Es cierto que si uno repasa el último partido oficial del 2024 y el primero del 2025 son siete los jugadores que repiten, lo cual marca que hubo recambio en Nacional, pero no masivo. Aunque también hay algo para destacar y es que Jeremía Recoba es uno de los que repite y está claro que no es casualidad.
Para el atacante el 2024 fue un año con ciertos altibajos tras comenzar con su padre en el banco de suplentes, pasar por la salida del Chino y luego el arribo de Martín Lasarte. Experiente y con un toque especial para los juveniles, el nuevo técnico tricolor le dio confianza y él fue de menos a más, pero terminó el año pasado de muy buena manera.
Cuatro goles en los últimos ocho partidos lo transformaron en uno de los puntos altos del final de la temporada y una de las mejores compañías para el Diente López cuando las cosas no salían en materia ofensiva.
Lo cierto es que no solo fue el final del 2024, el inicio del 2025 demostró que sigue en un gran momento, que es un jugador maduro y con el que el cuerpo técnico puede contar de forma recurrente.
“Fuentes tricolores comentaron que Recoba está muy bien, y la idea de Martín Lasarte es trabajarlo para que inicialmente forme parte del equipo titular. Aunque por momentos de los partidos tiene la tendencia de volcarse al medio, es una opción de trascendencia por el sector izquierdo”, anunció Ovación el 4 de enero cuando todavía faltaban casi 10 días para el primer amistoso.
El mismo llegó y fue titular. El siguiente con Olimpia también y lo propio en el clásico ante Peñarol por la Serie Río de la Plata. Jeremía Recoba se ganó su lugar y lo está aprovechando al máximo.
De todas maneras, sin duda alguna la frutilla del postre en este gran momento fue el gol -y sobre todo el rendimiento-en el partido por la Supercopa Uruguaya donde lo volvió a enfrentar a los aurinegros.
El gol fue clave porque le dio una ventaja de dos goles a los tricolores en el cierre de la primera parte, pero por izquierda fue muy peligroso. No le hizo sencilla la tarea a Damián Suárez y de hecho a él le gana dentro del área para poner el cabezazo que termina rebotando en la mano de Rodrigo Pérez y que se transformó en el penal del 1-0 que Nicolás López cambió por gol.
“El gol lo buscó, no fue casualidad y me dejó contento. Es un pibe que injustamente tuvo muchos golpes desde afuera cuando es un jugador con recorrido en el club desde juveniles. Vivió un momento duro porque no es fácil que te haga debutar tu padre y me duele que no se valore por lo que me alegra mucho su presente. Tiene eso válido en ataque y en defensa y le va a hacer muy bien a Nacional”, sostuvo Lasarte.
En medio de los rumores que anunciaban el arribo de punteros y extremos -que de todas maneras se dieron con el arribo de Lucas Villalba- el entrenador entendió que tenía dentro del plantel lo que precisaba en ese rol y por eso la confianza a Recoba que la retribuyó con un otro gran rendimiento.
Sus números indican que en 48 partidos en la Primera División de Nacional suma 10 goles, pero con el detalle de que la mitad de esos tantos los marcó en los últimos nueve partidos oficiales en los que vistió la camiseta tricolor y es un detalle más que marca el gran presente del atacante de 21 años.
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