Redacción El País
Peñarolfesteja un nuevo título en el Campeonato Uruguayo profesional con la euforia de siempre. Cada conquista, sin embargo, tuvo un sabor especial, por lo emotiva, lo brillante, lo angustiosa o lo valiosa. Este es el repaso de 12 campeonatos que resultaron muy especiales.
¿Y dónde se puede ubicar la conquista de 2024? Sin dudas, es la más redonda del Siglo XXI, porque por primera vez se ganó el Torneo Apertura y el Torneo Clausura, además de la Tabla Anual con récord de puntos (93).
En varios torneos cortos el aurinegro hizo excelentes campañas, pero no se extendieron a todo el campeonato. El Peñarol 2024, en cambio, fue una máquina de sumar puntos de principio a fin, con el mérito de estar haciendo simultáneamente una gran Libertadores.
El más holgado: 1964. Peñarol le sacó 12 puntos al segundo (Rampla) y 13 a Nacional, tercero, en un torneo de 10 clubes, cuando el triunfo daba dos puntos. En su campaña, el aurinegro ganó 16 partidos y empató los otros dos, con 42 goles a favor y 11 en contra.
El más curioso: 1951. El certamen terminó en enero del año siguiente. Peñarol cerró su campaña goleando a Wanderers 4-0 el 13 de enero. A Nacional le quedaba un encuentro más, ante Central una semana más tarde (entonces no se estipulaba que los equipos que llegaban con chance a la última fecha jugaran simultáneamente). Si los tricolores ganaban, alcanzaban a los aurinegros en la tabla y forzaban una final. Pero perdieron ante los Palermitanos... Y Peñarol fue campeón sin dar la vuelta.
El más de película: 2012-2013. Como en un guión de Hollywood, el protagonista regresa a su viejo club pero se rompe una pierna en el primer partido, regresa con esfuerzo y en la final del mismo campeonato marca tres goles para ser campeón. El “actor” fue Antonio Pacheco.
El más gravitante: 1959. Fue una definición polémica, pues como los dos grandes empataron en puntaje tras la última fecha hubo que jugar una final. Peñarol consiguió postergar ese desempate hasta el 20 de marzo del año siguiente, con el propósito de superar el bajón que tuvo en los últimos partidos del campeonato. Y fue autorizado por la AUF a alinear a dos futbolistas recién incorporados, Alberto Spencer y Carlos Linazza. El partido decisivo resultó muy áspero, con cuatro expulsados de cada lado como consecuencia de una trifulca generalizada. El aurinegro ganó 2-0, con goles de Luis Cubilla y Linazza, de penal, y fue campeón. Ya se había creado la Copa Libertadores, entonces más conocida como Copa de Campeones, que estaba esperando al representante uruguayo. Peñarol se clasificó, ganó ese primer torneo continental e inició así su gran ciclo internacional.
El más brillante: 1949. Un equipo memorable, base del seleccionado uruguayo en Maracaná 1950, con una delantera imparable: Alcides Ghiggia, Juan Eduardo Hohberg, Óscar Míguez, Juan Alberto Schiaffino y Ernesto Vidal. Ganó 16 partidos y empató los otros dos. Con grandes exhibiciones futbolísticas, marcó 62 goles, un promedio de casi tres y medio por encuentro. Fue una verdadera máquina Carbonera.
El más dramático: 1944. Peñarol necesitaba evitar el sexenio de Nacional. Los dos empataron en puntos al final del torneo. Jugaron una final el 10 de diciembre y empataron sin goles. Hubo una segunda definición una semana más tarde. Nacional ganaba 2-0 pero el aurinegro lo empató con goles de Luis Prais y Obdulio Varela de penal. Y después, un cabezazo del “Patrullero” Ernesto Vidal le dio el triunfo y el título.
El más increíble: 1986. Los clubes grandes habían decidido no presentarse al Campeonato Uruguayo si no se atendían algunos de sus planteos. En la primera fecha Nacional tuvo libre y Peñarol perdió por w.o. ante Huracán Buceo. En la semana posterior la situación se solucionó, pero había que resolver ese inicio “desparejo”. Entonces se acordó que si al final del torneo los tricolores superaban a los aurinegros por un punto o dos se disputaría una final. El asunto pareció pasar al olvido porque Nacional sacó con el correr de los partidos varias unidades de ventaja. Sin embargo, esa diferencia fue disminuyendo a medida que se acercaba la última fecha, hasta quedar en un solo punto. Hubo nuevas discusiones, pero la final tuvo lugar el día de Reyes de 1987. Empataron sin goles en los 90 minutos y el alargue, fueron a penales y Peñarol ganó un campeonato insólito con el equipo joven que ese mismo año conquistaría la Copa Libertadores.
El más demorado: 1993 y 2010. En ambos casos, su hinchada tuvo que esperar siete años para festejar. En 1993, el último Uruguayo lo había obtenido en 1986. Se cambió casi todo el plantel y con Gregorio Pérez como DT y Pablo Bengoechea como estandarte en la cancha alcanzó el título… y de paso inició el segundo Quinquenio. En el segundo caso, la espera desde 2003 se cortó en el torneo 2009-2010, luego que Diego Aguirre regresara para el Clausura. Con 14 triunfos y un empate se quedó con ese torneo corto y la Tabla Anual. Sin embargo, Nacional se impuso 2-0 en la semifinal. Disputaron dos partidos más: el aurinegro ganó el primero con gol de Antonio Pacheco y empató 1-1 el segundo, con tanto de Matías Aguirregaray, para festejar el título.
El más angustioso: 2021. Plaza Colonia había obtenido el Torneo Apertura, por lo que Peñarol y Nacional necesitaban ganar el Clausura o la Tabla Anual para estar en la definición. El aurinegro hizo una mejor campaña en el Clausura, pero le costó rematarla, con varios empates en las fechas finales. Y llegó a la última con la obligación de vencer a Sud América, que a su vez buscaba evitar el descenso, en el Campeón del Siglo. El partido se iba con un 1-1, hasta que en los descuentos Jesús Trindade logró el segundo gol con un tiro que se desvió en un defensa. Y casi enseguida, también hizo el tercero, con un zapatazo casi desde la mitad de la cancha. Peñarol obtuvo la Tabla Anual por un punto sobre Nacional y el Clausura por dos sobre el mismo rival. Días después venció por penales a Plaza Colonia en la semifinal y logró el título.
El más emotivo: 1997. Peñarol se había propuesto conquistar su segundo Quinquenio, pero una derrota ante Defensor Sporting complicó las cosas. Tuvo que ganar todos los partidos que le quedaban para llevarse la Tabla Anual, la última carta que le quedaba. Esa racha incluyó un triunfo en la hora sobre Cerro y una remontada clásica, de 1-3 a 4-3. También hubo un polémico triunfo de Nacional sobre Defensor que lo benefició. En la semifinal volvió a enfrentar a Nacional. Otra vez comenzó perdiendo por dos goles y otra vez lo dio vuelta: 3-2. Los goles de Juan Carlos De Lima resultaron fundamentales en esas victorias épicas. Las finales ante Defensor tuvieron menos sobresaltos: ganó 1-0 y 3-0.
El más contundente: 1978. De la mano de Fernando Morena, Peñarol marcó 70 goles en 22 partidos. El propio Nando contribuyó con 36, su récord histórico. A Huracán Buceo le hizo siete. Además, logró el título invicto: fue la última vez que un club logró eso en un certamen a dos ruedas.