El Estadio Centenario volvió a ser un coloso de América en la final de la Sudamericana

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El Estadio Centenario recibió el duelo entre Athletico Paranaense y Bragantino por Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.

EN MONTEVIDEO

El monumento al fútbol mundial recibió la definición del torneo continental que tuvo como campeón a Athletico Paranaense frente a RB Bragantino y se mostró de primer nivel.

El Estadio Centenario recibió el duelo entre Athletico Paranaense y Bragantino por Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.
El Estadio Centenario recibió el duelo entre Athletico Paranaense y Bragantino por Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.

Las imágenes que rondaban en redes sociales ilusionaban, pero lo cierto es que verlo en primera persona impresiona mucho más. La renovación del Estadio Centenario convirtió a este monumento del fútbol mundial en un escenario de primer nivel y, sobre todo, sin perder la esencia de aquel que se levantó en tan solo nueve meses hace ya 91 años.

Impacta al entrar por los accesos a la tribuna y ver un campo de juego impecable y tribunas con un color uniforme que lo resaltan tanto en vivo como en la transmisión televisiva.

Como si todo eso fuera poco, la renovación del Centenario no se hizo para cualquier fin, sino que se realizó para recibir las dos finales continentales más importantes a nivel de equipos: la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores.

Fue la primera de ellas la que se llevó a cabo en la pasada jornada y que terminó con victoria de Athletico Paranaense por 1-0 gracias al golazo que marcó Nikao cuando iban disputándose 28 minutos de la primera mitad.

El rostro del número 11 se pudo observar en la renovada pantalla gigante que destacó esa y cada una de las acciones del partido, porque además del gol estuvieron las amarillas, las variantes y los descuentos.

Athletico Paranaense vs. Bragantino
El gol de Nikao para el 1-0. Foto: Nicolás Pereyra

El gol llegó luego de un centro que cayó en el segundo palo y que terminó encontrando el único compatriota que tuvo el juego y que se terminó consagrando: David Terans.

El Rey volvió a ser una pieza clave del Furacao que tal vez no hizo su mejor partido, pero como se suele decir en estos casos: las finales no se juegan lindo, se ganan.

Y así lo hizo el equipo de Alberto Valentim que le cedió la pelota a su rival, pero fue efectivo y en una de las pocas chances que tuvo de anotar lo hizo para poner el único tanto de la jornada.

Tal vez la falta de experiencia ante estos partidos le jugó una mala pasada a RB Bragantino que realmente terminó haciendo poco para quedarse con el triunfo. Si bien fue el más intenso en los primeros 15 minutos de juego y allí generó las chances más claras, luego tuvo la pelota sin poder lastimar a un Paranaense que se replegó y le salió bien.

El festejo del título de la Copa Sudamericana de los jugadores de Athletico Paranaense. Foto: Nicolás Pereyra.
El festejo del título de la Copa Sudamericana de los jugadores de Athletico Paranaense. Foto: Nicolás Pereyra.

Sobre las 14 horas se abrieron los ingresos y los hinchas de Paranaense, que llegaron en mucho más número que los de RB Bragantino, comenzar a ingresar a la Tribuna Olímpica, que finalmente fue la única que tuvo público, más allá de que también lo hizo la América.

Las camisetas de David Terans se empezaron a multiplicar, así como también se veía a muchos hinchas de los dos equipos mezclados. Algo que no se terminó haciendo dentro del Centenario, ya que hubo un sector destinado para cada institución al momento de que comience el encuentro.

Los de Paranaense, en mayor cantidad, llegaron desde Curitiba y los de RB Bragantino desde Bragança Paulista, uno de los municipios menos poblados con los que cuenta el Estado de São Paulo.

Los hinchas de Athletico Paranaense en la final de la Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.
Los hinchas de Athletico Paranaense en la final de la Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.

El colorido al que siempre apuesta Conmebol llevó a que el campo de juego recibiera a “Baroes da Pisadinha” que luego de su show musical le dio paso a los jugadores que saltaron a la cancha en conjunto.

Precisamente, el campo de juego era, como se dice popularmente, “un billar”. La pelota rodó perfectamente y el hecho de que fueran dos equipos brasileños ayudó porque en gran parte del partido el esférico estuvo a ras del piso y bien jugado. El césped se mostró parejo y con la calidad necesaria para un juego de esta magnitud, más allá de que era esperable teniendo en cuenta que era el primer partido que se disputaba con él.

El renovado Estadio Centenario cambió el rostro en lugares donde habitualmente solo se encuentran jugadores y delegaciones de los equipos, así como también lo hizo en sectores donde solamente suele ir a la prensa y en ese la referencia es para la bancada.

Detalles como las nuevas mesas y asientos así como también el acceso individual a internet y la electricidad le dan otro rostro a ese sector del Estadio Centenario donde los hinchas no suelen tener acceso, pero donde desarrollan la actividad otros actores de esta competencia.

Y en ese sentido mucho habrá cambiado la imagen de los periodistas extranjeros que tal vez llegaron en otras ocasiones al Centenario respecto a lo que vieron en la pasada jornada.

Otro de los detalles que tal vez llamó la atención, pero que permitió observar otro de los grandes cambios del escenario deportivo, fue la presencia de las nuevas luces led.

Si bien el juego empezó de día y finalizó cuando apenas estaba cayendo el sol, fue precisamente durante y tras la premiación que las luces empezaron a mostrar su mejor versión y en ellas se dejó ver el cambio que permite observar un campo de juego mejor iluminado.

El festejo de David Terans junto a sus compañeros en la final de la Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.
El festejo de David Terans junto a sus compañeros en la final de la Copa Sudamericana. Foto: Nicolás Pereyra.

Cuando Andrés Matonte, el árbitro uruguayo que fue acompañado por sus compatriotas Martín Soppi y Carlos Barreiro, marcó el final del juego, la algarabía se adueñó de gran parte de la Tribuna Olímpica, ese sector que estaba vestido de rojo y negro por los hinchas de Athletico Paranaense.

El “É campeão” de los hinchas comenzó a caer sobre el campo de juego donde los jugadores del Furacao, entre ellos David Terans, se abrazaban celebrando así el bicampeonato luego de que el equipo norteño se adueñara de la Copa Sudamericana en 2018.

Nikao fue condecorado como el mejor jugador del partido y hubo otro uruguayo involucrado en los premios que no estuvo en el encuentro: Agustín Álvarez Martínez.

Con sus 10 goles en 14 partidos, el delantero de Peñarol quedó por encima de Artur, jugador de Bragantino, que cerró la competencia con siete, y fue el goleador del certamen.

El Estadio Centenario vivió una fiesta y de verdad el partido permitió darle el estreno que se merecía a la remodelación de un escenario que quedó de primer nivel y que seguramente la próxima semana contará con mucho más público cuando Flamengo y Palmeiras se midan por la final de la Copa Libertadores para cerrar así el ciclo de finales.

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