Muchos coinciden en que el mejor nivel de Franco González se vio en aquella ya lejana Copa del Mundo sub20 en Argentina, cuando fue uno de los baluartes del Uruguay campeón: un mediapunta picante, bueno en el uno contra uno, que generalmente decidía bien en el último tercio de la cancha y aportaba vértigo a cada ataque celeste.

No obstante, también es cierto que desde entonces el mejor nivel del Cepillo llegó con Diego Aguirre en el rectángulo de cal, quien desde que volvió a Peñarol apuesta por el potencial del joven delantero. Y el día de su cumpleaños número 20 respondió a la confianza del entrenador con un golazo para abrir camino a la primera victoria del Carbonero en este Torneo Intermedio 2024, sobre Progreso en el Estadio Centenario.

“Yo trato de darle mucho apoyo, cariño, le exijo y él está respondiendo muy bien. Es un chiquilín que con 19 años creo que va a ayudar mucho al equipo porque tiene muchas condiciones”, había dicho la Fiera en febrero entrevistado por Ovación.

Foto: Leonardo Mainé.

Durante el primer semestre de 2024 tuvo minutos de a puñados, generalmente ingresando desde el banco. A mitad del Torneo Apertura sufrió un desgarro que lo marginó durante algunas semanas, pero se recuperó y enseguida volvió a entrar en los planes del DT.

Con el del sábado pasado lleva dos goles: uno a su exequipo, Danubio, y esa volea que calzó desde el punto penal para comenzar a ganarle al Gaucho del Pantanoso.

Pero más allá de sus números, es una alternativa de ataque en la que Aguirre confía que puede destrabar partidos, al menor plazo posible. Porque aparte de la pegada de Leo Fernández, el olfato goleador de Maxi Silvera y Leoardo Sequeira, y el poderío ofensivo en general de Peñarol; la gambeta, rapidez y el talento para la finalización de jugadas del Cepillo, lo vuelven una carta que puede ser importante en épocas de definiciones.