Redacción El País
En la tarde de este domingo, Danubio recibió en su casa a Wanderers en una semana en la que su Estadio Jardines del Hipódromo María Mincheff de Lazaroff viene siendo el centro de atención por el mal que aqueja a su icónica palmera.
El partido corresponde al último que resta del pico de la quinta fecha del Torneo Apertura, que había sido suspendida por el paro decretado por Audaf tras la agresión a un árbitro luego del partido entre Racing y Peñarol en el Parque Viera.
Para los hinchas del club es un signo de identidad: una palmera en medio de una tribuna y que además le da su nombre. No obstante, el emblemático árbol que erige allí desde la década de 1980 fue atacada por el popular picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), un insecto que llegó a Uruguay en los últimos años y es considerado una plaga.
Pero en las últimas horas, y a pesar de que la comisión directiva del club había tomado la unánime decisión de hacer todo lo que estuviera al alcance para salvarla "no importa el costo", el presidente Arturo Del Campo confirmó a Ovación que "hay un tratamiento con muy poca probabilidad que se está analizando", pero que las posibilidades de rescatarla son casi nulas.
Para este partido y en virtud de todo esto, Danubio colocó una bandera que cubre el tronco de la palmera, y el DT Mario Saralegui se vistió para la ocasión: llevó una camisa blanca con pequeñas palmeras.
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"No importa el costo": Danubio quiere salvar la palmera de Jardines del Hipódromo, afectada por el picudo rojo
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