Sentía que iba a volver y está donde le gustaría permanecer por mucho tiempo, aunque sabe que esa decisión no depende de él. Fabián Coito inició su segundo periplo en las selecciones juveniles de Uruguay ganando el torneo COTIF de L’Alcudia y 14 de esos 22 futbolistas integran su lista para el Sudamericano Sub 20 para el que parece el entrenador ideal, porque clasificó al Mundial en todos los que dirigió.

“No es más que estadística, este es un nuevo torneo y eso servirá para algunas decisiones en cuanto a la experiencia adquirida, pero nada va a influir para el objetivo que es clasificar a un nuevo Mundial”, destacó el entrenador. Esa pericia de la que habla parece haberle dado el rol docente necesario para manejar la clase de grupos que le toca liderar aunque ni así pueda librarse de los momentos más duros, aún para un director técnico. Para referirse a sus dirigidos, Coito inconscientemente les dice “chiquilines”, pero bien sabe que no es tan así .

“Ya no son las mismas generaciones de 19 años de hace tiempo, ni hablar de las mías. Digo ‘chiquilines’ para nombrarlos, pero en su vida deportiva ya están en una etapa importante. Muchos de ellos ya son profesionales y otros están entrando a ese mundo, con todo lo que significa. Mi gran objetivo es que el día que se vayan de la selección, y ojalá estén mucho tiempo, sean mejores personas y futbolistas. Que el pasaje por la selección sea una experiencia de vida y les deje algo”, manifestó Coito, que bien sabe que el fútbol y la vida les traerá a esos chiquilines también algunos tragos amargos de los que tendrán que aprender y decisiones que incluso lo siguen afectando a él al día de hoy.

“El fútbol ha cambiado mucho desde que la televisión entró y lo ha transformado en algo muy deseado por el niño, por los jóvenes y esa popularidad ha llevado a que sea un fútbol profesional donde se mueve mucho dinero y ha arrimado intereses y distintas situaciones. En medio de todo eso, está el futbolista con 15, 17, 19 y más años también. Todo eso ha hecho cambiar la visión o el entorno del futbolista. Somos fruto de lo que vivimos y hoy los chiquilines también están un poco inmersos en medio de todo eso que es el fútbol profesional”, dijo.

Foto: AUF

A pesar de su basta experiencia, decirle a un futbolista, sobre todo a uno juvenil, que no seguirá siendo tenido en cuenta, lo sigue afectando, aunque el bagaje le ha enseñado a encararlo de la mejor manera. “Es un momento duro para los entrenadores también, muy duro, comunicarle a un futbolista joven, sabiendo cuáles son sus expectativas, su entorno, sus proyectos, que en esta ocasión no va a participar de este evento, es duro de comunicarlo. Desde el primer día hablamos de la capacidad de un jugador de selección de tolerar la frustración y enfrentarla, seguir adelante, revertir y demostrarse a sí mismos que son capaces de lograr esos objetivos. De repente hoy no están considerados pero, lógicamente, tienen un futuro bueno y eso también hay que transmitirles. No trata de ser un consuelo, si no de decirles que la vida misma es así, se nos van presentando situaciones frente a las cuales hay que tener la capacidad de revertirlas y salir adelante”.

Gracias a su pericia, Fabián Coito sabía que si la lista llegaba a Conmebol, los nombres podrían filtrarse y él quería que sus jugadores fueran los primeros en enterarse. Por eso, eligió dar la nómina tiempo antes de vencer el plazo, en medio de los dos amistosos ante Bolivia; en el momento justo.

“A veces la elección no habla de que uno sea mejor que otro, si no de que en estos momentos percibimos que para jugar del 23 de enero al 15 de febrero, son los que pueden llegar en el mejor momento”, aclaró el entrenador que además eligió ese momento para dar la convocatoria atendiendo a un factor psicológico. Uruguay igualó 2-2 con Bolivia el martes, el cuerpo técnico dio la lista y, el jueves, con solo un cambio en el equipo y ante el mismo rival, goleó 3-0.

Foto: AUF

“Por supuesto, yo creo que hay mucho de eso. Lo hablamos. Hay una carga emocional muy grande para un chiquilín de 18, 19 años. Son sus primeras experiencias, genera un estrés, yo también tuve esa edad y cada decisión que había en el club, en mi familia también repercutía, y el fútbol antes no tenía la caja de resonancia que tiene ahora. Ellos en cada entrenamiento van evaluando si se sienten afuera o no y está la inseguridad de no querer fallar o no arriesgar para no equivocarme”, dijo el entrenador que, tras el segundo partido, se fue mucho más conforme. “Se vio un equipo mucho más aplomado. Tenemos que seguir mejorando y el mejor momento lo vamos a encontrar en el torneo”.

“Nuestra gran tarea es formar un equipo que nos represente, pueda lograr los objetivos en juego y que consideremos futbolistas que imaginamos puedan tener un futuro de selección nacional”, explicó Coito que cuenta, entre sus 23, con varios futbolistas con una cualidad que los hace ideales. Algunos ya lo demostraron en Primera: el capitán Joaquín Lavega puede ir de delantero centro o hacer la banda, Lucas Agazzi puede ir de lateral, volante o extremo por derecha, Patricio Pacífico es zaguero, lateral o volante de marca. Y aún hay más.

“Un torneo que se juega en pocos días exige que más de un futbolista pueda cubrir más de una posición. Alfonso Montero también puede hacer la función de marcador lateral y Facundo González puede jugar en ambos. Los mediapuntas, Gonzalo Petit puede jugar detrás del 9 y puede ser un delantero centro; Agustín Albarracín y Bruno Calcagno pueden jugar en cualquiera de las dos bandas, Alejandro Severo lo mismo. La versatilidad es una característica muy importante para la conformación del plantel, en eso nos hemos basado”, valoró Coito que, en ese objetivo de apuntar a que sus dirigidos lleguen a la mayor, también apuesta por un 4-3-3, pero que bien puede aprovechar esa versatilidad que tanto destaca.

“Los tres volantes pueden pasar a una formación de dos volantes centrales y dos interiores, o dos volantes centrales y uno más adelantado y, lógicamente, vamos a entrenar con tres marcadores centrales porque hay situaciones donde es lo aconsejable para limitar al rival o si pone dos delanteros centro”, analizó Coito que hizo particular énfasis en un aspecto: “No perder nuestra característica, y no tocar todo y no afirmarte en nada. Si en un partido queremos cambiar, que no nos resulte algo extraño”.

El país organizador vive un momento político particular, la seguridad para los protagonistas se puso en tela de juicio y el director técnico de la selección uruguaya dio su parecer. "Los jugadores no me han consultado, pero seguramente en mayor o menor medida están al tanto de las informaciones que circulan. Yo hasta tanto no haya una decisión no quiero empezar a especular con lo que se dice; solamente como entrenador, y al estar al frente de un grupo de chiquilines, quiero concurrir a un lugar que de las máximas garantías porque por encima de todo está la seguridad", manifestó Coito.