plaza Colonia
El economista Mario Szlafmyc, el técnico más joven del fútbol profesional uruguayo, se prepara en Europa para dirigir en la A
Con sus 29 años, es el técnico más joven del fútbol uruguayo y en su primera temporada al frente del primer equipo de Plaza Colonia ascendió a Primera División.
Por estos días, Mario Szlafmyc se encuentra en Europa, viendo entrenamientos y nutriéndose del fútbol del primer mundo para dirigir por primera vez en la A. “Estuve en Inglaterra, viendo el funcionamiento de los clubes que son muy perfeccionistas en la planificación, el reclutamiento, el área de análisis, la infraestructura. Quería ver más que nada la organización. Estuve una semana viendo los entrenamientos del Cristal Palace y fue muy interesante. Y ahora estoy en Italia, en Sassuolo porque acá está Roberto De Zerbi, un técnico de buen presente y un futuro tremendo. Al Sassuolo lo vengo siguiendo hace tiempo y pude venir a ver sobre todo el método de entrenamiento. En Inglaterra me interesaba más el funcionamiento del club y acá el entrenador y su método”, explicó Mario, quien al igual que De Zerbi tiene un gran futuro por delante.
La historia de Szlafmyc es bastante particular, porque nunca jugó el fútbol profesionalmente. Su experiencia en la cancha la adquirió jugando de 9 en la Liga Universitaria. Estudió Economía y se recibió, pero nunca lo hizo demasiado convencido. “No sentía que fuera algo a lo que me quería dedicar toda mi vida. Me gustaban los números y la parte social, y en Economía encontré esa combinación, pero no me apasionaba. Entonces, a los 18 años, decidí hacer el curso de técnico en el ISEF y cuando lo empecé me di cuenta que a eso quería dedicarle mi vida”, contó desde Sassuolo.
Es más, compartió una anécdota que define claramente cuál era su verdadera vocación. “Trabajé solo veinte días como economista, en una empresa de Zona América. Un día me levanté en medio de la jornada laboral y le dije a mi jefa que me disculpara, pero que eso no era para mí. Y me fui”, relató.
Comenzó viendo entrenamientos y de a poco se fue involucrando cada vez más con el fútbol. “Siempre fui muy inquieto para abrirme caminos. Y el año pasado se me abrió la posibilidad de Plaza Colonia. No sé si se me dio, la encontré o fue una combinación de ambas cosas. Tuve la oportunidad de dirigir el primer equipo de Plaza y por suerte se dio con un logro bastante importante”, reconoció. El joven técnico empezó viendo las prácticas de Rampla, y a los 20 años arrancó dirigiendo la Séptima División picapiedra. Luego estuvo en la Quinta de Miramar Misiones y dos años en la Sexta de Fénix.
HOLAN. Tras su experiencia en Capurro cruzó el charco y trabajó seis meses en Defensa y Justicia con Ariel Holan, el hoy técnico de Independiente. “A nivel conceptual y metodológico es un gran entrenador. Tuve la suerte de estar a su lado y aprendí mucho. Lo había conocido en un congreso en Argentina en el que él disertó. Nos encontramos casualmente afuera y empezamos a hablar de fútbol. Coincidimos en muchas cosas y me invitó a ir al entrenamiento al día siguiente. Tuvimos un buen feeling futbolístico, digamos. Me invitó a almorzar y seguimos conversando. Luego, seguimos en contacto y me consultó por algunos jugadores uruguayos. Y a fines de 2015 me ofreció incorporarme a su staff técnico. No lo dudé y me fui”, relató Szlafmyc sobre su relación con el cotizado entrenador argentino.
CONFIANZA. Entonces retornó a Miramar Misiones, a dirigir la Sub 16. En su primera etapa en los “monitos” había coincidido con Carlos Manta, quien, junto al “Chiqui” García le ofrecieron la reserva de Plaza a principios del año pasado. “Cuando se dio el descenso de Plaza a la B me ofrecieron el primer equipo. Es fácil decir que las experiencias son buenas cuando se coronan con resultados, pero trabajé con un grupo inolvidable para mí. Y no fue lo que logramos sino el cómo lo hicimos. La forma en que nos impusimos y desarrollamos nuestro juego, sobre todo frente a los rivales directos, fue muy bueno. El equipo alcanzó un nivel de confianza y de seguridad en sí mismo que fue muy importante”, relató orgulloso el entrenador que dirigió a varios futbolistas mayores que él.
“Es difícil hablar de una clave para explicar el ascenso. Lo principal fueron los jugadores que lideraron el proceso, su calidad humana. Como Mariano Bogliacino, Sebastián Díaz y luego Federico Pérez cuando se incorporó, fueron pilares. A mí me preguntan muchas veces cómo hago para liderarlos siendo más chico, y ellos fueron mis primeros aliados para que la armonía fuera un punto clave en el trabajo diario”m finalizó quien trabaja con Diego Tomati y Gonzalo negrín como ayudantes y el profesor Pablo Rodríguez, todos de su misma edad. La cuota de experiencia la da Aníbal Matonte, mientras que Sebastián Pereira entrena a los arqueros.
"Plaza subió por su proyecto deportivo"
Szlafmyc regresará a Colonia dentro de unos días y el 3 de enero comenzarán a entrenar para preparar el regreso a Primera División.
“Nuestro principal objetivo será mantenernos en la categoría. Como hemos hecho siempre nuestra meta cada semana va a ser el próximo rival. No concibo otra forma de pensar. Nuestra cabeza va a estar puesta en el 9 o 10 de febrero cuando tengamos que jugar nuestro primer partido”, explicó el técnico.
“Buscamos el crecimiento del club. Vamos a tratar de darle mucha cabida, tal como hicimos el año pasado, a jugadores genuinos del club. A jugadores jóvenes a los que les vemos potencial para el futuro. Rodeados de dos o tres de experiencia y para eso se ha sumado Joaquín Boghossian. Más teniendo en cuenta que ya no vamos a contar con Bogliacino que decidió no seguir jugando por asuntos familiares. Ellos son los que nos pueden dar un saltito de calidad y permitir que los más jóvenes puedan desarrollarse”, añadió Mario, quien reconoce que en Plaza cuenta todo con todo lo necesario para trabajar.
“Si bien no tenemos un gran gasto en el plantel, tenemos una infraestructura que nos permite entrenar de muy buena manera. En un complejo que está en muy buenas condiciones y una concentración, que nos permite estar muy cómodos. Plaza no se armó para subir, es un proyecto deportivo que subió como consecuencia de su orden y de la infraestructura que tiene armada. No es sólo lo que se hizo este año sino lo que se viene haciendo hace años”.
Un enamorado de Colonia
“Colonia es una ciudad hermosa, no sólo para descansar sino para vivir”, dijo convencido el entrenador, quien vive junto a su pareja, Micaela, su padre, su preparador físico y tres perros.
“Micaela se vino a vivir conmigo hace unos meses. Es un tema que no es fácil. Yo tengo compañeros en el cuerpo técnico que me dicen que decidieron dedicarse al fútbol sacrificando la vida familiar porque piensan que no son compatibles. Yo creo que sí se puede. La mujer que está con alguien del fútbol sabe que debe estar dispuesta a seguirlo porque uno no sabe a dónde te puede llevar el camino. Y yo tengo una gran compañera”.
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