ENTREVISTA
Se hizo entrenador sin haber sido jugador profesional. Su equipo, además de ilusionarse con la Libertadores, fue el único uruguayo capaz de vencer este año a Nacional en dos torneos.
Baby fútbol, formativas y después Primera. Francisco Palladino hizo varias escalas antes de llegar a ser el hombre que es hoy: el encargado de elegir quién juega (y quién no) en el equipo principal de Deportivo Maldonado y el responsable de haber guiado al club hasta la fase previa de la Copa Libertadores que se jugará en 2023.
Es diferente al resto: domina los hilos de un plantel con la tercera campaña más exitosa del año en Uruguay y, en paralelo, trabaja como administrador de empresas, tarea a la que no le quita el ojo: “Es muy fina la diferencia entre un grupo de trabajo a nivel empresarial y deportivo. Hay un montón de cosas que se rozan: objetivos en común, estándares, metodologías y estrategias para el manejo de los conflictos. Cada actividad tiene sus particularidades y su idiosincrasia que hay que saber entender y leer, pero hay cuestiones que son muy compatibles”.
Soñador, fue escalando en su profesión, pero trastabilló en el fútbol. Nunca llegó a ser profesional y su punto de quiebre fueron las lesiones. Sin embargo, no se dio por vencido y lo tomó como lección para animarse a probar desde otro lugar de la cancha. “Claramente no puedo ser autorreferencial de determinadas cuestiones, lo cual allana el camino, no hiere el ego del futbolista y te lleva a la búsqueda de una solución. A mí muchas veces me toca detectar el problema y la solución la tiene el futbolista”.
Siente al Depor su “casa” y hasta hoy mantiene fresco el recuerdo de la tarde en que lo llamaron. Recibió la llamada cinco menos cuarto y en cuestión de minutos embaló hacia la reunión para ensayar un improvisado speech antes de que se hicieran las cinco.
Palladino ni dudó en aceptar y asumió convencido, repleto de ilusiones y proyectos. “Los sueños no se cumplen, se trabajan. Y ha habido mucho trabajo para tener esta realidad. Cuando uno mira hacia atrás y ve el inicio de esta gestión en 2019, con el proceso del ascenso, evidentemente siente orgullo, satisfacción y el deber cumplido. Pero es trabajo de mucha gente. La vida y el fútbol son acumulativos. Para tener hoy esta realidad antes hubo muchos entrenadores, dirigentes, allegados y futbolistas. Podíamos poner la vista abajo, pero fue puesta arriba y el plantel hizo un gran trabajo con compromiso, responsabilidad y sentido de pertenencia”.
Verdugo de Nacional en el año
Deportivo Maldonado, con Palladino, fue el único equipo uruguayo capaz de vencer dos veces a Nacional -campeón de la Anual y el Clausura- en la temporada. Lo hizo en el estreno del Apertura, cuando ganó 3-2 en el Gran Parque Central, y repitió en el Campus de Maldonado, con victoria 2-1.
“Uno trabaja diariamente para siempre mejorar, buscar lo mejor para uno y los equipos que le toque defender. En esa línea venimos haciendo un buen trabajo, una escalera bastante larga, en un proceso que ha sido muy enriquecedor desde todo punto de vista. Seguimos trabajando para que la vida nos sorprenda”, aseguró el entrenador, que atribuyó el logro a los jugadores.