Entre Nacional y Danubio, Bruno Fornaroli ya enfrentó nueve veces a Peñarol. Repasá cómo le fue al delantero.

Apareció en el verano de 2007 con 19 años. Daniel Carreño, por entonces técnico de Nacional, ponía varios juveniles para enfrentar a Peñarol en un encuentro amistoso. Entre esos jugadores, destacaban tres: los delanteros Martín Cauteruccio, Luis Oyarbide y Bruno Fornaroli. Pese a no tener minutos en Primera, a fuerza de goles, sus nombres venían tomando fuerza desde formativas. 

Peñarol puso toda la carne en el asador y terminó sufriendo ante un joven equipo albo. El partido se fue sin goles y el aurinegro se llevó la victoria en los penales, pero aquel partido sirvió como la carta de presentación del popular "Tuna" con la hinchada de Nacional. Cuando tan solo iban unos minutos de partido, paró la pelota sobre la línea de la Tribuna Olímpica y antes de que el mítico Paolo Montero venga a marcarlo, lo miró y colocó su rodilla encima de ella. El "oleee" bajó de la Tribuna Colombes y el delantero empezaba a ponerse a los hinchas en el bolsillo.

El lujito ante Montero:

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Ese mismo año, ya en el Torneo Clausura, tuvo algunos minutos aunque entró en un partido que estaba liquidado a favor de Peñarol (3-0) que se encaminaba a definir el certamen con Danubio.

Ya en 2008, llegaron los festejos. El verano de ese año terminó de afirmar al "9" en la titularidad. Dos clásicos en una semana con dos victorias y tres goles del "Tuna". Primero, goleada ante un alternativo Peñarol (3-0), en el recordado "clásico de las achuras" (como lo definió Juan Pedro Damiani buscando minimizar la derrota por haber jugado con juveniles). Allí, Fornaroli marcó el tercero con un "globito" por encima del arquero.

Primer gol clásico:

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Días después, llegó el "clásico del asado". Peñarol, ahora sí con los titulares, ganaba 1-0 y con un jugador más, pero Nacional lo dio vuelta con dos conquistas del salteño. A esa altura, el "Tuna" era de los preferidos por los hinchas y ya comenzaba a hablarse de una posible transferencia del exterior.

Gritó por duplicado:

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El jugador duró apenas un semestre más en Uruguay donde pudo jugar los clásicos del Clausura (fue expulsado) y de la Liguilla de ese año con derrotas 2-4 y 0-2 respectivamente. De todos modos, Fornaroli pudo anotar un gol y llevó a cuatro sus gritos su historial ante el mirasol.

Gol, pero con derrota y expulsión:

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El delantero fue transferido a la Sampdoria de Italia y luego de un pasaje por el Recreativo de Huelva y San Lorenzo de Almagro, regresó en 2011 para ponerse la casaca tricolor. Jugó el Clausura de ese año, participó del clásico que su equipo terminó ganando 1-0 y se consagró campeón uruguayo en aquel equipo que dirigía Juan Ramón Carrasco.

Volvió a Sampdoria, pasó por Panathinaikos y en 2014 regresó al país, aunque llamativamente para jugar en Danubio. Disputó el Clausura de ese año, enfrentó a Peñarol en Jardines (derrota 0-2), pero se terminó consagrando campeón uruguayo por segunda vez en su carrera.

Este año, luego de un semestre en Figueirense, regresó a la "Franja". El sábado, enfrentará por décima vez en Primera División a Peñarol. Hasta ahora, acumula tres victorias, dos empates, cuatro derrotas y cuatro goles. El "Tuna" jugará su décimo clásico

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