El partido entre La Luz y Peñarol (3-4) por la segunda fecha del Torneo Apertura tuvo de todo: siete goles, expulsados y una participación activa del VAR que anuló un penal, convalidó otro y encima estuvo parado cerca de seis minutos por un problema con el cable de conexión que imposibilitaba al árbitro observar una jugada.
Sin embargo, uno de los momentos más calientes se vivió sobre el final del partido. Peñarol ganaba 3-1, pero en un abrir y cerrar de ojos La Luz lo empató con dos goles de Nicolás Royón (82' y 87').
En el 3-3 parcial el festejo de los jugadores del equipo Merengue duró muy poco. ¿Por qué? Los futbolistas de ambos equipos terminaron enredados sobre el banco de suplentes más cercano a la Tribuna Colombes.
Todo comenzó en una fuerte discusión entre Matías Aguirregaray y Álvaro González. Es que el Tata, exjugador de Nacional, cruzó de banco a banco para festejar con sus compañeros y pasó por delante de los suplentes aurinegros gritando el gol.
Eso no le gustó al Vasquito que, muy enfadado, se lo recriminó. El volante de La Luz intentó explicarle que lo había gritado junto a los hinchas de su equipo y no frente a los suplentes de Peñarol. El tema es que si bien La Luz ofició como local en el Centenario y tomó el vestuario de la Ámsterdam, los hinchas quedaron invertidos en las tribunas.
Luego de que algunos compañeros los separaron, el árbitro Esteban Ostojich decidió expulsar tanto a Aguirregaray como a González que estaban en los bancos de suplentes. El Vasquito ni siquiera había ingresado. El Tata había salido a los 61'.
Después, historia conocida. Como si le faltara algo al partido para aumentar el voltaje, llegó el gol de Peñarol en el octavo minuto de descuento para asegurar el triunfo y dejar al aurinegro como único puntero.