COPA LIBERTADORES

La punta del Grupo G de la Copa Libertadores está en juego en Asunción. Peñarol visita a Cerro Porteño (hora 21.00, ESPN y Star+) en La Nueva Olla con la posibilidad de acceder al primer lugar en caso de sacar los tres puntos y situarse allí a la espera de si quedará solo o acompañado por Colón en caso que mañana el sabalero derrote a Olimpia también en la capital guaraní.

Cerro Porteño no se anduvo con vueltas: desde el primer minuto salió a poner presión alta sobre Peñarol y a atacarlo para quebrarlo anímicamente rápidamente. Y estuvo a punto de hacerlo cuando un gran derechazo de Sergio Díaz al minuto 2 encontró una gran respuesta de Kevin Dawson quien hizo una tapada sensacional para evitar la caída de su arco. Empezaba mal la cosa, pero de a poco el aurinegro comenzó a zafar de esa presión local.

El carbonero, que salió con su habitual 4-2-3-1 pero con Edgar Elizalde como lateral izquierdo, tuvo su principal problema precisamente allí, porque la velocidad de Alan Benítez cuando se tiró por la banda lo complicó. Por ese sector insistió el Ciclón de Barrio Obrero, pero las incursiones por allí no encontraron quién las cerrara por el medio.

Cuando parecía que Peñarol tenía todo controlado y Larriera ya pensaba qué decirle a sus jugadores en el vestuario durante el descanso, otra vez un saque lateral lo complicó. Como le ocurrió ante Colón —entonces para recibir un gol que le costó la derrota en el debut—, un saque de banda derivó en un derechazo cruzado, rastrero y potente de Ángel Cardozo para transformarse en el 1-0. Después de aguantar, hacer un gran desgaste, defender con criterio y tener alguna chance aislada en ataque, a Peñarol le convirtieron en los descuentos producto de una desatención fatal.

Así llegó el descanso, con la incertidumbre de cómo reaccionará anímicamente el aurinegro.

Aunque Larriera no mandó cambios desde la reanudación del juego, demoró poco en hacerlo. No vio reacción en sus jugadores, por lo cual a los 54' mandó a la cancha a dos experientes: Walter Gargano y Lucas Viatri. Afuera el juvenil Saravia y el Pachi Carrizo.

El ingreso de Viatri generó un cambio táctico, porque el aurinegro pasó a tener un doble nueve, en tanto el Mota le dio otro empuje al equipo. Incluso fue el que generó la jugada más peligrosa del partido para Peñarol con un remate potente desde afuera del área que se fue al lado del caño.

A falta de 13 minutos para el final Larriera fue definitivamente por el empate al hacer cambios ofensivos: Ruben Bentancourt por Musto y Máximo Alonso por el canario Álvarez Martínez. Quedó un 4-4-2 bien marcado, con Gargano y Ceppelini como doble cinco y Laquintana y Alonso abiertos. Pero no hubo caso.

Por más que el aurinegro tuvo la pelota y la iniciativa ante un Cerro Porteño que se tiró peligrosamente atrás, el conjunto local se mantuvo firme en defensa y cometió faltas lejos del área que Peñarol no resolvió bien, porque Ceppelini estuvo extrañamente errático en los centros, desperdiciando buenas ocasiones de mandar cargas aéreas en busca de la igualdad.

Perdió Peñarol por aquella distracción defensiva en el cierre del primer tiempo y no pudo tomar el primer lugar del Grupo G, en el cual quedó y despegado el conjunto paraguayo. Todavía le quedan tiros como para cazar el segundo puesto, pero tiene prohibido dejar las seis unidades que le quedan como local ante Colón y Cerro Porteño. Y si es posible, debe robar un puntito la semana próxima, otra vez en Asunción, ante Olimpia.