Enviado a São Paulo / Brasil
La percepción que hay en Nacional de que se debería encontrar una alternativa a Christian Oliva, es lo que lleva a que los tricolores no se retiren completamente del mercado. Eso, sumado a que se siguen recibiendo ofertas por Lucas Sanabria, hasta el momento rechazadas, es lo que lleva a que desde Nacional se analice la situación de diferentes jugadores.
Uno de ellos fue Luciano Boggio por el que el propio José Decurnex viajó a Buenos Aires, mantuvo diálogos con el presidente de Lanús, pero que no llegaron a buen puerto. Algo similar ocurrió poco tiempo después con otro volante uruguayo en el fútbol argentino como Yvo Calleros.
Si bien todo parecía encaminado, finalmente la chance se desvaneció y el volante hoy se convirtió en nuevo jugador de Boston River.
El último intento había sido el de Rodrigo Pérez quien rescindió su cesión en Instituto de Córdoba y también su vínculo con Defensor Sporting, club que era dueño de su ficha. Se había llegado a un acuerdo de palabra, pero finalmente el futbolista terminó eligiendo jugar en Peñarol.
El nombre que surgió en las últimas horas es otro que está sobre la mesa y es el de Nicolás Fonseca. El mediocampista que actualmente defiende a River Plate de Argentina no es prioridad para Marcelo Gallardo, nuevo entrenador del Millonario. Desde el equipo de la vecina orilla se ve con buenos ojos una salida del futbolista y de hecho clubes como Lanús y Estudiantes de La Plata pusieron los ojos en él, pero lo propio hizo Nacional.
Desde filas tricolores le confirmaron a Ovación el interés que hay aunque afirmaron que es “muy dificl que se pueda concretar”, más allá de que el cuerpo técnico de Martín Lasarte lo ve con buenos ojos.
Lo que más complica su arribo es que River Plate pretende que Nacional compre parte de su ficha teniendo en cuenta que el Millonario tiene cubierto el cupo de préstamos a clubes del exterior.
Tras el esfuerzo del tricolor en los negocios de Sebastián Coates, Nicolás López, Diego Herazo y Nicolás Rodríguez, no tiene mucho margen y eso es lo que complica la llegada del mediocampista de 25 años nacido en Nápoles (Italia) que hizo inferiores en Novara y luego pasó por River Plate de Uruguay y Wanderers donde explotó para cruzar el charco donde sumó 1.347 minutos en 23 encuentros.