Redacción El País
Mauricio Pereyra, Antonio Galeano y Leandro Lozano tuvieron una reacción instantánea. Levantaron una de sus manos y miraron al árbitro a quien le reclamaron un posible penal a favor de Nacional en el juego ante Academia Puerto Cabello.

Tras la reacción de dichos futbolistas, también se sumó Diego Polenta, quien había rematado el tiro libre que había pegado en la mano de Jimmy Congo y así el reclamo pasó de ser de unos pocos a hacerlo en masa.

Es que si la pelota no había pasado la barrera puesta por el arquero Giancarlo Schiavone era porque había pegado en el brazo del mediocampista que juraba que no había tenido intención de hacerlo.

Como ocurre de un tiempo a esta parte, aunque la jugada siguió, el árbitro no permitió la reanudación del juego porque algo se estaba revisando. Lo cierto es que pocos habían visto lo que había ocurrido o al menos (a distancia) en la transmisión televisiva no se había observado con claridad.

Las múltiples cámaras con las que hoy cuentan los partidos en este tipo de competencias permitió que los árbitros brasileños Wagner Reway y Rodrigo Nunes, quienes trabajaron en el VAR, sí observaran la jugada y llamaran al central Braulio Machado.

Pocas reiteraciones le permitieron a Machado definir que efectivamente había mano ya que más allá de que se apreciaba el golpe en esa zona del cuerpo de Congo, había que esperar si el norteño interpretaba que debía sancionar infracción.

Lo hizo y eso no solo permitió que Nacional duplique la ventaja en el marcador jugando como visitante, sino que también le dio la oportunidad a Christian Ebere de anotar su primer gol con la camiseta tricolor.

Remate a colocar y al ángulo izquierdo del arquero que poco pudo hacer para evitar el disparo del nigeriano que empieza así a mostrar una de las facetas que más lo destacó en Plaza Colonia antes de su arribo al equipo de Álvaro Recoba.