La pelota siempre al 10: Facundo Torres es el amo y señor del fútbol ofensivo de Peñarol

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Facundo Torres fue la figura de Peñarol frente a Danubio. Foto: @OficialCAP.

TORNEO CLAUSURA

El atacante de 20 años volvió a ser la figura del equipo mirasol que venció 1-0 a Danubio y consiguió su primera victoria en el Torneo Clausura.

"La pelota siempre al 10, que ocurrirá otro milagro". Así cantan Las Pastillas del Abuelo en “Qué es Dios”, pero así también juega el Peñarol de Mauricio Larriera, aprovechando el gran momento de uno de los jugadores con mayor futuro en el fútbol uruguayo: Facundo Torres.

Todo lo que toca lo transforma en una oportunidad para generar peligro. Abre los brazos, la pide a gritos, busca una moña, empieza a encarar en velocidad y deja a rivales por el camino.

Le pegan. Se levanta. Lo tiran al piso. Se vuelve a levantar. No hace pamento y sigue como si nada hubiese pasado. No se achica ante los zagueros y volantes rivales que aún no entendieron que pegándole no lo intimidan sino que por el contrario, lo agrandan en la cancha.

El “Cuervo” es hoy el mejor exponente futbolístico de aurinegro. Es ese jugador que está sacando la cara por un equipo que si bien por momentos muestra pasajes de fútbol asociado, tal como pretende Larriera en su idea y estilo de juego, muchas veces carece de compañía.

Pero cuando la encuentra, el carbonero se hace punzante en la ofensiva y lastima.

Así lo demostró Facundo ayer por la tarde en Jardines del Hipódromo frente a un Danubio que llegaba con la misma obligación que Peñarol: ganar.

Presiones por la posición de ambos en la tabla, el momento de uno y otro, la situación deportiva e institucional jugaban su papel para un club que está peleando por no descender y que recibía a otro que tiene la obligación de pelear arriba y ser campeón.

Facundo Torres celebra junto a Matías Britos y Joaquín Piquerez. Foto: Marcelo Bonjour.
Facundo Torres celebra junto a Matías Britos y Joaquín Piquerez. Foto: Marcelo Bonjour.

Y a la hora de jugar esa presión queda de lado para Torres, porque cuando tiene la pelota todos saben que algo de peligro se avecina, que se puede gestar una jugada importante y que hasta se puede llegar a venir un gol.

Así pasó a los 62’ minutos en el María Mincheff de Lazaroff, cuando el 10 mirasol recibió la pelota por el callejón central y con la cabeza levantada le metió un pase filtrado hacia la izquierda a Joaquín Piquerez. El lateral mandó un centro rastrero -luego de que los aéreos no habían sido su fuerte- y por el segundo palo apareció Matías Britos, quien definió de frente al arco para anotar el 1-0 de Peñarol y convertir su séptimo gol en el Campeonato Uruguayo.

Lo simple Torres lo hace fácil. Le falta compañía. Ayer David Terans no fue ese socio del final del 2020, Jonathan Urretaviscaya sigue mostrando un bajo nivel y con los delanteros el “Cuervo” no logró combinar, pero siempre los mira, los busca y trata de habilitarlos.

El ambicioso 1-4-2-4 que ayer Peñarol mostró frente a Danubio se consolidó con una espectacular actuación de Torres, pero Mauricio Larriera sabe que el equipo debe seguir mejorando.

Peñarol le terminó ganando 1-0 a Danubio en Jardines y el floridense logró su primer triunfo como técnico mirasol previo a un choque clave como el clásico, pero la victoria llegó gracias al alto nivel del joven delantero.

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