Enviado a Medellín, Colombia
Promediaba el segundo tiempo y los hinchas de Atlético Nacional cantaban una canción de Trotsky Vengarán, así como en la previa cantaron con fuerza un tema de Buitres. El rock uruguayo llegó para quedarse en Colombia, y en particular en Medellín.
También llegó el rock en la cancha para Atlético Nacional, porque los colombianos por momentos se divirtieron en la cancha como lo hace cualquier rockero en un pogo en el Velódromo o en lo que era La Trastienda. Fue 3-0 para el Verdolaga contra Nacional en el debut de ambos en el Grupo F de la Copa Conmebol Libertadores.
El técnico interino Martín Ligüera puso línea de cinco defensores, con el joven Paolo Calione en la retaguardia, más tres volantes con Christian Oliva de tapón, con Luciano Boggio y Jeremía Recoba a los costados.
Nacional bancó bien la primera media hora, sin mayores zozobras y con las dos líneas finales en pocos metros. Eso sí, Atlético Nacional comenzó a buscar romper el cero con remates a distancia. En algunas ocasiones llegaron a cerrar los mediocampistas, pero en otras los remates complicaron. Salvó Luis Mejía en una ocasión, en otra la pelota de Edwin Cardona pegó en el horizontal y después hubo un tiro que se fue apenas afuera.
Hasta que en la última pelota del primer período Marino Hinestroza —un jovencito de 22 años que llegó a la selección de Colombia en la pasada doble fecha de Eliminatorias— encaró de derecha al medio, dejó por el camino a Gabriel Báez y remató rastrero, sin demasiada fuerza pero bien esquinado. El panameño no logró sacarla y ahí se rompió el juego para Nacional, que nunca más se pudo poner a tiro a pesar de que la diferencia era de solamente un gol.
Al tricolor le había costado mantener la pelota, por momentos abusó del tiro en largo de los defensas a Diego Herazo y Eduardo Vargas, y Recoba fue el que le dio más oxígeno al equipo con sus corridas con balón controlado, aunque nunca llegó a definir contra el arco de David Ospina.

Nacional se desinfló
No solo por el gol, ya el final del primer tiempo había sido complejo para Nacional, porque los locales se le vinieron arriba, y el Bolso defendía con un bloque bajo, sin grandes resultados, porque dependía mucho de la mala definición de los colombianos, que tuvieron a un Cardona encendido y a un Hinestroza haciendo destrozos por el sector derecho del ataque.
En la primera del complemento falló la defensa de Nacional y casi el local anota el segundo, pero no tuvo que esperar mucho porque otro desborde de Hinestroza dejó solo a Viveros por el medio del área, jugada que finalizó con el segundo gol de Atlético Nacional en el Estadio Atanasio Girardot.
El partido se abrió, y claramente era algo que no favorecía a Nacional, porque con espacios se hizo complicado defender las arremetidas del equipo local, más todavía considerando el cansancio que mostraban varios de los jugadores tricolores. No extrañó que llegara el tercer gol de Atlético Nacional con otro centro de Hinestroza y definición de Morelos.

Derrota esperable
Nacional no llegó de la mejor forma a este encuentro, con un técnico interino, sin preparación sobre el rival —que sí ya lo había hecho el cuerpo técnico de Martín Lasarte—, con los idas y vueltas sobre el nuevo entrenador, con la incertidumbre en relación a la situación del capitán Diego Polenta después de la roja del domingo contra Juventud y con la polémica del Diente López, por sus bajos rendimientos y sus actitudes (anoche no entró y Ligüera hizo los cinco cambios). Lógicamente que en una competencia de la envergadura de la Libertadores, todos esos factores pasan factura y hasta influyen en la concentración del equipo, que estuvo acompañado por una delegación de tres dirigentes en la que no estuvo el presidente Ricardo Vairo.
Fue 3-0 la goleada de Atlético Nacional, y hasta pudo ser peor. El tricolor estira el mal momento que desencadenó la salida de Lasarte y volvió a perder en Medellín, como ya había pasado contra Independiente en la Libertadores de 2023.
Nacional necesita tener certezas, necesita tener un entrenador que otorgue lineamientos claros, porque empezó muy mal en la Copa y porque se le puede ir definitivamente el Apertura si continúa cosechando malos resultados. Por ello le urge confirmar al nuevo técnico, porque el equipo debe tener las ideas claras y un objetivo en común para perseguir. El desenlace en Medellín era esperable. No hubo rock para Nacional.
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