PATA BLANCA

"No sobra nada, no falta nada”. La frase se replica en todas las instalaciones del club: estadio, complejo deportivo, gimnasio, sede. La repiten jugadores, entrenadores, dirigentes y allegados. Carlos Manta y Roberto “Chiqui” García la tomaron para describir lo que pasa en Plaza Colonia, una institución que sueña con otro logro histórico en el fútbol uruguayo, pero que se aferra a lo social para seguir creciendo.

Y todo tiene un comienzo. En 2013, García y Manta se hicieron cargo del fútbol en Plaza Colonia con el objetivo de empezar un proyecto ambicioso para la ciudad y el departamento.

El equipo se armó. “Chiqui” era un conocedor del fútbol coloniense por su experiencia como entrenador y Manta puso su cuota profesional con pasado como director técnico y también como gerente deportivo.

Con el club en Segunda División se trazaron los objetivos. El ascenso estaba planeado para 2016 o 2017, pero las buenas empezaron a llegar y en 2015 el “Pata Blanca” regresó al círculo de privilegio tras 10 años en la B.

La meta era clara: ser competitivos, pero no a cualquier precio. Los jugadores oriundos del departamento iban a tener un lugar especial en el plantel. De hecho la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) que tiene a García y Manta a la cabeza y la Asociación Civil que hoy preside Rafael González, tienen un acuerdo escrito que establece que un porcentaje de jugadores del club deben ser colonienses y otro porcentaje del plantel de Primera tiene que ser con futbolistas de las formativas.

En tiempos en los que muchos clubes uruguayos se deslindan de muchas de sus responsabilidades tras firmar un contrato con una SAD, Plaza Colonia es una de las excepciones y así se lo hizo saber González a Ovación: “Para ser claros, tenemos una muy buena relación, de respeto y de mucha colaboración. Tal es así que la directiva gestiona cosas a pedido de la SAD, apoyándola, y viceversa. Como cualquier sociedad es una relación que se construye con el tiempo y esos niveles de confianza y colaboración van aumentando con el tiempo”.

Otro acuerdo clave entre la Asociación Civil y la SAD fue la exigencia de entrenar y competir siempre en Colonia o dentro del departamento. “El éxito se debe a varias razones. Primero porque se trabaja entre buena gente. Y tanto a Carlos Manta como ‘Chiqui’ García y a la comisión directiva les interesa que a las dos partes le vaya bien y entendemos que no debe haber un divorcio, al contrario, somos un solo club y el éxito de cualquiera de las dos partes es de todos, pero principalmente de Plaza Colonia en su totalidad”.

Para muchos actores del deporte el éxito está relacionado solamente con resultados deportivos. En Plaza Colonia no. “Esto es mucho más que fútbol o títulos. El club hoy tiene el fútbol que es el que te pone en la televisión, en las redes sociales y en las tapas de los diarios, pero el club también es básquetbol, vóleibol, handball, boxeo, natación, actividades inclusivas como el fútbol para ciegos, sordos y con síndrome de Down, esgrima, tenis en sillas de ruedas. El éxito es ese: lograr la identidad con el departamento y que todas las personas tengan un punto de contacto con el club ya sea en lo deportivo, profesional o amateur, pero sobre todo en lo social, por eso nuestro objetivo es ofrecer un mejor club todos los días”.

Y cuando se habla de un mejor club la palabra infraestructura sale a escena. A diferencia de 2016 cuando ganó el Torneo Clausura venciendo a Peñarol en el Estadio Campeón del Siglo sin un complejo deportivo, hoy Plaza Colonia tiene el suyo con tres canchas, mejoró el Parque Juan Prandi —césped, iluminación artificial, vestuarios, gimnasios y zonas comunes— y va por el gran sueño de la institución: techar la piscina de 25 metros.

La obra se financia con inversión del club, apoyo de privados y el de la Comisión de Proyectos Deportivos (COMPRODE), que exige que la institución no tenga deudas de ningún tipo y Plaza Colonia está al día en todo. No debe un dólar. “Es un proyecto ambicioso que nos tiene muy ilusionados y que responde a la manera de trabajar que tiene el club junto a la SAD, porque la única manera de salir adelante es estando fuertes y hoy Plaza Colonia está fuerte”, explicó el arquitecto Gabriel González.

Y más allá del fútbol, de estar peleando por ser campeón del Torneo Apertura, de crecer en infraestructura y apostar al futuro, hay un aspecto fuerte que define a Plaza Colonia: la identidad y el sentido de pertenencia.

Jugadores, entrenadores y dirigentes se sienten parte. Sean o no oriundos del departamento dan todo de sí para aportar su granito de arena y eso contagia a las nuevas generaciones, algo vital para que el club siga creciendo y se haya transformado en un modelo departamental y también en un ejemplo nacional.

