Evaristo González renunció a su cargo de Secretario General por discrepancias en el proceder de Ignacio Ruglio y de cara a las elecciones en Peñarol que lo tienen como candidato, habló de los errores de la actual administración y de su plan de gobierno.

En entrevista con Ovación, el líder de Espacio Siglo XXI detalló los puntos más importantes de su propuesta que tiene a Guillermo Varela como candidato a la vicepresencia de Peñarol y a varias corrientes que se sumaron a un proyecto que tiene al fútbol como principal objetivo a mejorar en el club carbonero.

— ¿Por qué decidiste ser candidato a la presidencia de Peñarol?
—Porque lo que he vivido en estos últimos tiempos ha sido bastante malo, muy malo. El club necesita tener un cambio. Aparte de los resultados que estamos teniendo a nivel internacional y local en lo deportivo, necesitamos cambiar. Por eso lo decidí. Por compromiso.

— ¿Qué cosas no te gustaron de esta gestión de la que también fuiste parte?
—Estuve como Secretario General y mi responsabilidad era más en la parte documentaria, en los contratos. Pero terminé renunciando porque no quería ser más parte de algo que se estaba manejando pésimamente. Honestamente no estoy de acuerdo con la forma en que se manejaron los estatutos y las mayorías, ni tampoco estoy de acuerdo con lo que se hizo en el fútbol con las contrataciones y la falta de reacción bajo el fracaso. Se fracasó, tenía que haber autocrítica y no la hubo. Entonces no puedo ser partícipe de eso.

— ¿Lo hablaste eso con el oficialismo del club?
—Sí, continuamente. Nosotros salimos a hablar de esto seriamente después que se rompen los estatutos y se comete una falta grave. Y luego en período de elecciones porque la gente votó eso. Había que respetar el voto del socio como corresponde, pero yo creo que no se aguanta más. Es un tema grave y no podemos repetir este continuismo que sí hizo el oficialismo dejando un sistema que en los deportivo fracasó completamente.

— ¿Qué sentías ahí?
—Sentía que se estaba haciendo todo mal. Hablabas, nadie te escuchaba. Sentía la frustración de querer hacer cosas adentro del club con propuestas para que se hicieran cambios y nada. Si las coas están funcionando mal, es obligatorio el cambio. Acá no hubo autocrítica y siguieron sosteniendo las cosas. Yo no puedo ser parte de eso.

Foto: Juan Manuel Ramos.

— ¿Qué relación tenés con los demás candidatos?
—Tengo buena relación, pero acá lo principal es que en estos tres años decidieron el presidente y el oficialismo todo lo que pasó. Ahora le toca decidir al socio a quién va a poner, si va a seguir con este tipo de oficialismo en el cual no escucha a los demás y mantiene los errores de esta manera, o apuesta realmente al cambio y al respeto a lo que es la mayoría dentro del Consejo Directivo. Cuando decida el socio, los demás tenemos que acatar y no hay nada más que hablar.

— ¿Cuáles son los pilares de tu propuesta?
—Hay siete puntos fuertes, pero el que domina es el fútbol. Lo que se vivió en estos tres años es de lo peor que se vivió en la historia de Peñarol. Vos no podés escribir una historia internacional con la peor presencia en la historia del fútbol uruguayo con Peñarol, cuando es el que escribió el mayor éxito del fútbol en Uruguay. Y cuando se escribe eso, uno no puede ser desmemoriado y esa responsabilidad está. Y el que vote eso, lo único que está haciendo es apoyando a ese tipo de gestión, la gestión del fracaso en la que no se tomaron las medidas serias para tomar el cambio. A vos te puede ir mal, lo que no puede pasarte es que no seas reactivo a cambiar cosas que te llevaron a estar mal. Y eso es lo que más nos preocupa, que bajo el error y bajo los malos resultados se mantuvieron con necedad. Eso tiene que ver pura y exclusivamente por andar eligiendo gerentes deportivos o técnicos solo con un beneficio electoral. Entonces, ¿estaba primero Peñarol ahí? ¿El objetivo era ganar o era ganar la presidencia? Nuestro objetivo es ganar en la cancha y es por eso que nos terminamos uniendo todos.

— ¿Además del fútbol a qué apunta tu gestión?
—A tratar de generar una unidad, de trabajar todos en conjunto, a los deportes anexos porque hemos tenido muy buen desarrollo, a la salud mental, que es un tema muy importante en el club. Tenemos a José Luis Bringa apoyándonos. Es el que ha manejado todos los deportes de capacidades diferentes que también son importantes y tenemos siete disciplinas ahí. Por supuesto que también apostamos a la infraestructura y al socio, porque lo que está pasando con lo de Paysandú, a mí que soy del interior, soy de Florida, me avergüenza. ¿Así que Peñarol termina peleando para no ir a Paysandú? ¿Qué pasa? Si Peñarol en Paysandú, en Rivera, en Artigas, en todos esos lados es mayoría. Eso no me representa. Ir a Paysandú me parece que es una muy buena oportunidad para ir al litoral. ¿Qué tanto beneficio deportivo necesitás? Sos Peñarol. Peñarol tiene que poder jugar y ganar como corresponde en cada cancha. Y cuando vas al interior, es una fiesta. Entonces, respetá a ese hincha, a ese socio, también estando en cercanía con él.

