Por Redacción EL País
Corrían 71 minutos de partido entre Udinese y Roma por la Serie A de Italia cuando Evan Ndicka preocupó a todos. Se desplomó sobre el campo de juego y decidieron suspender el partido.

El defensor de Costa de Marfíl de 24 años colapsó y de dejó caer sobre el césped tomándose el pecho con sus manos lo que hizo alertar a todos los presentes.

Al principio pareció que podía ser una lesión normal de partido pero las alarmas se encendieron cuando el futbolista de la Roma se tomó el pecho con gestos de dolor.

Su entrenador, Daniele De Rossi, fue de los primeros en alertar al cuerpo médico que ingresó con un desfibrilador que al final no fue necesario.

Ndicka fue atendido en el consultorio del estadio y luego derivado a al hospital Santa Maria della Misericordia de Údine. De Rossi fue al vestuario a ver cómo estaba el futbolista y, aunque estaba controlado y nunca perdió la conciencia, se decidió dar por suspendido el partido tras una deliberación del árbitro junto con los capitanes.

El público aplaudió la decisión y los 10 minutos restantes del partido que iba empatado 1-1 deberán reprogramarse. Horas más tarde de la suspensión, la cuenta oficial en redes sociales de la Roma, llevó tranqulidad sobre el estado de salud de su futbolista.

"El equipo visitó a Ndicka en el hospital. Evan se siente mejor y de buen humor. Permanecerá en observación para realizar pruebas en el hospital", informó el Roma en su cuenta oficial de 'X'

"¡Fuerza, Evan!", añadió con un foto en la que se ve a Ndicka consciente, sonriente y haciendo fuerza con el brazo.