Redacción El País
Peñarol perdió 1-0 ante Liverpool en la segunda final del Campeonato Uruguayo, que se disputó en el Estadio Campeón del Siglo, y vio cómo el negriazul dio la cuarta vuelta olímpica de un equipo en su escenario. Anteriormente lo habían hecho Plaza Colonia y el propio mirasol en dos ocasiones. Conocé en detalle los rendimientos de la oncena dispuesta por Diego Aguirre.

Tuvo un desempeño regular durante el partido y no tuvo responsabilidad en el gol marcado por Ruben Bentancourt.
A los tres minutos de juego atajó un remate potente de Luciano Rodríguez, que le ganó la espalda a Maxi Olivera tras pase de Vecino y generó la primera ocasión de peligro en el partido. No tuvo nada que hacer en el golazo de Ruben Bentancourt, que definió en el área chica.

En el complemento cortó un centro peligroso y luego no fue exigido en demasía.

Foto: Estefanía Leal.

Dentro de un equipo que solo tuvo dos situaciones de peligro en 90 minutos, fue el mejor. Aportó solidez defensiva y carácter para levantar anímicamente al equipo.

Fue el más firme de Peñarol en la marca durante el primer tiempo y ganó varios duelos individuales, incluyendo algunos con el goleador Ruben Bentancourt, quien se llevó la amarilla por una falta sobre el zaguero.

En el complemento estuvo involucrado en varios entredichos con futbolistas rivales que incluyeron empujones, pero mantuvo su solidez defensiva y hasta se proyectó en ataque.

Al igual que en la primera final, tuvo un mal partido y se mostró desconcentrado. Lejos del desempeño que mostró en la primera parte del año.

Tuvo una falla por desconcentración que pudo haber sido grave. A los 24 minutos quedó mirando la pelota, perdió la marca de Federico Pereira y el capitán del negriazul sacó un cabezazo potente que se fue desviado. Al igual que en la primera final, no está teniendo un buen desempeño.

Es un hombre de confianza del DT que venía de ser el más sólido de la defensa aurinegra en la primera final, pero no cumplió con la expectativa en este compromiso y se fue reemplazado en el entretiempo.

Perdió la marca en una de las primeras situaciones ofensivas de Liverpool por intermedio de Luciano Rodríguez. Tuvo un duelo constante en la primera parte con el extremo negriazul y no terminó sintiéndose cómodo. Fue reemplazado en el entretiempo para el ingreso de Abel Hernández.

Diego Aguirre sorprendió con su inclusión en la oncena inicial, pero no aportó nada distinto a lo que venía demostrando el mirasol en el centro del campo.

No pudo tener protagonismo con la pelota ni ordenar al equipo con su experiencia tras el desconcierto que les produjo el gol de Ruben Bentancourt.

Fue una novedad en el once titular y se posicionó sobre la izquierda. Es uno de los dos únicos futbolistas del aurinegro que estuvo a la altura en la final generando una situación de gol con un remate potente a los 13 minutos tras la asistencia de Lucas Hernández.

Tuvo escasa participación en el complemento y fue reemplazado a los 57 minutos por Santiago Díaz.

Foto: Estefanía Leal.

Más allá de que generó la segunda chance de gol que tuvo Peñarol en 90 minutos, no aportó el desequilibrio que el equipo precisaba por la banda derecha.

A los cuatro minutos generó una doble situación de gol en ofensiva: ingresó por el sector derecho y buscó el centro atrás para Matías Arezo, pero entre Juan Izquierdo y Marcelo Meli obstaculizaron el pase. Luego, en el rebote, remató al arco y generó un tiro de esquina después del desvío.

Con su inclusión por la banda izquierda Peñarol buscaba marca a la hora de retroceder y proyección ofensiva. Aportó un paso clave que generó la chance de peligro de Homenchenko, pero a la hora de retroceder a marcar tuvo algunos inconvenientes.

Fue eludido por Luciano Rodríguez con un sombrero en la jugada del 1-0 de Liverpool. En el complemento envió algún centro al área en un Peñarol que se limitaba a esa faceta para intentar descontar. Le dejó su lugar a Pedro Milans a los 57 minutos.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Estuvo lejos del nivel que puede llegar a tener. Solo generó un pase filtrado para Ángel González en el primer tiempo y careció de acompañamiento colectivo en esa zona de la cancha.

No desequilibró ni pudo aportar su conocida velocidad en el ataque del equipo de Diego Aguirre. Tampoco tuvo acompañamiento colectivo a la hora de atacar. Se fue reemplazado por José Neris a 15 minutos del cierre del partido.

Fue el que más intentó en ofensiva y lo hizo sin acompañamiento. Probó con una chilena, después con un remate a distancia y disputando cada pelota aérea contra los defensores rivales.
En el complemento terminó jugando de volante y hasta bajando a buscar la pelota a los laterales en un Peñarol desgastado a nivel físico.
Salió en el tramo final del partido y fue ovacionado por la hinchada debido a su despliegue físico.

Ingresó en el segundo tiempo en busca de goles para ir por la épica, pero no tuvo ninguna situación de peligro. Lo buscaron todo el tiempo con centros, pero no llegó a conectarlos.

El juvenil ingresó en un momento complejo y no tuvo demasiada participación en el desarrollo del juego.

Ingresó por Ángel González para poblar el área de un atacante con juego aéreo, pero no pudo generar ninguna chance de gol.

Es un caso similar al de Neris: entró por Matías Arezo con la urgencia del equipo por lograr descontar e ir por la épica, pero no tuvo ninguna aproximación en ofensiva.