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AURINEGROS ENRIQUE ARRILLAGA En medio de la danza de nombres que se manejan para reforzar al plantel, del ciclo que comenzó Alfredo Arias y de los objetivos que se debe plantear Peñarol para la temporada 2023 tras dejar atrás un muy mal año deportivo, el nombre de Walter Gargano aparece como una incógnita para algunos. El capitán mirasol no cerró el año con los minutos esperados ya que luego de algunas lesiones y contratiempos, su nivel no fue el mismo de siempre y eso le terminó jugando una mala pasada. Incluso hasta Leonardo Ramos, exentrenador carbonero, se encargó de explicar si situación y expresó que “hablé con él y le dije que no era el que yo conocía, que no lo veía con el ritmo que necesitábamos y por eso fue el cambio”. Es que el Mota no pudo gravitar como lo había hecho en la temporada 2021 en la que fue clave para el juego de un Peñarol que además de ganar el Campeonato Uruguayo, llegó hasta las semifinales de la Copa Sudamericana. Sumado a eso, el capitán intercambió camiseta con su amigo Luis Suárez en el clásico del Torneo Clausura disputado en el Gran Parque Central y en la interna de Peñarol no fue bien visto. “No me gustó. No le gustó a nadie y no mucho más que eso”, dijo en su momento el presidente Ignacio Ruglio. Ignacio Ruglio en Los Aromos. Foto: Francisco Flores. Esos hechos se conjugaron para poner en duda la continuidad del capitán carbonero, pero también hay varias razones para que se respete su contrato. En primer lugar, Alfredo Arias pidió hasta el final de esta semana para analizar a todo el plantel mirasol y decidir junto al área deportiva quién sigue y quién no. Y así lo explicó Ignacio Ruglio al ser consultado por Ovación acerca de la continuidad o no del volante de 38 años: “Todavía no lo tengo claro, pero Alfredo Arias pidió para ver a todos los jugadores hasta el final de esta semana”. Además, Pablo Boselli, representante del capitán aurinegro, dijo en Sport 890 que “Gargano se siente preparado para hacer un buen semestre con Peñarol”. Lo cierto es que Walter Gargano tiene contrato hasta el 30 de junio de 2023 y por el momento entrena de manera normal en Los Aromos aprontándose para defender una temporada más a Peñarol. LOS AROMOS Los entrenamientos en Peñarol siguen bajo las órdenes de Alfredo Arias en Los Aromos y así lo hará el plantel principal hasta el 22 de diciembre, ya que el 23 de ese mes comenzará la licencia obligatoria para los futbolistas que tras ese descanso, volverán a la concentración mirasol el próximo martes 3 de enero para encarar lo que será la temporada 2023 del carbonero. RELACIONADAS Peñarol derrotó 64-56 a Instituto en su debut por la Basketball Champions League Serie Río de la Plata: cuándo juegan Peñarol, Nacional y el resto de los equipos uruguayos Peñarol en etapa de evaluación, pero saldrá al mercado: posiciones a reforzar y qué nombres suenan Supercampeones: Peñarol ganó un quinquenio y saborea otro en fútbol sala
MERCADO ENRIQUE ARRILLAGA El 2022 de Peñarol fue para el olvido en lo deportivo y es por eso que en el club ya aprontan la temporada 2023. Con la designación de Alfredo Arias como nuevo entrenador, ahora habrá unos días de evaluaciones en Los Aromos y luego se empezará con el trabajo que puede llegar a determinar el futuro: las contrataciones. Es que muchas veces el período de pases marca a un equipo y eso Peñarol lo sabe muy bien. En 2022 no contrató de la mejor manera y lo terminó pagando muy caro. Ahora, tras la llegada de Arias a la conducción técnica, el entrenador fue claro y le dijo a Ignacio Ruglio que “nunca me gustó destruir. Prefiero ver lo que está construido y sobre eso armar algo mejor” en referencia al plantel. Pero es claro que el aurinegro necesita refuerzos y de nivel si es que pretende volver a ser campeón del Uruguayo y tener una buena campaña en la Copa Sudamericana porque de lo contrario caerá en el cúmulo de malos resultados que tuvo en la temporada 2022. El entrenamiento de Peñarol este lunes en Los Aromos. Foto: Francisco Flores. Lo cierto es que luego de que el cuerpo técnico eleve el informe de los jugadores con los que pretenderá contar en y los que no, el área deportiva, la Comisión de Fútbol y el Consejo Directivo empezarán a evaluar el tema refuerzos. Y según contó el presidente Ignacio Ruglio, Peñarol saldrá fuerte al mercado porque buscará la contratación de un golero, un zaguero, dos laterales y dos centrodelanteros. Todo quedará también supeditado al informe de Alfredo Arias y el área deportiva en cuanto al actual plantel. ¿Hay nombres? Por ahora pocos, pero se trabaja en el regreso de Pablo Ceppelini, interesan Salvador Ichazo y Lucas Pratto, se podría reflotar lo de Brahian Alemán, y se harían gestiones o contactos por Lucas Hernández, Lucas Olaza y Abel Hernández. RELACIONADAS Supercampeones: Peñarol ganó un quinquenio y saborea otro en fútbol sala ¿Quiénes son los 16 entrenadores de la Primera División de Uruguay para la temporada 2023? Siguen trabajando en la vuelta de Ceppelini a Peñarol; ¿y Brahian Alemán? Peñarol tiene días y rivales confirmados para el Torneo de Verano: cuándo y contra quién juega
