Campeón del mundo y de Europa, mejor y más caro jugador del mundo, "galáctico" en el Real Madrid y mejor jugador galo de la historia junto a Michel Platini, Zinedine Zidane hará hoy su último acto de magia con una pelota en los pies, ya que la final ante Italia marcará el fin de una carrera de 17 años como profesional por parte del magistral futbolista nacido en Marsella hace 34 años.
"El secreto de `Zizou` es que decidió retirarse y ahora no carga más al mundo sobre sus hombros, sino que es el mundo que corre detrás suyo", reflexionó en las últimas horas Platini al ser consultado sobre el adiós del capitán que condujo a Francia a la obtención de su primera Copa del Mundo en casa hace ocho años, al mandar a la red dos cabezazos en la final frente a Brasil para un triunfo final de 3-0.
Y es tal cual, el mundo entero -con la lógica excepción de los italianos y sus descendientes- quieren que Zidane se despida levantando el máximo trofeo. Porque hasta aquellos que en sus "pencas" de trabajo o amigos dieron a Italia campeón, hoy no se quedarán tristes si se pierden el pozo.
Zidane es el responsable del "beau jeu" (juego bonito) de Francia. "Es el mejor jugador del mundo de los últimos veinte años", afirmó sin dudarlo Marcelo Lippi, el técnico que lo llevó a la Juventus y quien precisamente hoy tratará de ganarle como seleccionador de Italia.
Y no es el único que lo elogia de los rivales. "El problema de jugar contra Zidane es que es un poco como jugar al `Bunto` (versión italiana de la Mosqueta). ¡Ves la pelota y no la ves más. Ves la pelota y no la ves más!", dijo Gennaro Gattuso, quien con su comparación no hizo más que ratificar el pensamiento de aquellos que lo consideran un mago.
Luego de una temporada nefasta con Real Madrid, en la que incluso durante algunos partidos ocupó el banco de suplentes, muchos lo dieron por acabado y entendieron su decisión de ponerle punto final a su carrera. La misma sensación quedó en los primeros partidos del Mundial, pero a partir de octavos de final volvió a ser el Zidane de siempre, el genial y ahora, cuando se sabe que el de hoy será su último partido, no caben más que lamentos porque no habrá otra oportunidad de verlo jugar.
"El es campeón del mundo. Tiene su foto gigante en Marsella (todo el muro exterior de un edificio), y es una verdadera estrella, que aporta siempre algo a su equipo y hace soñar a los franceses", lo definió Raymond Domenech, seleccionador de Francia.
El sueño de los galos lo comparte la mayoría del mundo: ver a Zidane irse por la puerta gigante.