TORNEO APERTURA
El lateral izquierdo del Bicho jugó 13 partidos seguidos a gran nivel y se desespera por enfrentarse al tricolor. "Si no voy de arranque, entraré, pero no me lo pierdo", dijo.
Robert Ergas jugó los 13 primeros partidos del Apertura para Rentistas y lo hizo en gran forma. Por eso, no piensa perderse la final frente a Nacional. “Si no voy de arranque, entraré, pero no me lo pierdo de ninguna manera. No hay negociación posible, ya se lo dije a Cappuccio”, contó el lateral izquierdo del Bicho Colorado.
Ergas se desgarró en el partido frente a Cerro, donde también fue expulsado. Se perdió el partido ante Defensor Sporting (donde se crió) y estuvo en el banco contra Danubio. “El domingo se cumplieron los 22 días del desgarro y el partido no se dio para que tuvieran que arriesgarme. Ahora tengo un par de días más para recuperarme bien. La final es un partido que no quiero perderme, pero más allá de mi deseo personal está lo que sea mejor para el equipo y lo que decida el entrenador. Yo quiero estar siempre, pero sé que busca lo mejor para el equipo y para mí. Por eso no me arriesgó el domingo sobre el límite. Capaz que otro entrenador lo hacía y después me perdía el Intermedio. Es algo que valoro un montón”.
Cappuccio lo conoce desde juvenil, pero no porque lo haya dirigido. El técnico estuvo en las formativas de Wanderers y Peñarol, cuando Ergas era un juvenil de Defensor Sporting y lo tuvo muchas veces en contra. Y lo venia siguiendo desde esas épocas.
Eduardo Acevedo lo puso de lateral
Es de Malvín Norte y jugó el baby fútbol en América y Alumni. A los 12 años llegó a la escuelita de Defensor Sporting e hizo todas las formativas en el club. Jugaba de puntero izquierdo o de 9. Fue recién cuando lo ascendieron al primer equipo violeta que Eduardo Acevedo lo puso de lateral. Hoy se lo agradece. “Me subieron de volante o puntero, pero me fueron fogueando para el puesto por mi velocidad. Eduardo me dijo que era por ahí y se lo agradezco”.
Es más, en el 2018 Cappuccio lo pidió cuando Rentistas aún estaba en la B, pero Ergas se había ido a préstamo de Defensor Sporting a Albacete. A principios de este año, el entrenador logró su cometido.
“Me llamó personalmente, me contó sobre el proyecto, la disposición a trabajar y sus ganas. Me encantó y me quise sumar enseguida”, relató Ergas, de solo 22 años.
“Hoy siento un gran sentido de pertenencia con Rentistas. Estoy muy contento de estar donde estoy. Encontré una unión que va mucho más allá de lo profesional. Todos nos apoyamos a morir y si alguien tiene un problema -sea familiar, porque no está jugando, o lo que sea- todos apoyan. Eso nos hace fuertes, es una de las cosas más importantes que tenemos como equipo y creo se ve plasmado en la cancha”, dijo quien se dio cuenta de muchas cosas en los dos juegos en que no estuvo en la cancha.
“Uno adentro se pierde mil cosas. Ver a mis compañeros hacer el partidazo que hicieron con Defensor y enfrentando a Danubio peleando el campeonato fue un gran orgullo. Me sentí feliz de ser parte del equipo, que es un pilar fundamental en lo que estamos logrando”.
A pesar de que aún es muy joven reconoce que está en su mejor momento. “Estoy en el nivel más alto porque me siento importante y el entrenador me hace sentir parte. Me da confianza, es el primero en venir a decirme que confía en mí si no anduve bien en un partido. Y eso es fundamental. Es muy difícil que un jugador sin confianza pueda estar en un buen nivel”.
Sabe que lo mejor que tiene es la velocidad y desdoblarse por afuera en ataque. “Estoy muy contento con Gonzalo Vega, que es mi compañero de franja y me facilita todo un montón. Confía en mí y tenemos una gran conexión; sabemos con solo mirarnos lo que va a hacer el otro y eso influye en mi nivel”.
Es consciente que obtengan el título o no habrán dejado una marca en el club y en el fútbol uruguayo. “Rentistas viene de la B y le está peleando el campeonato a un grande como Nacional. La final va a ser super difícil. Aunque Nacional no esté en un gran momento, no deja de tener jugadores de clase y además, tiene la obligación”.
Hoy los Bichos Colorados concentran en el hotel de siempre esperando la final. Aunque se los convoca para la hora de la cena, la mayoría se presenta después del mediodía. Ergas no es la excepción. “Voy apenas se puede ingresar. No es que mi hijo (Estéfano, de un año y medio) no me deje dormir; al contrario, es mi compañero de siesta, pero voy antes para estar con mis compañeros. Y es también una cábala que tenemos con Rolín, con quien concentro. Y no la podemos cambiar”.
"Me dolió un montón salir de Defensor Sporting"
Ergas se fue a jugar a España porque no era tenido en cuenta por el entrenador Ignacio Risso, que estaba dirigiendo entonces a Defensor Sporting. “Me dolió un montón salir del club al que llegué a los 12 años. Defensor es una institución que me ayudó mucho y cuando necesité su apoyo lo tuve. Soy agradecido y un hincha más del club, pero necesitaba sentirme jugador y jugar fuera donde fuera. En esta carrera hay que mostrarse para proyectarse. Esto es muy corto y si pasas seis meses o un año sin jugar es muchísimo tiempo”, explicó.
“Me fue bien en Albacete, jugó sobre todo en los partidos de Copa del Rey. Fue mi primera experiencia fuera del país y creo que maduré mucho como futbolista y como persona. Me fui muy joven y estar lejos de la familia me hizo crecer, más teniendo en cuenta que mi hijo Estéfano tenía sólo dos meses”, contó