FUTSAL MATÍAS PÉREZ El ambicioso Peñarol se quedó otra vez con el Campeonato Uruguayo de fútbol sala. A pesar de ser el cuarto título al hilo y el vigesimotercero en el historial, el aurinegro viene creciendo año a año y sus aspiraciones lo llevaron a ser segundo en América en la última Copa Libertadores. Del otro lado, por segundo año consecutivo, estuvo Boston River. El Sastre fue un digno rival, le plantó cara al equipo más fuerte, venía de dejar por el camino a grandes equipos como Rio Branco y Nacional pero, ante los aurinegros, pecó de haber perdido la concentración y eso le permitió a Peñarol haber sacado ventaja en un momento clave y derribar la ilusión de los de Barrio Bolívar de estirar la definición a un partido más. Los encuentros así se definen en los detalles y muchas veces los ganan los que menos se equivocan. Y Boston falló más que Peñarol que hizo un partido casi sin fisuras. Corrían solo 45 segundos cuando Alejandro Aunchayna se desprendió de su posición de líbero y aprovechó la desconcentración en el rival para ser el primero en llegar a la pelota y vencer a Christian Gaitán con un fuerte remate al primer palo. Pero si hay algo que tiene Boston River es rebeldía y no se iba a dar por vencido. Maxi Navarro trasladó y por banda izquierda y dejó notablemente de taco hacía atrás para Matías Menza, el más regular en el año del Sastre, y el número 7 pisó hacia adelante y castigó de zurda para el empate. Pero otra vez en los detalles estuvo más preciso Peñarol. Ignacio Salgués aprovechó otra falla en la defensa rojiverde y le dio el gol servido a Juan Custodio, que anotó el segundo en ocho minutos. En una final y ante un rival así, cada error se paga muy caro y Boston iba a tener tres minutos fatales. Algo que ya le había pasado en los duelos de la temporada ante Peñarol. Fútbol Sala: Gaitán, arquero de Boston River, se juega la ropa ante Brandon Díaz que fue figura de Peñarol. Foto: @auffutbolsala A los 12 minutos Brandon Díaz, que recién había reingresado, ganó la banda y, ante el achique de Gaitán que se resbaló cuando fue a atorar, cedió para Nacho Salgués que puso el tercero en el segundo palo. Anímicamente, hubo un quiebre. Un minuto después hubo premio para la figura de Peñarol. Brandon Díaz dejó por el camino al arquero con un gran amargue y el quinto tanto del aurinegro, a los 14 minutos fue muy especial. Con ese gol, Nicolás Ordoqui selló el 5-1 con el que se fueron a vestuarios pero, además, el capitán de Peñarol se transformó con 59 goles en el goleador del torneo junto a Diego Vela de Old Christians. Peñarol es versátil. Se preparó de buena forma para la Copa Libertadores y al aurinegro le sienta bien cualquier estilo de juego. Sus jugadores creen totalmente en la idea del entrenador argentino Ignacio Cabral y prueba de ello es la atención con que lo escuchan cada vez que toma la palabra. En el vestuario Boston River hizo mea culpa y salió a jugar el complemento mucho más sereno buscando el descuento pero sin desesperación. Se encontró con un rival que defendió bien pero, aún así, encontró el segundo luego de que un fuerte zurdazo de Víctor Rodríguez se estrellara en el palo y diera en la espalda del arquero Mathías Fernández para terminar dentro del arco. En los minutos que siguieron hubo alguna tapada de Fernández y buenos minutos de Facundo Marichal y Luciano Cosentino en el Sastre pero la ventaja para Peñarol parecía no correr ningún riesgo y el partido entró en una meseta hasta que quedaron cinco para el final. En ese momento Nicolás Moliterno hizo que sus dirigidos pasen a jugar con Jorge Rodríguez como arquero-jugador y le dio un condimento al partido que se volvió más atractivo. Pero Peñarol no solo estuvo muy bien en la marca si no que se animó a presionar desde la salida para evitar la superioridad numérica que quería conseguir su rival. Fútbol sala: Nicolás Ordoqui, de Peñarol, ante Víctor Rodríguez de Boston River. Foto: @auffutbolsala A falta de un minuto hubo premio para Boston por intentarlo, por ir al frente y por el gran año que completaron. Otra vez apareció el talentoso número 10, Rodríguez, para maquillar el resultado de 5-3 a favor de Peñarol con el que terminó el partido. Fue justo. El carbonero no solo tiene el mejor plantel del medio si no que sus jugadores