TORNEO CLAUSURA

En Nacional, como en todo equipo grande, hay que ganar. Siempre hay que ganar. Y no hay excusas que eximan de esa responsabilidad. Nunca las hay. Pero mucho menos ahora, que el equipo tricolor iniciará hoy, desde la hora 18:30 y como visitante ante Cerro Largo, un recorrido de 15 finales con el gran objetivo de estar en la definición del Campeonato Uruguayo para intentar alcanzar el gran objetivo trazado desde que empezó la temporada: el tricampeonato.

Si será tan fuerte el mensaje enviado desde la dirigencia hacia toda la estructura deportiva del club que el mismo día que fue presentado como nuevo entrenador del plantel principal, Martín Ligüera lo dejó traslucir al avisar que van de ahora en más van en búsqueda del “fútbol resultado”.

Tampoco es que haya tenido mucho tiempo de trabajo para procurar alcanzar otra cosa que no sea un fútbol agresivo, intenso y de mirada fija en una sola cosa: ganar como sea posible.

Tampoco puede ignorarse que ese hecho ya había quedado marcado desde el momento que el área deportiva planificó un combo de contrataciones con el que se pretendía fortalecer al equipo en dos aspectos: temple para afrontar cualquier tipo de circunstancia y raíces ganadoras. Así vinieron Diego Polenta, Mario Risso, Matías Zunino y Diego “Torito” Rodríguez.

Eso sí, el estreno será bien diferente a los partidos disputados anteriormente por el Torneo Apertura, ese campeonato que Nacional dejó escapar por no saber capturar unidades jugando de visitante. Y será diferente porque ahora tendrá el respaldo de sus hinchas, el empuje de su gente para que cada partido -convertido en una final- vaya entregando señales positivas y desde ahí construir el conjunto ganador que pretende meter tres títulos del Uruguayo al hilo.

No empieza fácil. Va a jugar sin su goleador y capitán Gonzalo Bergessio. Lo hará en una cancha complicada, porque el Raúl Goyenola de Tacuarembó no entrega la imagen más apropiada para un partido de fútbol profesional. Y, además, Cerro Largo tratará de convertirse nuevamente en la piedra en el zapato (llega con racha positiva ante el Bolso). Con la sabia conducción de Danielo Núñez y con la llegada al fútbol uruguayo de un gran futbolista: el ecuatoriano Alexander Domínguez, los arachanes están en condiciones de ser, otra vez, un hueso duro de roer para los del Gran Parque Central.

Para sortear este escollo, dejar de lado incluso la polémica del escenario, Ligüera espera que su equipo sea agresivo, que presione, que arriesgue, que sus jugadores tomen decisiones. Espera, también, que haya una posesión del balón que ayude a crear situaciones y no que esa fórmula se utilice como receta de control del partido.

Sin VAR, porque Cerro Largo no acepta jugar con la asistencia del videoarbitraje, y con la conducción de Andrés Matonte, Nacional enciende los motores y empieza su recorrido por el Clausura con una idea fija: adueñarse del torneo para tener la posibilidad de disputar la final del Campeonato Uruguayo. Porque si lo gana serán tres al hilo.

Antecedentes

El Cerro es Largo y difícil de escalar

Para Nacional los últimos partidos contra Cerro Largo han sido un verdadero dolor de cabeza. La estadísticas revela que ya van cinco enfrentamientos sin celebraciones tricolores, mientras que los arachanes supieron conseguir la victoria en dos ocasiones.

La última imposición de los Bolsos frente al adversario que tendrá hoy enfrente en el Raúl Goyenola ocurrió en el Clausura 2014, cuando goleó 3-0 con tantos de Rinaldo Cruzado, Diego Arismendi y Álvaro Recoba. Después de ahí volvieron a enfrentarse de 2019 en adelante y Nacional nunca pudo sumar los tres puntos. Empató dos veces 2-2 y en otra ocasión 0-0. El choque más reciente lo ganó Cerro Largo 2-1.