El uruguayo que hizo vida en la isla del fútbol: juega con estrellas y es socio de un campeón de Champions

"La isla me ha dado todo pero no cambiaría mi infancia y adolescencia en Uruguay por nada”, manifestó Pablo Rodríguez Vilches que lleva 18 años en España y encontró en Ibiza su lugar en el mundo.

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Pablo Rodríguez Vilches junto a los uruguayos Agustín Carella y Esteban Mascareña en el último ascenso de Sant Jordi.
Pablo Rodríguez Vilches junto a los uruguayos Agustín Carella y Esteban Mascareña en el último ascenso de Sant Jordi.
Foto: Gentileza

Fue por una temporada a España pero lleva 18 años, tiene la llave de un club de fútbol y, de una manera algo fortuita, se hizo amigo y socio de una estrella del fútbol de Inglaterra. Luego de cada verano en Punta del Este, el invierno se le hacía un poco largo a Pablo Rodríguez Vilches que había vivido sus primeros doce años en La Comercial pero luego se mudó con su familia a Maldonado hasta sus 24. Y cada año, una idea le quitaba el sueño.

“Siempre tuve un poquito de interés de tener negocios, pero sabemos que en Uruguay es un pelín difícil. Tuve una adolescencia excelente, la más divertida del mundo, y no la cambiaría por nada. Pero cuando ya ibas teniendo una edad, siempre después de los 18, ibas diciendo, el próximo invierno me voy a hacer temporada a Europa, a Estados Unidos, a hacer temporada por ahí. Hasta que un año un amigo se vino de hacer temporada a España, nos contó toda su experiencia y nos envalentonamos entre mi banda de amigos y el 80% nos fuimos todos”, contó Pablo mientras paseaba a su perro por Ibiza en una charla que iba a durar un cuarto de hora pero terminó dando la vuelta completa al reloj.

“Lo mío fue llegar aquí y darme cuenta de que tenía que trabajar y apretar de verdad porque no podía llamar a mis padres de que me mandaran dinero para vivir o para comer porque no era factible, me iban a decir venite mañana para aquí y se terminó la aventura europea”, recordó Pablo que se fue a las costas de Barcelona mientras el resto de sus amigos se fueron a Ibiza.

“Con 24 años y ganando un dinerito ya me permitía vivir solo, darme algún que otro gusto y trabajando en una discoteca, que era lo que había. Para esa edad estaba muy bien, pero tuve dos dedos de frente o la visión de que para irme de mi casa y estar a 10.000 kilómetros, no quería eso solo. No le veía mucho futuro. Trabajaba por la noche, dormía mal durante el día y mis amigos en Ibiza vivían totalmente al revés. Así que hablé con ellos y me vine a Ibiza”, contó Pablo.

El fútbol de los lunes del verano en Ibiza: Pablo Rodríguez Vilches junto a Zlatan Ibrahimovic y Jamie Carragher.
El fútbol de los lunes del verano en Ibiza: Pablo Rodríguez Vilches junto a Zlatan Ibrahimovic y Jamie Carragher.
Foto: Gentileza

La isla:

“Empecé en una empresa como ayudante de electricista, me gustó, llegué en un momento que aprendiendo ese oficio había futuro y un oficio es como ir a la universidad, digamos que una vez que tú lo aprendes lo tienes para toda la vida. Era el único que hablaba inglés y en cuestión de dos años y medio mi jefe ya me había puesto como gerente. Estuve otros tres años en esa empresa instaladora, hasta el 2012 que decidí emprender con mi propia empresa, mi filosofía, nunca imaginando a lo que hemos llegado”, dijo.

“Julvi” se dedica a instalaciones integrales y climatización, es la primera empresa de Pablo pero hoy tiene además un restaurante, una empresa que se dedica al tratamiento del agua y cinco en el rubro inmobiliario.

Socio de lujo:

Inglaterra ya había quedado eliminada del Mundial de Sudáfrica 2010 y Jamie Carragher se fue a su casa en Ibiza. En medio del partido por semifinales entre Uruguay y Países Bajos, el ex Liverpool, donde jugó toda su carrera, tuvo un inconveniente y Pablo fue al rescate. Conocía bien esa casa, había participado en su construcción y un amigo suyo se la había vendido al campeón de la Champions League.