están totalmente comprometidos con la causa y la idea. Se destacaron sus goleadores pero si hubo uno que mereció anotar el suyo fue Richard Catardo. El popular Mascota llegó sentido a la final pero la jugó como si no lo estuviera. Peñarol consiguió el tetracampeonato y cerró de la mejor manera un gran año que lo tuvo entre los mejores del continente. Aunque ahora seguramente estén pensando en un merecido descanso, la próxima temporada los espera con dos grandes desafíos: la Copa Libertadores que se jugará en mayo en Venezuela e intentar conseguir el quinquenio a nivel local. Las damas primero, el plantel femenino ya les marcó el camino. femenino Y de qué manera. Las aurinegras no habían podido vencer a Nacional en la temporada (una derrota y un empate) y, en la definición, se vieron obligadas a ganarle a las tricolores en la final del playoff para forzar, una semana después, un nuevo partido por el título del Campeonato Uruguayo. Fútbol Sala: Peñarol logró, en femenino, el primer quinquenio de la historia. Foto: @auffutbolsala El partido por el playoff fue durísimo. No vio el mejor juego de los dos equipos y Peñarol fundamentó su victoria en un gran trabajo defensivo que sostuvo la ventaja conseguida con el gol de Mariana Crocano tras gran asistencia de Paula Viera. Las dos son multicampeonas y, después de tantos años jugando juntas, se conocen tanto que podrían ser hermanas. Una semana más tarde, la fórmula se repitió en la final por el Campeonato Uruguayo. Otra gentileza de Lola para que la capitana abriera el marcador a los tres minutos del partido en la calurosa tarde de domingo en el Polideportivo de Las Piedras. Peñarol estaba haciendo todo bien. Las de Andrés Izquierdo presionaban alto, robaban la pelota con mucha eficacia y, por si eso fuera poco, Lorena Graña podía girar con facilidad cada vez que recibía de espaldas en posición de pívot. Y las cosas se facilitaron para las carboneras cuando, tres minutos después, la exNacional Shamila González sacudió un derechazo tremendo que se metió con furia en el ángulo. Y de esa manera lo festejaron. Peñarol fue claro dominador del primer tiempo y sacó una ventaja que parecía muy difícil de remontar cuando a los 12 minutos la venezolana Mariangela Magdaleno probó de larga distancia y venció la resistencia de Lorena Acevedo que, aunque venía cumpliendo un buen partido, pudo hacer más para evitar el tercer tanto aurinegro. Pese a la ventaja y a que las rotaciones fueron constantes para cuidar el físico de algunas jugadoras que llegaron con lo justo, las aurinegras siguieron presionando y buscando estirar la diferencia pero mermaron al llegar a la cuarta falta colectiva y se fueron al descanso 3-0. Fútbol sala: Sofía Ferrada de Nacional, ante la marca de Lorena Graña y Paula Viera de Peñarol. Foto: @auffutbolsala Para el complemento Nacional recuperó la memoria, se pareció al equipo que llegó a estas instancias, y Peñarol dio la sensación de haber sentido el esfuerzo físico del primer tiempo. Las de Izquierdo salieron con un planteo más defensivo y las de Jorge Seré mejoraron notablemente con los buenos ingresos de Josefina Villanueva y Sofía Ferrada. Precisamente la minuana puso el descuento a los seis minutos del segundo tiempo, venciendo la resistencia de Sofía Olivera. Chofy ingresó para la segunda mitad en lugar de Catia Gómez que, durante el primer tiempo, respondió con mucha solvencia cada vez que fue llamada a actuar. Pero la experiente arquera tuvo mucho más trabajo que su colega. Peñarol no respondía y el equipo quedaba muy largo y sin opción de pase como para construir un contragolpe. Olivera fue una de las figuras y, además de lucirse con buenas atajadas, supo regular los tiempos y los ánimos apelando a su buen juego con los pies. Fútbol sala: Mariangela Magdaleno, la apuesta de Peñarol, festeja su gol en la final del Campeonato Uruguayo. Foto: @auffutbolsala Nacional siguió intentando y acumulando méritos. A los once minutos un disparo cruzado de Valentina Pereira pudo más que el buen partido de la arquera mirasol y puso un nuevo descuento que ilusionaba a las de Seré. Pero el empate no llegó. Tampoco cuando, a falta de tres minutos para el final, las tricolores intentaron con arquera-jugadora y el partido terminó 3-2 para las aurinegras. El título, una vez más, fue para Peñarol que, con una gran camada de jugadoras de mucha experiencia, se enfrentó a un joven equipo de Nacional que promete y lo venció en dos finales en una semana para hacer historia al quedarse con otro Campeonato Uruguayo. Uno diferente, porque significa el primer quinquenio en la historia del fútbol sala uruguayo. RELACIONADAS La rompió: Piedras Blancas es el dueño del futsal en la Liga Universitaria de Deportes