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Por Alberto Sobrero
Emiliano Albín (34) tiene una gran meta para este 2023: recibirse de ingeniero agrónomo, ya que a mitad de año defiende la tesis. A la espera de ese momento tan importante, el futbolista arregló su llegada al Club Atlético Juanicó de OFI. En una entrevista con Ovación contó por qué se decidió por ese equipo, la “patada” que le pegó Cristiano Ronaldo, el motivo que lo llevó a convertirse en un polifuncional y la vez que fue uno más con LeBron James y Kobe Bryant.
En el 2022 Albín decidió no jugar al fútbol en ningún equipo para “meterle a la carrera universitaria” que venía arrastrando desde sus comienzos como futbolista.
“Este año me vinieron ganas de jugar y me llegaron ofertas de varios equipos, aunque la mejor propuesta fue la de Juanicó”, explicó.
Recalcó que aún no se retiró del fútbol profesional y, además, comenzó la carrera de director técnico. “A mitad de año me estaría recibiendo de ingeniero agrónomo y arranqué hace poco el curso de técnico. Cuando deje de jugar me gustaría seguir vinculado al fútbol en cualquiera de las dos carreras. Porque la del entrenador tiene que ver con la formación del jugador, mientras que en la de ingeniero agrónomo hice la tesis sobre los céspedes que se usan en los campos de juego para su mantenimiento”, expresó.
Peñarol
Antes de llegar a la tercera de Peñarol, Albín jugaba de delantero. Pero en 2009 debutó como volante por izquierda tras pedido de Julio Ribas, técnico del club en ese momento. “Con Julio siempre jugué en el mediocampo”, recordó.
En 2010 llegó Diego Aguirre al mirasol y le cambió la vida futbolística a Albín. “Me puso de lateral porque no había lateral izquierdo en el plantel. Empecé a desenvolverme en ese puesto y agarré continuidad”, sostuvo.
Tras ese momento, Albín dejó de jugar en el medio para ser lateral derecho o izquierdo. Es por ello que aprendió a jugar en esos puestos en Primera y explicó por qué tomó esa resolución.
“Una de mis principales características era que podía adaptarme a distintos roles. Aprendí a jugar de lateral en Primera División y esa capacidad dio sus frutos ya que pude jugar varios años en Peñarol”, puntualizó.
“Peñarol siempre contrata varios jugadores de calidad y mayoritariamente de mitad de cancha para adelante. Entonces, para los juveniles es muy difícil hacerse de un lugar y por eso opté por jugar en el fondo”, expresó.
En 2010 Peñarol enfrentó a Real Madrid en un amistoso por el Trofeo Santiago Bernabéu, que usa el Madrid para presentar a su plantel.
A Albín le tocó marcar a Cristiano Ronaldo. Lo más increíble de ese duelo fue la patada que le tiró el portugués al oriundo de Sauce.
“No me doy cuenta que me tiró una patada. Me enteré tras el partido por los comentarios y los videos que me llegaron”, contó.
Albín recordó con entusiasmo la final de la Copa Libertadores 2011. En esa oportunidad el mirasol cayó ante el Santos de Neymar. “Siempre me acuerdo de esa final y más cuando pasa el tiempo y se ve que es difícil llegar a esa instancia”, dijo.
Alejandro González jugó una gran final, ya que controló muy bien a Neymar. Sin embargo, el brasileño le dio un golpe que obligó al zaguero a abandonar el campo en la final de vuelta en el Estadio Pacaembú.
Además, afirmó que si en ese encuentro hubiese habido “VAR seguro lo echaban a Neymar”.
En 2012 le llegó la posibilidad de pasar a Boca Juniors a préstamo por un año. En total disputó 23 partidos con el xeneize y no anotó goles.
En 2013 Albín volvió a Peñarol y al año siguiente el club no le renovó su vínculo.
Selección
Emiliano Albín definió el 2012 como “el mejor año” de su carrera. Recién había llegado a Boca y fue convocado para integrar la selección uruguaya que participó en los Juegos Olímpicos de Londres.
Expuso que una de las razones por la que Oscar Tabárez lo citó fue porque podía desempeñarse en varios puestos. “En una lista de 23 jugadores el técnico decide por algún jugador que pueda cumplir más de un rol y eso me ayudó. Un futbolista que cumple varias funciones tiene más posibilidades que uno que solo juega en un puesto”, argumentó.
Se trataba de una selección Sub 23 y que podía tener tres futbolistas mayores, que fueron Luis Suárez, Edinson Cavani y Egidio Arévalo Ríos.
Uruguay integró el Grupo A junto a Gran Bretaña, Emiratos Árabes Unidos y Senegal. La Celeste no clasificó a la siguiente fase tras quedar en la tercera posición después de ganar un encuentro y perder los dos restantes.
Albín definió esa experiencia como algo espectacular. “Fue una de las mayores cosas que me podía pasar. Cualquier deportista quiere estar en los Juegos Olímpicos”, enfatizó.
En los Juegos Olímpicos todos los deportistas conviven en la Villa Olímpica, salvo los futbolistas porque es el único deporte que no solo juega en la ciudad donde se realiza la cita olímpica.
“Estuvimos un par de días en la Villa Olímpica y eso se debió a un pedido del maestro para que pudiéramos participar de la fiesta inaugural de los Juegos Olímpicos”, afirmó.
En el desfile estuvo muy cerca de la delegación de Estados Unidos y quedó asombrado de la “buena onda” de los jugadores de la NBA. “Estaba con Kobe Bryant y LeBron James. Además, en la Villa Olímpica ellos paraban y se sacaban fotos con todo el mundo. También me encontré con Usain Bolt y parecía uno más”, apuntó.
”Haber jugado algún partido con la selección mayor y ganar la Libertadores con Peñarol”, aseguró Emiliano Albín.
Estudiar
Albín tiene un título como futbolista y es el Uruguayo 2009/2010, pero ahora está muy cerca de cerrar otro: el de ingeniero agrónomo. Sin embargo, para conseguirlo tuvo que dedicarle mucho tiempo a la facultad.
“Fui a clases siendo futbolista de Peñarol y para mí fue normal, pero no para mis compañeros”, comentó con una carcajada. “Debuté y seguí yendo a clase. Fue algo bueno porque podía cambiar de ambiente, aunque mis compañeros querían saber más de la cancha y yo del campo”, agregó.
Albín remarcó que salir un rato del fútbol para ir a la universidad le “hizo bien” para su carrera deportiva. “El estudio potenciaba lo que yo podía dar”, añadió.
Dio su impresión de por qué no hay varios futbolistas que estudian una carrera.
“Depende de las carreras. Agronomía es muy práctica e ir a la Udelar, en muchas oportunidades, se me hizo imposible por las concentraciones y terminé perdiendo las materias. En otras carreras, donde se puede dar las materias libres, no hay ninguna traba para que un jugador estudie ya que tiene tiempo para hacerlo. Pero la realidad del fútbol uruguayo hace que muchos futbolistas tengan que trabajar y eso lleva a que sea un poco más difícil”, opinó.
Albín está a la espera de otro título importante en su vida. Sueña con que pueda darse en los tiempos estipulados para demostrar que se puede jugar al fútbol y estudiar al mismo tiempo.