ENTREVISTA

Ese grito le quedará inmortalizado en la memoria. El centro llegó desde la derecha, Matías Cóccaro eludió la marca de Sández y definió de cabeza al palo derecho para marcar el gol de la victoria de Huracán ante Boca Juniors.

¿Lo siguiente? Festejo entre abrazos con sus compañeros y estirada con la cara sobre el césped de La Bombonera en señal de incredulidad. “Sin duda que fue un partido muy especial, jugar en La Bombonera y con toda esa gente tiene una motivación extra, pero muy contento por cómo jugó el equipo, por cómo nos plantamos en la cancha, hacer un gol ahí fue tremendo y lo disfruté”, cuenta a quien apodan El Zorro.

La alegría trajo consigo polémica porque, luego de la celebración, llegó el pedido de disculpas del uruguayo hacia toda la hinchada bostera. La imagen se viralizó por los medios argentinos y algunos se preguntaban a qué se debía ese gesto. En diálogo con Ovación, el propio jugador lo explicó: “Desde chico siempre me crié viendo a Boca ganar, justo jugaron futbolistas que yo siempre seguí y me gustaron como Riquelme, Palermo, el Manteca Martínez, el Tanque Silva, jugó Maradona ahí, por eso también ese respeto hacia ese club”.

Esa acción espontánea fue inesperada para muchos y, de hecho, Marcos Díaz, capitán de Huracán, lo dejó claro en una entrevista: “Nos sorprendió a todos, la verdad no lo entendí”, le dijo al programa radial Un Globo en Todas Partes (AM 1550). Aunque luego acotó que sabe el motivo por el que el jugador lo hizo y que entiende que pueda tratarse de un pecado de juventud. Al ser consultado sobre el hecho concreto, Cóccaro respondió: “Soy una persona muy pasional, hago lo que pienso, nunca me arrepiento de lo que hago, simplemente le pedí disculpas a gente con la que yo me sentía identificada y estoy tranquilo con eso porque sentí que lo tenía que hacer y lo hice”.

El exjugador de Montevideo City Torque añadió que no fue algo premeditado: “Me surgió en el momento, ni ahí de pensarlo, justo vi que estaba Guille Coppola, que yo lo había saludado antes del partido, cuando miré, lo vi, y fue como pedirle disculpas a toda esa gente con la que yo me siento identificado, son jugadores que marcaron parte de mi infancia”, insistió en referencia a glorias del club que recuerda con alegría.

Tiene una lista envidiable de referentes futbolísticos y se considera un afortunado de haberse criado viendo a un Boca ganador con figuras estelares, pero hay uno en particular que le genera admiración: “Todos los uruguayos tuvimos ídolos y el Manteca Martínez marcó la infancia de varios jugadores, yo miraba todos sus festejos y goles; mi celebración en el alambrado es por él”, declaró.

Aunque considera que esos nombres rutilantes son “inigualables”, el Zorro trata de ver videos “para tratar de hacer las cosas como ellos las hacían y aprender de los mejores”.

Si tuviera que optar por un solo ídolo, elige a Martínez: “Porque es uruguayo y por todo lo que hizo; como todo uruguayo tengo muchos ídolos y cada jugador uruguayo marca una historia en un club”, explicó. Sin embargo, hay una figura mundial que le parece inalcanzable para cualquier otro futbolista: Diego Armando Maradona. “El Diego es el Diego, hay uno solo”, contó con el fanatismo a flor de piel.

En el fondo está el “debe” que le quedó por no haberlo podido conocer. “Me hubiese encantado tener el placer en mi vida de tener algo de él, pero son sueños que no se pudieron cumplir. Es a la persona que más quiero y no conozco”, narró. No pudo ser una llamada, tampoco un mensaje para intercambiar saludos con un astro del fútbol. “No sé si me hubiese dado también, pienso que me hubiese tenido un poco de vergüenza en ese momento”, contó.

El Zorro es hincha tricolor. “Mi padre es hincha de Nacional y todo el que me conoce de la infancia sabe que me lo inculcó; soy hincha del club y desde chico era raro no verme con esa camiseta”.

En el recuerdo de Cóccaro y su padre está aquella final del Campeonato Uruguayo 2005/2006 entre Nacional y Rocha que el tricolor ganó 4-1. “Me acuerdo de haber ido con mi viejo y unos amigos de él”, contó.

Respecto de si sueña vestir la camiseta tricolor algún día respondió: “Sin duda que sí, espero en algún momento poder representarla y que sea en una etapa de mi vida que pueda ser joven, que pueda ayudar al club y dejarlo bien representado como se merece”.

Ahora el objetivo está claro: “Desde un principio vine acá con el propósito de estar un año, hacer goles y tratar de dar el salto a Europa; por ahora vengo muy bien encaminado”, cerró quien acumula tres goles en seis partidos en 2022.

Lo que inició en tono jocoso terminó en polémica. Tras ganar con gol suyo ante Boca, Cóccaro se acordó de Sández, su marcador en la jugada con final feliz, y declaró entre risas: “Le dije que me había marcado bien toda la noche, que era un fenómeno, que usaba bien los brazos. Lo endulcé un poquito, creo que se confió un poco”.

La respuesta de Sández no tardó en llegar con un fuerte mensaje que cerraba diciendo que ya se volverían a encontrar dentro de una cancha. En diálogo con Ovación, el delantero explicó la situación: “Lo mío fue un simple comentario en modo de joda, simplemente se le dio un poco más de color, pero jamás expondría a un jugador, lo tomé a modo de broma, son cosas que tienen que quedar adentro de la cancha y nada más”, relató quitándole dramatismo a la situación.

A la hora de pensar el próximo encuentro con el lateral xeneize en una cancha dijo que “se soluciona con un apretón de manos”.

A veces el cambio requiere una adaptación. Y esta no fue la excepción para Matías Cóccaro que, tras dos años y medio jugando en City Torque, pasó a jugar en Huracán de Parque Patricios. “A lo primero me costó, me llevó tiempo adaptarme, acá el fútbol es mucho más intenso, al estar trabajando un tiempo en Torque me costó unos partidos cambiar el estilo de juego, pero a medida que me fui adaptando pude hacer goles y estoy contento por eso”, inició. Luego hizo énfasis en las características comunes entre ambos torneos y en el esfuerzo físico que requieren. “El fútbol uruguayo es tan fuerte como el de acá, son dos estilos de fútbol muy semejantes, pero en Argentina es todo un poco más intenso”, insistió. En este sentido, añadió: “A veces acostumbrarte a esa intensidad al venir de allá te cuesta, pero una vez que le agarrás la mano está bueno y tiene ese plus que te hace crecer como profesional”. El sábado jugó los 90’ en la derrota de Huracán a manos de Godoy Cruz.