“Veo el gol de Forlán ahí con él y vuelvo y sigo viendo el partido en casa. Comencé a ser su enlace con Ibiza y durante dos años hicimos ampliaciones en su casa. Mi mujer y la suya se hicieron buenas amigas y en el festejo de sus 10 años de casado, en su casa, le dije que su valor después de las reformas se había duplicado. El mercado había tenido un pequeño ‘boom’ y a partir de ahí nace la idea de si podíamos empezar a desarrollar proyectos. Entonces, creamos una sociedad juntos, aportamos esa vivienda, la vendemos y a partir de ese dinero comenzamos a comprar terrenos por la isla, desarrollar nuevas casas y vender. Le hemos vendido a Kevin De Bruyne la última casa el año pasado y ha sido una rueda que sigue, se vende, se recogen frutos y volvemos a invertir”, explicó Pablo que tiene una gran confianza con su socio y amigo. “Cuando él cumple 40 años los únicos invitados de España a una fiesta muy grande en Liverpool, donde conocí a Gary Neville y a Steven Gerrard, éramos mi esposa y yo”, recordó quien además comparte con ‘Carra’ una tradición de cada temporada de verano en la isla.

Socios y amigos: Jamie Carragher y Pablo Rodríguez Vilches.
Socios y amigos: Jamie Carragher y Pablo Rodríguez Vilches.
Foto: Gentileza

Un picadito:

Normalmente se asocia a Ibiza con la vida noctura pero la realidad es que la isla, que tiene 14 equipos de fútbol en la liga regional buscando colarse en las categorías de la Real Federación Española, también tiene mucho deporte y nadie se resiste a un fútbol con amigos en verano.

“Todos los lunes, yo tengo un grupo que jugamos fútbol 7 aquí, fútbol 8 en realidad, porque tenemos una edad y en el campo de 7 hacemos 8. Jamie no juega al fútbol en todo el año a excepción de los dos meses que está aquí en Ibiza que viene cada lunes conmigo a competir a muerte”, confesó Rodríguez Vilches y Carragher no es con la única estrella del fútbol mundial con el que se ha dado el gusto de jugar.

“Te puedo pasar alguna nota de los periódicos locales. El año pasado estuvimos jugando contra Zlatan Ibrahimovic, hasta Joao Felix por ejemplo, Luis García que fue compañero de Jamie. El lunes pasado estuve jugando con Roberto Martínez, el técnico de Portugal, para mí es un amigo, yo me quedo como papá protector de sus hijos cuando vienen solos en verano que yo los vi siendo unos niñitos y hoy su hijo está jugando profesionalmente en el Wigan”.

El fútbol de los lunes: Pablo junto a Joao Felix, Zlatan Ibrahimovic, sus hijos y Jamie Carragher.
El fútbol de los lunes: Pablo junto a Joao Felix, Zlatan Ibrahimovic, sus hijos y Jamie Carragher.
Foto: Gentileza

Sant Jordi:

Pablo es muy futbolero y cuenta que los únicos equipos que le sacan una lágrima son la selección uruguaya, Peñarol y uno más porque el fútbol de los lunes no es el único lugar donde desquita su pasión y lloró cada vez que le tocó ascender, desde otro rol, con su querido Sant Jordi.

Ricardo Ruétalo, un amigo uruguayo, un día lo llamó y le dijo que necesitaban un punta para que llegara a jugar a la isla a un club en el que estaba. “Yo contacto con Enzo Scorza que estaba entre ir a Italia y tal y termino trayéndolo a la isla junto a Gerardo Vonder Putten”, contó Pablo que no tuvo mucho lugar en ese club y llegó al Sant Jordi donde le dieron la llave del club a nivel deportivo y con Vonder Putten y otros uruguayos como Esteban Mascareña, Flavio Scarone y Maximiliano Castilla lograron, en plena pandemia de COVID, el primer ascenso a las categorías de la RFEF en 75 años del club y, luego de descender tras una afiliación con otro club, volvieron a las raíces para una nueva promoción en esta última temporada en la que se mantiene en el equipo Mascareña y se sumó otro charrúa al equipo: Agustín Carella.

Uruguayos: Pablo junto a Mascareña, Vonder Putten, Scarone y Castilla en el primer ascenso de Sant Jordi.
Uruguayos: Pablo junto a Mascareña, Vonder Putten, Scarone y Castilla en el primer ascenso de Sant Jordi.
Foto: Gentileza

Familia:

“Ella es de Lituania, vivía en Italia y vino de vacaciones con su madre a Ibiza. Nos conocimos de casualidad por la calle y terminamos por hacer viajes para conocernos y tal, y se despertó el amor. Cuando la conocí sabía que mi lugar en el mundo era Ibiza y ella decía que ni loca viviría en una isla pero antes del verano del 2013 ya estábamos aquí viviendo juntos y ahora cumplimos 10 años de casados en un par de semanas. La isla me ha dado todo. Mis hijos, mi esposa, satisfacciones económicas, es un paraíso. La gente aquí gasta un dineral por pasar una semana y yo tengo la suerte de vivir todo el año. Aquí con esfuerzo, con trabajo, se te dan las cosas, tienes un futuro. Mi vida ha sido un poco meteórica, pero por hacer y por trabajar, no hay ningún otro secreto”, sentenció.

Familia: Pablo junto a su esposa e hijos.
Familia: Pablo junto a su esposa e hijos.
Foto: Gentileza

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