PROMESA
Comenzó a pelotear en el barrio, sin saber que llegaría al primer equipo con 16 años para ayudarlos a pelear la categoría. Antes de debutar pasó momentos muy difíciles, pero nunca tiró la toalla.
Antes que defensa de Defensor Sporting, Alan Matturro es un defensa de la vida, uno de esos que le pone el pecho a las balas y que no ha bajado los brazos pese a grandes golpes.
Hoy, con solo 17 años su futuro profesional pinta para largo. Habiendo pasado por los procesos de la selección uruguaya de Sub 15 y Sub 17, luego de haber debutado hace menos de dos meses y con un muy buen desempeño, hoy se perfila como un jugador importante de cara a la próxima temporada.
Pero todo comenzó cuando este mismo niño jugaba al fútbol en el barrio y hacía goles con la misma pasión que ahora, pero en las calles de Villa Española. Llegó a Defensor por una invitación y se sumó al Comando. Y quien ahora es defensa jugaba de 10, pero Gianni Michellini vio en algo en él y lo convirtió en zaguero en la Sub 15. Alan salió campeón con las categorías Sub 14, 15 y 16. Antes de pasar al primer equipo alternaba partidos con Sub 17 y 19.
Gracias a Eduardo Acevedo subió a Primera para ser parte del plantel en la “B”. Pero al poco tiempo contrajo COVID-19 y su madre también. Ella falleció en julio. Tras el duro golpe Alan siguió su camino, pero sus fuerzas y defensas no eran las mismas y enseguida sufrió una fractura de peroné que lo dejó fuera de las canchas durante más de dos meses.
Sin embargo, no tiró la toalla y se recompuso, lo hizo por su padre y por su familia. Volvió y debutó el 10 de noviembre con Héctor Rodríguez como DT frente a Uruguay Montevideo con 17 años y 30 días, siendo uno de los zagueros de menor edad en hacerlo (si se toman en cuenta todas las posiciones solo lo superan Emiliano Gómez y Facundo Milán en la delantera). “Esperaba debutar antes, con 16, pero sufrí la lesión y no pude hacerlo hasta después de cumplir. Era mi sueño, se dio naturalmente y lo disfruté mucho”, explica.
También convivió con los choques internos que sufrió Defensor en estos últimos meses, pero se mantuvo al margen. “Las polémicas las tomé como tal, escuchando todo y al lado del grupo siempre”, dice.
Más allá de todas las caídas, Alan sigue su norte, uno que para él no falla. “Sigo por mi mamá, porque ella me sigue en todo. Voy a continuar por ella. Me apoyo mucho en la familia y mis amigos siempre”, dice.
Matturro jugó los últimos siete duelos del descenso, siendo uno de los juveniles más destacados, por no decir el mejor. Suprimer gol lo convirtió ante Cerro, pero no fue cualquier anotación, porque atravesó la línea del arco en los playoff por el tercer lugar en el ascenso. Fue el 2 a 1 y le siguió un gran festejo. De sus compañeros con él, y del jugador con su madre, señalando al cielo. “Fue una alegría imborrable para mí. Un momento único”, sostiene.
Futuro
Alan renovó contrato con la violeta en julio de este año hasta junio de 2024. Su sueño es jugar en Europa y poder disputar un Mundial con la selección mayor, pero por ahora se queda en el Tuerto. “Me quedo en Defensor y quiero dar al club muchas cosas en 2022. Ojalá sea un gran año”, concluye.