Redacción El País
"Bienvenido Pipa". Así anunció Estudiantes de la Plata a Lucas Alario, que tras dejar el Inter de Porto Alegre, parecía tenía gran parte del camino hecho para sumarse a Nacional.

El centrodelantero era uno de los nombres que Flavio Perchman, ni bien asumió como vicepresidente, había puesto sobre la mesa. De hecho hubo negociaciones, pero el pase no se concretó. Hasta la semana pasada su ficha pertenece en un 40% al Eintracht Frankfurt, equipo que está tercero en la Bundesliga, mientras que el otro 60% era del Inter, que la había comprado en el pasado enero.

En su momento, fuentes involucradas en la negociación dijeron a Ovación que la complicación principal a esta hora es la "penalidad" que los brasileños pretenden recibir por rescindir el contrato anticipadamente había firmado hasta diciembre de 2026).

"No es fácil la salida", confirmó días atrás a Ovación Pedro Aldave, su representante. "Estamos viendo", se limitó a decir. La principal traba fue la desvinculación.

Fin de la novela, porque el delantero de 32 años, ícono del River Plate argentino campeón de América en 2015, firmó con el Pincha tras una temporada discreta en el Inter de Sergio Rochet, donde jugó 36 partidos y apenas convirtió cinco goles.

Todo indica que el jugador puedo arreglarlo, ya que Estudiantes informó que el ex River llega en "condición de libre".