Miércoles frío en Colonia. A las 10:30 de la mañana empiezan a llegar los jugadores de Plaza para entrenar en el Estadio Profesor Alberto Suppici. La lluvia cede pero amenaza. Los futbolistas llegan en sus autos, entran al campo de juego, saludan y no pierden la sonrisa. Están contentos en el club. Se identifican con los colores y sueñan con ser campeones. La ilusión está latente y más viva que nunca. Hoy el equipo de Eduardo Espinel lidera el Torneo Apertura 2021 y por más que faltan cinco fechas, el plantel es consciente de este desafío.

Y cómo no se va a animar a soñar Plaza si en 2016 hizo historia quedándose con el Torneo Clausura tras ganarle nada menos que a Peñarol y en el Estadio Campeón del Siglo. Espinel era el entrenador por ese entonces y lo es ahora.

“Similitudes se pueden encontrar muchas, pero hay una que resalta y es la ilusión del grupo. Hay gente joven y de trayectoria y vos los ves que están ilusionados en conseguir algo importante y lograr eso es ayudar al de al lado para que crezca profesionalmente o consiga un mejor contrato. Hay un proyecto del club que es de ayuda mutua entre todos y nos ilusionamos”, le contó el director técnico a Ovación. 

El "Flaco" Álvaro Fernández, mundialista con Uruguay en Sudáfrica 2010, llegó al club y a pesar de no ser coloniense (nació en Agraciada, Soriano) ya está plenamente identificado con la institución.

"Es un club muy ordenado que esta creciendo bastante en todos los aspectos. Está comprometido a nivel social y yo estoy muy contento de pertenecer a Plaza Colonia", le dijo el "Flaco" a Ovación, agregando algo importante acerca de la identidad que se genera en la institución: "Eso se transmite en el día a día en el club, en la ciudad, con la gente que trabaja con nosotros como el 'Chochi' (Sergio Gregorio Delfino, el aguatero de Plaza) que es un referente en ese sentido porque nos transmite ese amor a Plaza. El resto es sencillo: hay que meterse en el grupo y ahí le vas tomando cariño al club".

Y si de referentes hablamos, Cristian Rodríguez fue una de las grandes incorporaciones de Plaza Colonia y no solamente desde lo deportivo con goles importantes, sino por todo lo que transmite el "Cebolla" fuera de la cancha y la importancia de un jugador 100% coloniense ya que nació en Juan Lacaze, su lugar en el mundo. 

“En Plaza encontré muchas cosas buenas. Hay un grupo sano, con ganas de triunfar y gente del interior. También encontré un club que quiere crecer en todos los sentidos y lo viene haciendo de buena manera, expandiéndose al departamento y con muchas actividades sociales. Me dijeron que Plaza te sana y es verdad: llevo tres meses acá y sin lesiones”, contó el “Cebolla” en charla con Ovación en el Suppici.

Todo Colonia disfrutó de un histórico título de Plaza en el Torneo Clausura 2016 y las historias son muchas. Romina Espino se hizo hincha del "pata blanca" a impulso familiar —por su esposo— y se transformó en una fanática, a tal punto que siguió una infinidad de campañas del equipo, de las buenas y de las malas.

En 2016, Romina fue con su esposo y su hija al Campeón del Siglo y recordó aquella lluviosa tarde inolvidable: “Seguimos toda la campaña siempre que jugaba Plaza los domingos. A ese partido fuimos en excursión y hasta ahora fue a ver clásicos, a Uruguay y demás, pero como ese partido no hay. Fue una emoción tremenda para todos los hinchas que fuimos”.

Con el tiempo y gracias a su emprendimiento —es repostera— generó una relación importante con varios jugadores, entrenadores y allegados a Plaza Colonia por su condición de hincha fanática y hoy se ilusiona con poder celebrar un nuevo título.

Federico Grasso tiene 45 años y se hizo hincha de Plaza Colonia por su hijo Sebastián (17). Lo acompañó siempre al baby fútbol y en 2016 vivió algo único: “Me acuerdo como si fuera hoy porque llovía un montón. Había expectativa pero era impensado y se logró. Lo compartí con mi hijo, que es el responsable de que yo hoy sea fanático. Hoy estamos muy ilusionados”, contó.

Sebastián no tiene muchos recuerdos del 2016 ya que tenía 12 años, pero sí sabe dónde estuvo y todo lo que pasó. Eso mismo espera que se repita en este Torneo Apertura 2021: ·"Estamos muy ilusionados porque nos morimos de ganas de estar ahí. Plaza es como una familia y los jugadores saben que los pocos hinchas que somos siempre alentaremos desde donde nos toque. No soy de hacer promesas. Pero tranquilo no estoy. Se me vienen los recuerdos del 2016 y ahora más grande es otra cosa. En teoría nos sacamos a los rivales más difíciles de arriba pero todos los partidos son complicados".