TORNEO APERTURA
El delantero lleva la cinta en el equipo auriverde por ser del club y lo demuestra en la cancha por su entrega y su rendimiento.
"Es una norma que impuso el presidente que el capitán sea del club. Lo asumo con orgullo y la llevo bastante bien”, expresó Maximiliano Silvera (23) pocas horas después del contundente triunfo de Cerrito sobre River Plate por 3-1 en el arranque del Torneo Apertura.
Y es que Silvera era un muy buen candidato. En el equipo auriverde desde Sub 16 y desde hace un año y medio viviendo a solo 10 minutos del Maracaná a donde se mudó desde su Barros Blancos natal.
Como si eso fuera poco, se dio algún gustito por portar la cinta ya que como él mismo indica “hemos tenido buenos resultados” y uno de ellos fue el que le permitió levantar en sus manos el título de campeón de Segunda División.
Pese a que el delantero fue el máximo goleador de la pasada temporada en la B y marcó uno de los goles de la victoria de los de Marcenaro ante el darsenero, Cerrito no es “Silveradependiente” porque “el liderazgo en este grupo es el equipo en sí. Todos vamos para adelante, hablamos, mantenemos en orden el grupo y es un trabajo colectivo”.
“Contento”, así se definió cuando fue consultado sobre cuáles eran las sensaciones del triunfo en el debut. “Hicimos todo lo que veníamos trabajando en la semana y que nos pidió el entrenador: la movilidad cuando tenemos la pelota, buscar los espacios, no apurarnos al ir para adelante, tener la pelota hasta que aparecieran los espacios”, expresó el atacante.
Precisamente en el entrenador se hizo hincapié durante esta semana ya que Roland Marcenaro sufrió el fallecimiento de su hermano Nelson, aunque para Silvera “fue un momento muy triste para todos y un golpe para él, pero de tarde ya estaba en el entrenamiento, con ganas y quería sacar esto adelante y que no perjudicara en lo emocional del plantel. Creo que salimos con una mentalidad de hacerlo por él y salir a respaldarlo. Que se sienta satisfecho por el trabajo y creo que así fue”.
“Partido a partido”. Con esas palabras definió Silvera el momento actual de Cerrito que luego de lo mostrado en el estreno puede ilusionar a propios y a extraños. “La idea del club, del presidente, del cuerpo técnico es mantener la categoría. Obviamente que vamos a salir a ganar los partidos y si llega una chance de estar en la copa o de lograr un campeonato, bienvenido sea. Pero el primer objetivo del club es mantener la categoría. Sin locuras”, sentenció.
En parte, el juego para Silvera también era especial por el hecho de compartir ataque con tres jugadores recién llegados al club. Damián “Bala” González y Maximiliano Pérez fueron los carrileros, mientras que en punta a su lado se encontraba el “Toto” Sergio Núñez.
“Se integraron muy bien. La idea era dejar una base del año pasado y traer jugadores nuevos y ellos se unieron bien al grupo y a la idea que tiene el entrenador que era mantener lo que se había hecho en 2020. Quedó demostrado ayer, Cerrito es el mismo del año pasado, pero con otros nombres”, agregó.
El hecho de llegar desde la Segunda División a veces puede pesar en los equipos para disputar el Uruguayo de Primera, pero Silvera considera que ellos tienen una pequeña ventaja: el Estadio Charrúa.
“Cuando llegamos nos sentimos como en casa. Estuvimos todo el año pasado ahí, el piso nos sienta bien a la idea que tiene el entrenador al momento de jugar”, confesó pese a que no dudó en admitir que el Maracaná se extraña aunque es ahí donde entrenan.
Partido a partido es la consigna de Cerrito y también de Maxi Silvera: un capitán con pertenencia.