Desde que Luis Suárez llegó a Gremio, el equipo tricolor está invicto. Ganó la Recopa Gaúcha y se encuentra líder en el Campeonato Gaúcho e invicto luego de siete triunfos y un empate en ocho partidos disputados y por eso buscará seguir por el mismo camino en la nueva competencia que tiene por delante.
Se trata de la Copa de Brasil donde el sorteo quiso que los dirigidos por Renato Gaúcho enfrenten al Campinense de la Serie D.
Este partido puede significar un nuevo debut para el Pistolero ya que nunca disputó este torneo, pero lo que sí generó la posibilidad de que juegue el salteño es que Campinense arme un negocio que intenta sacar rédito económico.
El encuentro debería disputarse en Campina Grande, estado de Paraíba, de donde es oriunda la institución, pero todo cambió hace unos días cuando una empresa se arrimó a la institución para mover el partido a Brasilia y así sacarlo de su lugar de origen, pero con la chance de conseguir una mayor venta de entradas.
La consideración de Campinense es que jugando como local vendería alrededor de 12.000 entradas, pero pasar el partido al Mané Garrincha (con capacidad para 70.000 personas) le podría permitir recibir hinchas de otros estados y además que superar esa cantidad que maneja el club.
"Por supuesto, a todos nos gustaría ver al Gremio jugando en Campina Grande. Pero también tenemos que evaluar desde el lado financiero. Recibimos muchos comentarios positivos de los fanáticos que decían que teníamos que aceptarlo, a pesar de que lamentaban el hecho de que el juego fuera en Brasilia", sostuvo Danylo Maia, presidente de la institución.
Lo cierto es que llamó la atención los precios que se pusieron para el encuentro que tienen la entrada más barata a 110 reales (cerca de 850 pesos uruguayos). Luego hay entradas a 221 reales (casi 1700 pesos uruguayos), 311 reales (casi 2400 pesos uruguayos) y a 356 reales (poco más de 2700 pesos uruguayos).