TORNEO APERTURA

Peñarol ganó, no exento de polémica, su segundo partido en el Torneo Apertura y sube en la tabla. Un gol de penal convertido por Ruben Bentancourt en el cuarto minuto de descuento le dio al carbonero la victoria por 1-0 sobre Danubio por la quinta fecha del Torneo Apertura.

Sin Agustín Álvarez Martínez, sentado en el banco mientras Ruben Bentancourt lo suplantaba en el equipo titular, Peñarol llegó a Jardines y rápidamente mostró más de lo mismo: poco juego asociado, mucha imprecisión y ansiedad. Por eso los avances en velocidad de Ignacio Laquintana no tuvieron consecuencias, porque el delantero volvió a culminar mal sus embates.

Lo que tampoco demoró fue la primera polémica, ocurrida al minuto 12, cuando Leandro Navarro fue a disputar una pelota con Damián Musto en la mitad del campo y le dio un fuerte planchazo. El árbitro Gustavo Tejera hizo la seña de que fue un choque y no sancionó falta, aunque el danubiano fue con la plancha hacia adelante y debió haber sido, al menos, tarjeta amarilla.

El peso del partido lo llevó Peñarol —el más necesitado para crecer en la tabla— y lo hizo bien, porque fue el más incisivo. Fue creciendo, sobre todo porque presionó muy arriba y evitó que Danubio saliera jugando con claridad. Y en una de esas presiones, Laquintana (que con su velocidad ha sido un azote) dejó de cara al gol a Bentancourt a los 20', pero el duelo lo ganó el arquero Conde. El mismo delantero tuvo otra clara a los 30', pero su remate se fue alto, minutos antes de la lesión de Hernán Menosse.

El descanso de un partido con pocas emociones llegó con la sensación de que el aurinegro mereció un poco más.

Luego de 15 minutos en los que Peñarol volvió a tener la pelota y a llevar la iniciativa pero escaso peligro (un desborde del Vasquito Aguirregaray y un cabezazo alto de Bentancourt fue lo más cercano), Mauricio Larriera mandó a la cancha al argentino Federico Carrizo, quien hizo su debut. ¿Danubio? Tuvo una muy clara de Seba Fernández a los 48', cuando le robó la pelota en la salida a Elizalde y encaró hacia el arco, pero su disparo se fue ancho.

Poco cambió con las variantes, porque incluso el ingreso de Álvarez Martínez por Canobbio (otro lesionado, en su caso por un golpe en la cabeza) fue inocuo, pero algo que no se le puede reprochar a Peñarol es su insistencia. Nunca bajó los brazos y así generó otra jugada de riesgo a los 81', con un cabezazo espectacular de Bentancourt que Conde convirtió en una gran atajada, porque lo encontró a contrapié e igual evitó el gol.

Parecía que no había forma de que Peñarol llegara al gol, un mal que ha tenido desde el inicio del Apertura, pero lo encontró. Con un gol polémico, es cierto, porque el árbitro Gustavo Tejera cobró al minuto 91 un penal por falta de Santiago Silva sobre Edgar Elizalde que no quedó claro, porque hubo contacto pero no pareció ser tan contundente como para que el futbolista carbonero cayera derribado.

A Bentancourt, el que más buscó el gol durante toda la tarde, no le importó. Ejecutó muy bien, fuerte y a la izquierda de Conde, lo batió y así le dio al mirasol los tres puntos, pero hay que separar: mereció la victoria porque fue el que más la quiso y la buscó, pero no jugó bien.