TRICOLORES

JUAN PABLO ROMERO

Enviado - Buenos Aires

Nacional derrotó 2-1 a Vélez Sarsfield por la tercera fecha del grupo C de la Copa Libertadores y los 2.100 hinchas tricolores celebraron mucho el triunfo del equipo, el primero en esta edición del certamen internacional y el primero en el exterior tras el logrado en Venezuela contra Estudiantes de Mérida el 22 de setiembre de 2020. 

Pero no todo fue color de rosa para los fanáticos de Nacional que llegaron al Estadio José Amalfitani, un lindo escenario con capacidad para 49.500 espectadores, que se encuentra en Liniers. 

Los futbolistas cantaron en la cancha, celebraron mirando a los fanáticos que estaban ubicados en la bandeja alta de la tribuna principal y se fueron a los vestuarios. Mientras, rápidamente las luces del estadio se fueron apagando en tanto que los hinchas de Vélez dejaban el Fortín desilusionados por lo visto en cancha, y por ver a su equipo sumergido en una crisis. No hubo mucho público del local, poco más de 12.000 espectadores. 

Cuando ya no quedaba ningún hincha de Vélez, y las luces estaban apagadas casi por completo, los fanáticos de Nacional seguían sin poder salir del estadio. El partido terminó sobre la hora 21:15 y los primeros hinchas albos salieron del escenario a las 22:45. Sí, una hora y media después de finalizado el partido, lo que fue una total exageración y lo que provocó molestias entre los asistentes. 

Siempre por cuestiones de seguridad, a una de las parcialidades se la deja más tiempo en el estadio, para que las hinchadas no se crucen y evitar así que se generen situaciones incómodas. Ayer no solo los 2.100 hinchas tuvieron que esperar a que saliera por completo la hinchada local, sino que estuvieron demasiado tiempo en la tribuna. 

Además, hubo denuncias en las redes sociales y de fanáticos que hablaron con Ovación de malos tratos por parte de la Policía de Buenos Aires: modales inadecuados y palabras fuera de lugar.