TORNEO CLAUSURA
A lo largo de las 12 fechas que se llevan disputadas el técnico Martín Ligüera nunca encontró el funcionamiento colectivo y por eso el sueño del tricampeonato se esfumó.
Ponerse a explicar en detalle por qué Nacional perdió 1-0 con Deportivo Maldonado sería subestimar la inteligencia del hincha tricolor, que lo sabe bien. Bastante tiene con digerir esta frustración que es mucho más que la de un partido, pues la caída significa prácticamente decirle adiós al tan anhelado tricampeonato. Por lo tanto, más que ahondar en la derrota hagámoslo en las razones del por qué de este momento tricolor.
La cuestión es que Martín Ligüera nunca encontró el equipo. Pasaron ya 12 fechas y Nacional sigue estando en formación. Sí logró resolver algunas cuestiones, como la defensa y el ataque, pero no el mediocampo y es allí la parte medular, porque un equipo contiene a partir de la mitad del terreno y genera peligro desde ese sector alimentando de balones a los puntas.
Y no es que el técnico no haya buscado alternativas. De hecho, en Maldonado puso la oncena que había tenido el mejor rendimiento en los últimos partidos, pero esta vez Joaquín Trasante y Santiago Ramírez (los dos que recuperaron la titularidad) defraudaron. Deportivo copó la mitad del terreno, se adueñó de la pelota, presionó bien en la salida, contuvo a los laterales dejando a sus extremos abiertos para salir rápido y, sobre todo, tuvo más ambición.
Sí, suena raro porque el que corría detrás del título era Nacional, pero el que propuso fue el fernandino; ayudado en el primer tiempo por el fuerte viento en contra que tuvo el tricolor, es cierto, pero esa ventaja su rival no la aprovechó en el complemento y no fue desventaja para el local, porque al jugar con pelota al piso y avanzar con triangulaciones, el viento no incidió.
Dejemos de lado la polémica del supuesto penal por mano de Armando Méndez no sancionado por Antonio García (para quien esto escribe existió, porque el jugador mueve el brazo hacia arriba cuando ve que falló el cálculo con la cabeza) pese a ir al monitor a verlo luego que lo convocara el VAR. Igualmente Deportivo Maldonado mereció largamente la victoria y hasta más holgada. La logró con un cabezazo del zaguero Joaquín Varela al minuto 78’, cuando ya Nacional estaba con 10 por la roja a Cristian Almeida.
La cuestión es qué hará Ligüera de aquí en más, pero no en el corto plazo, sino pensando ya en 2022. Seguramente el técnico continuará y tendrá la oportunidad de elegir su propio plantel, no uno heredado.
Este Nacional juega mal y si hasta ahora venía respondiendo a la presión de correr de atrás por el título lo había hecho solo desde los resultados, pero no desde el rendimiento, porque no hay que olvidarse que el pasado fin de semana terminó metido en su área para defender el 2-1 sobre Villa Española, ya descendido y con un futbolista menos.
La toalla aún no se tira, pero Ligüera ha venido diciendo que debían ganar todos los partidos que restaban para aspirar al título. Ya no se logrará y con los puntos de ayer parece haberse ido el sueño del tricampeonato.