Redacción El País
El Gran Parque Central empezó a recuperar progresivamente su cara futbolera tras un trabajo paliativo que se extendió entre 30 y 40 días para mejorar las condiciones de un césped que viene pidiendo a gritos una renovación. Según los encargados de supervisar las tareas, hoy la cancha está en un estado de "seis puntos", pero aseguran que en el correr de la próxima semana llegará a siete, un nivel que, sin ser óptimo, le permitirá a Nacional volver a su casa más temprano que tarde.
El regreso se dará el próximo sábado 22 de marzo, cuando el equipo reciba a Plaza Colonia tras más de un mes de inactividad en su estadio. La última vez que el Bolso pisó la cancha fue el pasado 9 de febrero, cuando recibió a Peñarol en un clásico que terminó dejando más comentarios por el pésimo estado del campo —desparejo y con poco verde— que por el resultado en sí. Desde entonces, tuvo que salir en busca de otro escenario para recibir a River Plate —y terminó optando por el Franzini— y el resto de los partidos fueron como visitante.
Las imágenes actuales a las que tuvo acceso Ovación muestran un avance claro: el césped luce más uniforme y el color empieza a asomar, aunque todavía hay detalles por afinar. Este arreglo, sin embargo, es apenas un "maquillaje", reconocieron los dirigentes.
En noviembre, el club tiene previsto meterle mano de verdad al asunto: levantarán el piso por primera vez en 20 años y arrancarán de cero con una inversión cercana a los US$ 500.000. Serán entre 90 y 120 días de obra para dejar una cancha a la altura de lo que Nacional y su gente exigen, tanto para el campeonato local como para las copas internacionales.
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