TRICOLORES

Qué difícil de explicar este partido. Cualquiera que simplemente mira el resultado puede pensar que Nacional superó con tranquilidad a Defensor Sporting o que pegó en los momentos justos en un partido parejo; pero no. Nada que ver. La realidad es que el tricolor la pasó muy mal ayer en el Franzini. Fue superado ampliamente por el conjunto violeta, y por cómo se dio el trámite del juego, se llevó tres puntos de oro.

La victoria de Nacional solo se argumenta en dos aspectos: la falta de puntería del ataque de Defensor y el partido perfecto que hizo Sergio Rochet. Si el Bolso ayer festejó en el día de su aniversario 123 fue gracias a su arquero, que una vez más demostró que está despegado en este medio.

Descolgó todos los centros que le tiraron al área, se jugó la ropa en más de una oportunidad cuando tuvo que salir a enfrentar cara a cara a los delanteros y también se lució con alguna volada espectacular. Como si fuera poco, además dejó en evidencia su condición de líder. Manejó los tiempos del partido y levantó la voz para intentar reordenar a la defensa y para hacer reaccionar al equipo.

El arquero de tricolor, y el de la selección también, jugó un partido soñado y salvó el cumpleaños de Nacional.

Cuando los equipos recién se estaban acomodando en la cancha, Nacional se puso en ventaja rápidamente tras aprovechar una desatención defensiva del fondo violeta. A los 4’, el argentino Emmanuel Gigliotti entró solo por el corazón del área, le ganó la posición a Matías Rocha y definió cruzado ante la salida del arquero.

De ahí en más fue todo del equipo de Marcelo Méndez. El Tuerto se adueñó de la pelota y con el correr de los minutos fue inclinando la cancha ante un Nacional que se dedicó a esperar y contragolpear. Luciano Boggio, Agustín Sant’Anna, Facundo Labandeira y Kevin Méndez hicieron lo que quisieron de mitad de cancha hacia adelante. Incluso, obligaron a Pablo Repetto a quemar dos cambios antes de irse al entretiempo.

Defensor fue más a lo largo del primer tiempo. Tuvo la pelota y las mejores ocasiones, no menos de media docena, pero pagó muy caro el error inicial. Asumió riesgos, se sintió cómodo con el papel protagónico y debió irse al descanso al menos con un empate.

En la primera media hora del complemento, Defensor llevó el partido a donde más quiso; pero entre la falta de puntería y la buena actuación de Rochet, la diferencia en el tanteador se mantuvo a favor del tricolor.

Como si fuera poco, sobre los 76’, Defensor recibió un baldazo de agua fría. Remate a colocar desde afuera del área de Camilo Cándido que se metió pegado al palo para bajarle el telón al partido.

Los minutos restantes fueron anecdóticos. Méndez perdió su primer partido desde que está en Defensor, pero el equipo dejó buenas sensaciones desde el funcionamiento colectivo para lo que viene.