— ¿Y cómo se hace para unir la interna de Peñarol?
—Hoy Peñarol está peleado con la Conmebol, con la AUF, con los jueces, con la Mutual, nos peleamos con los contratistas y nos peleamos dentro del Consejo Directivo. No te queda nada. ¿Con todos te tenés que pelear? Vos no podés estar peleando con todo. No es ese el sistema. No es inteligente. Lo inteligente es saber pelear y defender a la institución en los lugares que corresponde. No se defiende la institución en los micrófonos, se defiende la acción en los lugares, en los lugares donde se determina todo como la Conmebol, en la AUF, con los jueces, con la Mutual, con los contratistas. No hay un jugador que no tenga un contratista. ¿Por qué te peleás y los exponés? ¿Para que después no te traigan los jugadores o te los quieran dar pero más caros? No veo la inteligencia. Me parece que es un gravísimo error estar continuamente peleado y que continuamente estés sancionado por la manera en la que te conducís y te expresás. ¿Me entendés lo que quiero decirte? No es la representación de Peñarol. Peñarol tiene que ir por otro camino, por el camino de la negociación, el puente y hacerse respetar en los lugares que tiene que hacerse respetar, defendiendo sus principios. Pero siempre estando. Somos el fútbol, somos más de un millón y medio de personas, socios, hinchas fervientes de Peñarol. ¿Cómo vas a salir del gobierno del fútbol y no participar más? En menos de dos años tenemos que terminar el nuevo contrato por la televisación, que es el mayor ingreso que tiene el fútbol en el Uruguay. ¿Lo dejás en manos de un tercero? No es ese el camino.

Foto: Estefania Leal.

— En tu programa aparece la figura de un director deportivo y también un secretario. ¿Ya tenés los nombres definidos?
—Sí, por supuesto que hemos trabajado en eso. Pero no vamos a utilizar a ningún nombre como campaña política. Me parece un gravísimo error. La gente está votando al presidente del Consejo Directivo, no está votando ni a un director técnico, ni a un jugador de fútbol, ni a un gerente deportivo, ni a un director deportivo. Eso es un gravísimo error. Es una campaña política. Es decirle a la gente “no me votes a mí, votá al que yo voy a traer”. Después te sale más caro, después no los podés evaluar y despedir en caso de que los resultados sean malos porque le debés las elecciones, porque ellos fueron los que te arrimaron los votos. En esa situación lo que se hace es elegir un gerente deportivo no por la idoneidad y por lo que esté bien, sino por lo que me rinda políticamente.

— ¿Pero hay un perfil?
—Nosotros tenemos un perfil de director deportivo y secretario deportivo elegido porque tenemos que volver a competir a nivel internacional de verdad. Tenemos que revertir esta imagen espantosa que tenemos en el ranking, porque es vergonzoso y va a ser la peor posición en la historia. Lugar 236. Adelante nuestro está Liverpool, Defensor Sporting, Nacional. No tenemos autocrítica. Damos informes económicos en lugar de dar un informe deportivo. Peñarol es grande por lo que tiene en la vitrina, por las copas. Y eso es lo que hay que hacer: salir a conquistar la cancha. Por eso el gerente deportivo no tiene que tener ninguna otra condición que venir a sacarte campeón. El secretario deportivo lo mismo. Ese es el objetivo. No apostamos al amiguismo, al traer alguien porque me conviene, porque me trae votos. Por lo único que nos conviene traerlos a ellos es porque nos traiga gloria. Ese es el objetivo que hay que tener siempre.

— ¿Cómo se hace para ser competitivo a nivel internacionalmente?
—Con un scouting profesional los 365 días y con el doble de formativas de lo que tenemos hoy para poder sacar y desarrollar valores. Hoy Peñarol no puede comprar a Darwin Núñez, a Valverde, a Pellistri. No tiene 200 millones de dólares para traerlos. Pero sabemos algo y está demostrado: los puede fabricar. Y es ahí donde tenemos que enfocar nuestro esfuerzo para construir un plantel competitivo, rápido y veloz.

— ¿Qué mensaje le das al socio que todavía no decidió a quién votar?
—Si el socio quiere salir de lo que está pasando por haber escrito la peor historia a nivel internacional, que se lleve el club como si fuera un kiosco, de que la información que sale de la institución no sea oficial, sino por periodistas que son amigos, si quiere salir de todas esas cosas que son realmente malas y que le hacen mal, somos la opción. Nosotros queremos hacer las cosas bien, con transparencia. Queremos conservar lo que dicen los estatutos del club. Respetar las mayorías es un tema principal. Tenemos que enfocarnos en el éxito y en la excelencia. Es eso lo que vamos a hacer. Y es lo que le decimos al socio. Nuestro compromiso es salir a ganar. Nosotros no le vamos a mostrar una cancha nueva, no le vamos a pintar una ciudad o lo que sea para que venga y me aplauda. Nosotros queremos que el único éxito que le sirve a cualquier socio de Peñarol o hincha está basado en que se gane en la cancha, que es lo que nos hizo ganar. Y ese tiene que ser el objetivo.