TORNEO CLAUSURA
Cuando el móvil que recibía las imágenes se encendió, colapsó su sistema energético y el partido comenzó 17 minutos tarde. El juego tuvo detenciones cortas.
El VAR debía comenzar a usarse en la fecha 13 del Torneo Clausura, pero por cuestiones logísticas finalmente se postergó para la fecha 14. El primer partido en utilizarlo fue entonces Danubio - Deportivo Maldonado, pero los problemas no demoraron en aparecer.
No había comenzado el encuentro todavía y llegó el primer inconveniente. Cuando el móvil del VAR en el que se reciben y analizan las imágenes se encendió, su sistema energético colapsó. Por lo tanto, el encuentro que debía comenzar a las 16 tuvo un retraso. Leodán González, árbitro principal, recién pudo pitar el inicio a las 16.17.
Superado el primer traspié, vinieron los que propone el propio juego. "Señores, tenemos VAR", repitió el juez principal a cada uno de los bancos de suplentes y a viva voz para que también lo escucharan los futbolistas. Y la primera polémica no se demoró tanto como el inicio del juego: cayó a los 11 minutos.
¿Penal de Núñez a Siri?
A la salida de un lateral desde la izquierda, el balón fue para Nicolás Siri y Lucas Núñez, zaguero de Deportivo Maldonado, lo estaba tomando. Cuando el danubiano fue a buscar la pelota, cayó en el área y quedó la sensación de que fue penal porque el rival lo frenó para poder anticiparse. Leodán González vio la incidencia, hizo un gesto de que el juego no se reanudara porque le estaban marcando algo desde el VAR, pero enseguida se vio que dijo que él no vio falta. En menos de cinco segundos la jugada se resolvió, pues Esteban Ostojich y Daniel Fedorczuk (quienes estaban en el móvil) ni siquiera revisaron la incidencia.
Penal para Deportivo Maldoando
El partido ahí estaba 0-0. Un minuto más tarde llegó el gol del 1-0 marcado por el "Pumita" José Luis Rodríguez y a los 27' el árbitro sancionó penal para Deportivo Maldonado por falta de Mateo Ponte desde atrás sobre Facundo Batista. Leodán estaba bien ubicado, señaló el punto blanco y el VAR, luego de una primera inspección, dio el OK. Hubo contacto y eso habilita al árbitro a sancionar falta, por lo cual el VAR solo constató que la misma existió. Se le dio la derecha al juez en cancha y Batista puso el 1-1, luego de que el arquero Salvador Ichazo y todos los jugadores que aguardaban el rebote fueron advertidos una vez más que había VAR, por lo que el guardameta debía mantener un pie al menos en la raya y los demás no podían entrar al área antes de que el ejecutante golpeara el balón.
El segundo gol de Danubio
La tercera incidencia polémica fue más intrincada y ocurrió en el minuto 40, previo al gol del 2-1 marcado por Santiago Mederos. El línea Martín Soppi marcó que en la salida de Deportivo Maldonado la pelota se había ido, cuando luego la imagen televisiva mostró que todavía parte de la circunferencia del balón estaba sobre la línea. Es decir: no fue lateral. De ese saque de banda nació el segundo tanto de la franja.
En este caso el VAR actuó bien, porque un lateral no es una jugada revisable (lo son una expulsión, la identidad de un futbolista expulsado, un penal o un gol) y porque además no fue dentro de la misma jugada del gol. Esa jugada finalizó cuando se sancionó que el balón salió y nació una nueva con el saque de banda. Por lo tanto, no puede considerarse que el gol nació de una jugada viciada de nulidad.
No hubo falta sobre Batista
A los 61 minutos desde el banco de Deportivo Maldonado pidieron penal por empujón de Ponte sobre Batista. La jugada se hizo larga y continuó y el VAR tuvo tiempo para revisar la incidencia. Se ve que hay un leve contacto del defensor de Danubio con la mano sobre la espalda del rival, pero es afuera del área. Además, tampoco alcanzaba para desequilibrarlo. Bien resuelta la jugada al no cobrarse penal.
El VAR dejó una primera buena impresión
En definitiva, de las cuatro polémicas solo la primera dejó la sensación de que se resolvió sin un cobro que debió existir, pero que en la esencia del VAR en realidad estuvo bien resuelta, porque quedó claro que —de acuerdo al fin de la herramienta— se buscaron elefantes y no hormigas.
El árbitro Leodán González siempre tuvo la derecha y sus compañeros desde el móvil lo apoyaron solo para constatar que no cometió un error garrafal. ¿No haber sancionado un penal no lo es? Sí, claro, pero se dejó a su criterio. Era un penal cobrable, pero no evidente, porque pudo haber interpretado que el delantero de Danubio se dejó caer.
Lo importante es que el juego tuvo continuidad. Nunca se detuvo más de cinco segundos y esa fue una gran virtud. La utilización del VAR por primera vez en el Torneo Clausura dejó una muy buena impresión. El desafío es que no se desvirtúe.