COPA LIBERTADORES

Pablo Repetto supo esperarlo a Emmanuel Gigliotti y finalmente el centrodelantero argentino le pagó con dos monedas de oro. Había sido titular en los últimos cinco partidos y no había podido convertir, pero en el sexto anotó los dos que le dieron a Nacional la impostergable victoria por 2-1 sobre Vélez Sarsfield en Liniers por la Copa Libertadores.

El Puma estuvo 459 minutos en cancha esperando para volver a anotar, porque lo había hecho en el debut tricolor por el Torneo Apertura (en la derrota 2-3 ante Deportivo Maldonado) y luego se le había cerrado el arco. Había estado varias veces cerca de convertir, incluso con un penal a disposición que falló frente a Boston River, pero la cortina del arco estaba abajo.

El argentino fue figura y no solo por los goles que anotó, sino porque el despliegue que hizo, incluso cuando el partido ya estaba en tiempo de adición, fue impresionante.

El mérito de esta gran noche de Gigliotti fue del propio futbolista por no haber bajado los brazos, pero también del técnico que lo mantuvo porque veía que sus rendimientos eran acordes a las exigencias. Solo faltaba que una pelota entrara. Lo hizo al minuto 31 del juego en Liniers ante Vélez y luego cayó el segundo, con un soberbio cabezazo. Dos monedas de oro para un Nacional que viajó en tercera clase y volvió en primera.