COPA LIBERTADORES
La roja a Sergio Rochet a los 18' marcó el partido y el destino tricolor, que por más que luchó fue superado. El resultado puede tener efecto el domingo ante Wanderers.
Minuto 18': Sergio Rochet sale afuera del área y corta un pase profundo, pero la pelota le queda larga (o corta si quiso despejar), la tomó Matías Suárez y cuando iba a rematar al arco, el arquero le cometió una dura falta. Roja directa y se empezó a complicar el juego para Nacional.
Hasta ahí el tricolor había presionado bien en la salida, se había parado con decisión en el área rival, pero tenía dos problemas: la falta de profundidad y cómo River Plate explotaba las espaldas de Alfonso Trezza.
Jorge Giordano había hecho un planteamiento valiente: un 3-4-3 para tratar de llegar al gol, un gran déficit del equipo, y anular la derrota 2-0 sufrida en la ida.
Minuto 28: Con Luis Mejía ya en el arco y sin Trezza en el campo, ya que fue el sacrificado para que entrara el arquero panameño, Renzo Orihuela dejó corta una pelota en la salida, Suárez la recuperó y puso en carrera a Jorge Carrascal, quien enganchó hacia adentro, hizo pasar de largo al propio Orihuela y definió cruzado y al ángulo para poner el 1-0.
Y ahí empezó a cerrarse la serie y a sellarse el pasaje de River Plate a la Copa Libertadores. En 10 minutos fatales Nacional hipotecó su chance al quedar con un futbolista menos, estar un gol abajo y quedar obligado a convertir cuatro goles para clasificar, porque ya los penales no eran posibles.
El planteamiento ofensivo dio paso a uno más conservador, porque ya la cuestión pasó a no sufrir una derrota catastrófica. Entonces, el dibujo fue un 4-3-2, por lo que la presión alta del tricolor dio paso a un manejo tranquilo del balón en la salida por parte de River. Y eso es como darle al conjunto argentino la llave del cofre del tesoro.
A los 43' Nicolás De la Cruz puso el 2-0 para el Millonario y cuando la cosa para Nacional pasaba a ser no pasar una humillación, Ayrton Cougo descontó a los 45'. A Nacional le quedaba un tiempo para convertir cuatro goles más y obrar un milagro.
Al inicio del segundo tiempo el gol de Bruno Zuculini para el 3-1 (50') liquidó toda remota ilusión de Nacional. Entonces, Giordano comenzó a pensar en la final del domingo ante Wanderers para definir el Intermedio.
Salieron Chory Castro y Gonzalo Bergessio, que prácticamente no entraron en juego, previendo en que ya no valía la pena desgastarlos. Si hay un partido para salvar este 2020 que (por suerte) se va es el del domingo. Y si no fuera por eso, igualmente habrían estado bien sacados ambos delanteros, porque aportaron muy poco. El capitán realizó un tiro desviado en los 54 minutos que estuvo en cancha y el Chory, ninguno.
El gol de Santi Rodríguez apenas entró en reemplazo de Castro de nada sirvió, porque luego cayó el hat-trick de Borré sacando provecho de una defensa ya entregada.
El partido terminó con triunfo de River Plate 6-2 y la serie de cuartos de final se cerró con un global de 8-2. Y está bien. Es la diferencia futbolística que hay entre uno y otro... si no más, porque el marcador pudo ser incluso más humillante.
La mayor preocupación ahora pasa por recuperar anímicamente a un equipo destruido desde lo físico y lo anímico, con el agravante de que las horas no son muchas.
Pero cuidado con este resultado, porque es de esos que se considera saca técnicos. Los rumores en la previa de que Giordano tendría decidido no continuar al frente del equipo cada vez se hacen más carne. Y a esta altura ni siquiera parece importar si el domingo hay vuelta olímpica o no.
La previa
Hay un boleto en juego para las semifinales de la Copa Libertadores y se lo disputan Nacional y River Plate esta noche en el Gran Parque Central. El Millonario llega con la ventaja del 2-0 de la ida, lo cual obliga al tricolor a salir a atacar.
¿A qué hora juegan Nacional y River Plate por la Copa Libertadores? El partido comienza a las 21.30 y es televisado por ESPN 2
Jorge Giordano, técnico tricolor, utilizará un 3-4-3 muy ofensivo, con carrileros como Alfonso Trezza por derecha y Ayrton Cougo por izquierda que puedan llegar a posiciones de ataque pero también replegarse con rapidez. Es lo que exige la situación, aunque puede ser tan exitoso como lapidario frente al quizás mejor equipo de América.