"En un clásico; por más amistoso que sea, está en juego el honor"

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Silvia Pérez

Bruno Fornaroli dijo que había jugado el partido más importante de su vida y no era para menos; con sus dos goles Nacional dio vuelta el segundo clásico del año y lo ganó. "Este fue el partido de mi vida, al menos de los que llevo jugados hasta ahora. Hacer tres goles en dos clásicos es algo impresionante, sobre todo para mí que soy hincha de Nacional", afirmó.

"Pero lo más importante es que somos un equipo. Hablamos en el entretiempo con los compañeros y con Gerardo (Pelusso) que teníamos que salir de otra manera y lo hicimos", agregó el joven goleador tricolor.

"Hicimos un mejor partido estando con diez hombres que con once. Todavía estamos en plena preparación, pero estos partidos dan fuerza para seguir trabajando, sobre todo cuando se trata de un clásico, que por más amistoso que sea, siempre está en juego el honor", afirmó el salteño.

Luego, el delantero narró cómo fue su primer gol. "No sé por qué, pero pensé que el arquero estaba adelantado y que si la tiraba por arriba podía ser gol. Pero cuando levanté la cabeza no vi la pelota porque varios hombres de Peñarol me tapaban, pero vi que Frascarelli estaba afuera. Recién después vi la pelota y me volví loco de felicidad", contó.

Más adelante, Fornaroli le dedicó el triunfo a su madre, que ayer cumplía 40 años. "Le dije a mi madre que iba a hacer un gol y se lo iba a dedicar a ella. Creo que estos dos goles son el mejor regalo que pude haberle hecho. Ella siempre está con nosotros apoyándonos y se lo merece", finalizó el futbolista que se retiró loco de la vida llevando la copa que Suat le otorgó por ser el mejor jugador de la cancha.

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