LA FRANJA

Estabilizarse, pero competir. Cuidar al club, pero organizarse con una estructura que ayude a defender una historia. Y unidos en dirigentes, cuerpo técnico y jugadores en una idea común. Así está preparándose Danubio. Con ganas de ser la Universidad del Fútbol, pero sabiendo, como lo admitió Jorge Fossati, que ese fútbol de alto vuelo puede demorar un poco en llegar.

“Apuntamos a tener un plantel competitivo, sabiendo que tenemos dificultades del punto de vista económico porque Danubio trata de organizarse muy bien para poder cumplir. Es como una religión del club de que antes del 10 hay que cobrar el sueldo y para ello necesitás manejarte con la realidad. Eso es lo que sigue tratando de hacer Danubio y nosotros debemos acompañar con un proyecto serio. Dentro de eso, está el compromiso de hacer todo el esfuerzo que podamos para tener un plantel competitivo porque este es un año en el club, consensuado con la directiva, en el que hay que reafirmarse”, explicó Fossati.

El esfuerzo es conjunto. La dirigencia apoya hasta con iniciativas distintas, como la que hizo en la previa de aquel partido decisivo frente a Defensor Sporting. “El premio por ese partido, que fue lo mismo que por ascender, se lo dimos con un cheque a los jugadores en el vestuario y antes de jugar. Les dijimos: ‘Si pierden lo rompen, si no pierden, lo cobran mañana. No se debe haber hecho nunca eso”, contó Arturo Del Campo.

Y el “Flaco” Fossati acompaña con su determinación de quedarse en el club, “porque es Danubio, porque estamos en un momento difícil, diferente. El Danubio histórico me permitió en los años que estuve subir a 50 pibes, pero hoy eso de toda la vida no está. Si por algo se caracterizaba Danubio era por la Universidad del fútbol. Hace unos años por una pandemia especial la Universidad cerró un poquito. No digo que no hay, pero en cantidad no es lo que históricamente tenía Danubio, por eso es que tenemos que ingeniarnos para tener un equipo competitivo, darle lugar a jóvenes que ya están en el club y también pensar en arrimar jugadores de mediano plazo, eso es lo que vamos tratando de armar”.

Fossati cree que van a llegar tres o cuatro futbolistas más, porque de la base del plantel anterior al final no se pudieron retener todos los que se querían.

Para responderle a una hinchada muy exigente, a la que el “Flaco” conoce muy bien, no hay una fórmula mágica, pero sí una identidad. Un convencimiento. “Todos queremos ganar, no conozco a nadie que piense en otra cosa que no sea ganar. El tema es si estás convencido del camino. Ahora venimos de jugar once finales con Danubio y sabíamos que el margen de error era pequeño y no por eso inculcamos cosas en las que no creemos. Si vos no estás convencido no vas a convencer a nadie. Lo que tenés que tratar de inculcar es lo que vos estás realmente convencido y el camino, por más que parezca una obviedad, desde que se inventó el fútbol, se hizo con dos arcos y a uno hay que tratar de defenderlo y al otro de atacarlo. Hay tres millones de ideas, lo que yo conozco es que si lográs tener la pelota, si generás más llegadas que el rival todo ayuda para aumentar las probabilidades. Lo que buscamos es un equipo competitivo, tal vez no estemos para un fútbol de alto vuelo, porque para eso tampoco hay ningún invento, hay que tener los jugadores adecuados, ahora sí tenemos para hacer un equipo competitivo”.