COPA SUDAMERICANA
El lateral izquierdo tuvo un muy buen desempeño hasta el minuto 57', cuando en forma inesperada fue sustituido. A él le cometieron el penal que falló Ceppelini.
El lateral izquierdo Juan Manuel Ramos fue el mejor futbolista de Peñarol y eso que solo jugó 57, cuando en forma inesperada fue reemplazado por Valentín Rodríguez. Jugó su mejor partido desde la llegada al aurinegro, porque hizo buenos cierres a la hora de marcar y fue el de mayor proyección ofensiva. A él le cometieron el penal en una de las tantas veces que pisó el área.
Dos buenas tapadas ante tiros lejanos: a los 9 minutos y en los descuentos del primer tiempo. En el disparo del gol se estiró, pero no llegó. En el 2-0 el balón se desvió en un compañero
Poca subida esta vez del lateral derecho. Una sola vez logró juntarse con Canobbio. Peñarol no tuvo llegada por su lado y en el segundo tiempo fue por su lado por donde Paranaense llegó con mayor comodidad.
Prácticamente no tuvo a quién marcar, porque el rival solo contraatacó. Ganó un cabezazo en el área rival, pero el balón se fue afuera. Por momentos abusó del pelotazo.
Con poca actividad defensiva, se preocupó por darle buen destino al balón en la salida desde el fondo. Incluso en el gol aguantó bien en velocidad a Terans.
El Mota volvió a ser el eje del juego. Por él pasaron casi todas las pelotas luego de ser recuperadas, pero esta vez no estuvo tan fino en las entregas. Intentó algún disparo lejano pero fue bloqueado.
Limitado a una misión mucho más de balance, porque Peñarol atacó y Paranaense contraatacó. Fue el que quedó para cubrir espacios y lo hizo bien, pero Peñarol resignó proyección con su posición.
Fue el más movedizo de los delanteros. Encaró cada vez que pudo, pero dio la sensación de que no encontró socios. Con el correr de los minutos se fue desinflando y terminó sustituido.
Buen partido con la pelota, pero pesa sobre él haber fallado el penal para el 1-1. Remató fuerte y al medio, donde el arquero lo esperó parado. Eso le pegó duro al aurinegro, que desapareció hasta ser sustituido.
Apareció con intermitencias. Falló un gol en forma increíble a los 5 minutos, abajo del arco y sin arquero. Le faltó tirar diagonales y jugar más cerca del arco. Flojo partido.
Lo alimentaron de muy pocos balones, pero tuvo uno y lo mandó al travesaño al aprovechar una pelota suelta que dejó el arquero rival. Tocó muy pocos balones y perdió más de lo que ganó tanto por arriba como por abajo. Fue absorbido.
Entró con el objetivo de tratar de bajar alguna pelota para Álvarez Martínez, pero solo pudo lograrlo una vez.
Larriera pensó en él para darle más velocidad y profundidad a la banda izquierda, pero no tuvo ese efecto. De hecho, Peñarol perdió llegada por ese sector con la salida de Ramos. El cambio bien pudo haber sido por Torres.