siendo el rey de la Europa League.