EN JARDINES

Salvo por la ausencia de Formiliano y Urretaviscaya, poco cambió en Peñarol, que salió a jugar a Jardines del Hipódromo con el habitual 4-2-3-1 que repitió en cada uno de los choques desde que asumió Saralegui. Y enfrentó a un Danubio que saltó con un 4-5-1, que buscó en todo momento lastimarlo por las bandas y lo consiguió en más de una ocasión.

No en vano cuando iban 8' apareció la primera clara del franjeado con un desborde por la derecha del ataque y un centro en el que Giovanni González cortó justo cuando estaba el primero del local.

Danubio tenía más la pelota y de hecho estaba más cerca del gol, pero apareció Giovanni González —aunque esta vez en ataque—, quien desbordó tras sacarse de arriba a Sosa y lanzó la pelota al área chica, donde encontró a Britos, quien definió con el arco libre por el segundo palo.

Tras el tanto recibido, Danubio volvió a ir al ataque y encontraba espacios en la defensa de Peñarol. Así generó una nueva chance clara que nació en los pies de Labandeira y dejó mano a mano a Paiva, quien demoró en definir y Dawson achicó bien para evitar la caída de su arco ayudado por un defensa mirasol que despejó en el área chica.

Y aunque Danubio intentaba, se encontró con un Peñarol efectivo, que en dos llegadas puso una diferencia grande en el marcador. David Terans, en dos ocasiones, aprovechó las posibilidades que tuvo para poner su doblete y así marcar el 3-0 con el que se fue al descanso.

El final fue picante luego de un borbollón generado tras el silbatazo de Santiago Motta que derivó en empujones e insultos entre varios de los jugadores franjeados y aurinegros.

El complemento comenzó con dos hombres menos porque Santiago Carrera y David Terans fueron expulsados en el entretiempo luego de lo que fueron los disturbios tras el final de la primera parte. El inicio tuvo a Danubio como protagonista y esto se dio gracias a que Peñarol se apoyó en el 3-0 que tenía de ventaja para dominar el partido desde ahí.

Y la franja, jugada a ir a buscar la heroica, arriesgó. Hizo cambios ofensivos y así terminó encontrando espacios en la defensa aurinegra. Santiago Paiva tuvo un nuevo mano a mano, pero Dawson le volvió a ganar ese duelo.

Aunque terminó siendo Martín Comachi quien puso un gol que era merecido por la insistencia. El argentino quedó solo frente al arquero y definió a colocar para achicar la distancia.

El franjeado fue y fue, pero no apareció un nuevo gol y a eso hay que sumarle que terminó con nueve por la expulsión de Javier Méndez.

Y Peñarol terminó aprovechando uno de los tantos contragolpes que tuvo y Fabián Estoyanoff habilitó a Agustín Álvarez Martínez, quien puso el 4-1 final.

Fue la despedida para Peñarol y para Mario Saralegui de la dirección técnica del equipo, que se va con la satisfacción de haber ganado el clásico la semana pasada, por lo cual en los últimos seis días el mirasol logró descontarle seis unidades a Nacional en la Tabla Anual. Igual sigue lejos, a siete, pero hizo lo que debía.

Para Danubio quedó una nueva oportunidad perdida de sumar para escaparle al descenso, porque sigue metiendo en zona roja.

No solo se despidió Saralegui, también lo hicieron Danubio y Peñarol del Intermedio y con el pitazo final de Motta también dijo adiós el fútbol por 2020. En 2021 volverá. ¿Volverá?

En lo que será el último partido de Mario Saralegui como técnico de Peñarol, el aurinegro visita a Danubio con el objetivo de conseguir tres puntos que le permitan quedar a siete del líder de la Anual, Nacional.

Para la franja el objetivo es otro: lograr un triunfo que le permita empezar a salir de posiciones de descenso en las cuales se encuentra en la actualidad. Si triunfa hoy, superará la línea de Boston River y quedará a 4 unidades de Defensor Sporting.