COPA LIBERTADORES
Los tricolores fueron de menos a más en el partido contra Independiente del Valle y se trajeron un valioso empate de la altura de Quito.
Independiente del Valle y Nacional empataron 0-0 en Quito en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores, en un resultado que es positivo para los tricolores en un lugar sumamente difícil de jugar, donde los ecuatorianos habían ganado todo lo que habían disputado en este certamen, con un contundente 10-0 en total.
La estrategia de Jorge Giordano, DT de Nacional, era clara: tratar de minimizar al máximo las virtudes de Independiente del Valle, no dejándole espacios, e intentar aprovechar las pocas situaciones de gol que se presentaran.
Previo al comienzo del partido, Guzmán Corujo se sumó a las bajas de Gabriel Neves y Agustín Oliveros, ya que se resintió de su tendinitis en el calentamiento y tuvo que ser sustituido por Armando Méndez, pasando Mathías Laborda a la zaga, su puesto natural.
En los primeros 20 minutos Nacional sufrió, porque le cedió completamente la pelota a Independiente del Valle y nunca lograba hilvanar más de tres pases seguidos. Por si fuera poco, algunos jugadores trasladaban demasiado el balón y la perdían, ya que eran doblados en la marca.
Los ecuatorianos buscaron (como era previsible) a la espaldas de los laterales, principalmente por la izquierda de la defensa de Nacional, donde Ayrton Cougo mostraba dificultades en la marca.
Cada vez que los locales llegaron a fondo, se encontraron con la figura de Sergio Rochet, que tuvo un notable rendimiento, siempre bien parado. Quizás la más difícil fue cuando quedó mano a mano con Ortiz y el nacido en Nueva Palmira ganó el duelo.
A Rafa García le costó adaptarse al ritmo del partido y al principio llegaba tarde, pero con el paso de los minutos se fue acomodando y mejoró, siendo un respaldo importante para la función de Emi Martínez y Felipe Carballo.
El fernandino (que recibió una tempranera amarilla) fue el que más entendió el juego, porque por lo menos se animaba a enganchar, sacarse un rival de arriba y no buscar un pelotazo largo a Gonzalo Bergessio, que fue bien contenido con los defensas, ya que siempre quedaban en superioridad numérica con el cordobés.
En el complemento Nacional mejoró. Pasó a un 4-4-2 y los ingresos de Gonzalo Castro e Ignacio Lores ayudaron a una mayor tenencia de la pelota. También ingresó Claudio Yacob (todos a los 65’) en lugar de un fundido Rafa García, que dejó todo en la cancha.
Así, Nacional encontró dos situaciones claras de gol, las únicas del encuentro. Primero por una corrida de Alfonso Trezza que empezó en su propio campo y que finalmente le atajó el arquero Jorge Pinos, y posteriormente con un tiro a distancia del Chory, que obligó a lucirse al guardameta.
En el complemento Independiente del Valle buscó atacar mucho más por el lado de Cougo y así generó algunas situaciones claras de gol. Pero a diferencia del primer tiempo, Nacional casi siempre estaba bien parado y no perdía pelotas tontas en la salida.
Antes de los cambios, en el minuto 57, el árbitro Raphael Claus había pitado penal por una supuesta mano de Renzo Orihuela, pero el VAR lo asesoró de manera correcta y dio marcha atrás en su decisión.
En dos de las últimas jugadas del partido, Independiente del Valle pudo quedarse con el triunfo, pero Shunke marró un claro cabezazo y Guerrero tiró afuera una jugada insólita cuando estaba solo.
Laborda jugó un muy buen partido como zaguero y Orihuela respondió con creces, siendo de los más destacados junto a Rochet, formando un triángulo final clave para sacar el resultado adelante y mostrando su jerarquía.
Nacional jugó un partido con muchísima actitud (terminaron exhaustos sus jugadores) y se trajo un valioso empate de la altura de Quito.