Peñarol y su déficit: la falta de convicción ante un Cerro Largo al que eso le sobra

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Enzo Borges
PABLO PORCIUNCULA

COPA SUDAMERICANA

Ganaba por dos goles de diferencia y manejaba el partido, pero el arachán lo superó anímicamente y se lo empató por ese guerrero llamado Enzo Borges.

Peñarol no aprendió nada en un mes y 20 días. Ese fue el tiempo que transcurrió entre que Enzo Borges le hizo el gol del empate 1-1 en el Ubilla y el que el centrodelantero de Cerro Largo le volvió a convertir anoche para el 2-2 en el Viera. Es más, hay agravantes.

El primero de todos es que el juego de anoche fue por un torneo internacional, la Copa Sudamericana. El segundo es que en esta ocasión el aurinegro había sacado dos goles de ventaja. Y un tercero y no menos importante es que por más que Cerro Largo fue el local, resultó más visitante que Peñarol, ya que fue el que tuvo que viajar y el que cambió un campo de juego de césped denso, alto, irregular y lento como el del Ubilla por uno corto, parejo y veloz como es el del Viera.

¿Es para preocuparse lo del aurinegro? Sí, claro que lo es. No por su juego, porque fue el amplio dominador del partido durante 70 minutos, pero en los últimos 20’ volvió a mostrar una gran debilidad emocional para cerrar el partido y le terminó costando el ceder dos puntos.

La única lectura positiva para Peñarol fue haber convertido dos goles de visitante, por lo cual un empate 0-0 o 1-1 la semana próxima en el Campeón del Siglo le permitirá avanzar. Sin embargo, parece muy poco argumento para convencerse de que la serie está a su favor.

Fabricio Formiliano y Enzo Borges disputan la pelota en el Cerro Largo-Peñarol. Foto: AFP.
Fabricio Formiliano y Enzo Borges disputan la pelota en el Cerro Largo-Peñarol. Foto: AFP.

Con este Peñarol puede ocurrir cualquier cosa y sobre todo ante este Cerro Largo. Porque sería injusto decir que el aurinegro cedió dos unidades, sino que lo correcto es decir que el arachán emparejó una serie que parecía sentenciada al minuto 50, cuando los de Mauricio Larriera ya estaban dos goles arriba luego del cabezazo de Fabricio Formiliano a los 21’ y el anticipo de David Terans a los 49’ para cerrar una muy buena jugada gestada entre Facundo Torres y Joaquín Piquerez por la izquierda.

¿Qué se le debe achacar al aurinegro? Su poca convicción para liquidar el partido y la llave. Tuvo el control de la pelota, el dominio del campo y las mejores situaciones en el primer tiempo, pero luego del gol se tiró atrás y permitió un atisbo de reacción de Cerro Largo.

Facundo Torres al ataque en el duelo entre Cerro Largo y Peñarol. Foto: AFP.
Facundo Torres al ataque en el duelo entre Cerro Largo y Peñarol. Foto: AFP.

El entretiempo llegó justo como para que Larriera convenciera a los suyos de que había que ser más vertical y punzante. Y lo logró, porque enseguida de la reanudación llegó el segundo gol. Pero otra vez el equipo pecó de lo mismo y le dio la pelota al rival.

Y a este Cerro Largo no se le puede dar ventajas, porque es zorro; como su técnico Danielo Núñez. No gritó tanto como lo hace en el fútbol local y fue paciente. Vio un desarrollo de partido que ningún otro observó, porque no se enloqueció para meter cambios cuando las cosas no salían, sino que confió en su plan de juego. Tenía el know how del partido del Clausura, aquel que pudo rescatar en la hora porque Peñarol no supo cerrarlo.

Danielo Núñez
Danielo Núñez estuvo más tranquilo que de costumbre y transmitió eso a sus jugadores. Foto: AFP

Hizo los movimientos en los momentos justos, puso a Mauro Estol y consiguió presionar más sobre el mediocampo; enseguida llegó el descuento y entonces fue tiempo de apretar los dientes e ir por la igualdad ante un rival que, desde la salida de David Terans (entró por él un Nicolás Schiappacasse que debutó y es muy pronto para juzgar luego de tanto tiempo inactivo, pero que dio la sensación de por momentos ser muy displicente) se quedó sin poder ofensivo. Los cambios volvieron a fallarle a Larriera, porque Peñarol perdió la pelota al punto tal de quedar sitiado en su área. El 66-34 en porcentaje de control del balón de la primera mitad a favor del aurinegro, terminó en 59-41.

Cerro Largo vs. Peñarol
El penal de Mauro Estol para el 1-2 ante Peñarol. Foto: Enzo Santos/Conmebol

Otra vez con la convicción de que nunca está nada perdido, Cerro Largo metió un cabezazo al lado del palo, un tiro en el caño y el gol del final de ese guerrero inmortal que es Enzo Borges, un centrodelantero que más de un hincha de Peñarol anhela para su club.

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