Redacción El País
Peñarol tiene un juego clave este miércoles: ante The Strongest en el Estadio Campeón del Siglo, desde la hora 19:00, (ESPN y Disney+) por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. El Mirasol también piensa en el partido de vuelta en el que tiene una gran preocupación y son los 3.640 metros de altura a nivel del mar en La Paz. Es por esto que elaboró un plan para afrontar esa situación por medio de la acupuntura.

El deportólogo y acupunturista Fernando Montero es uno de los grandes hacedores de este plan junto al jefe de la sanidad del club aurinegro, Daniel Zarrillo. Monti —así se lo conoce— es una eminencia de la acupuntura en Uruguay y comentó en dialogo con el programa #Minuto1 en Carve Deportiva de qué se trata.

"Cuando a una persona le falta oxigeno, lo lógico sería que le pongas oxigeno y que vuelva. Eso pasa con los animales, aunque hay un factor del miedo que cuando empieza vos le podés poner oxigeno a esa persona y no sé recupera", aseguró Montero.

"Lo primero es trabajar el foco y la ansiedad para mantenerlos muy confiados", detalló. "En vez de ir con la cabeza de que nos metan goles, estamos tratando de que vayan con cabeza ganadora, como quiere Diego" (Aguirre), sostuvo.

Foto: Leonardo Mainé.

El partido de vuelta será el miércoles 21 de agosto en el Estadio Olímpico Hernando Siles, a partir de la hora 19:00, (ESPN y Disney+). Montero confirmó que recién viajará el martes 20 de agosto para hacer "una preparación" y luego vuelve con la delegación.

Montero relató que el "90% de las lesiones de los deportistas está en la cabeza". "Eso lo hablé con Diego Aguirre cuando me ofreció trabajar en la sanidad; empezamos y hubo una gran baja de las lesiones", comentó.

A la hora de definir la acupuntura, Montero enfatizó que tiene la función de "regular el estado anímico: miedo, angustia, obsesión, pérdida del control y con eso las lesiones las podés llegar a bajar a la mitad".

En este tiempo que lleva trabajando en el club, un par de jugadores le "tuvieron terror a las agujas". Pues Montero les contestaba: "Estás todo tatuado, mirá los que es la aguja, no es nada".

Además, añadió: "Cuanto más miedo le tenía a las agujas, el jugador va a sanar y genera mucha adrenalina, y si la acepta se transforma en endorfina".