ENTREVISTA
El entrenador uruguayo admitió que tuvo una crítica muy dura del periodismo hondureño, pero la gran satisfacción se la dieron los jugadores del combinado.
Volver a trabajar con jugadores juveniles ya no es una opción viable para Fabián Coito, ni siquiera aunque el llamado lo hicieran desde la AUF para las Selecciones. El entrenador uruguayo que encontró mucho de lo que pretendía para su carrera cuando pudo se hizo cargo del combinado mayor de Honduras ahora se prepara para seguir dirigiendo a jugadores adultos. Y los sondeos siempre están arriba de la mesa.
-¿Cómo viviste en Honduras?
-La verdad es que muy bien. Yo conocía a Honduras, porque hacía 25 años que había estado, y fundamentalmente ahora lo pase muy bien por el trabajo, por lo que significaba: la experiencia, la responsabilidad. Estuve prácticamente tres años trabajando por y para el fútbol, cosa que acá en Uruguay no lo hacía porque tenía otras actividades, por lo que quedé muy satisfecho en cuanto a la posibilidad de ese trabajo, a la experiencia y creo, esto es una cuestión muy personal, que después de este tiempo adquirí cosas que lógicamente había que vivirlas y las necesitaba como entrenador para seguir creciendo.
-¿Qué cosas adquiriste?
-Y… bueno, viste que en los adultos la caja de resonancia es mayor que en juveniles, por las respuestas. Un entrenador lo que sabe es lo que transfiere, porque lo que no transfiere lo podés saber para dar una clase, para escribir pero en definitiva me ayudó para prepararme para seleccionar, para en tres días preparar un partido, para ver cómo llegarle al futbolista, para en tiempo corto y récord conocer al futbolista, que es muy importante en ese relacionamiento.
"El último partido con Jamaica que fue el punto de inflexión y que hizo tomar la decisión a los dirigentes. No era lo que habíamos hablado pero yo los entiendo y sé que es el fútbol es así".
-¿Y le llegaste al jugador?
-El fútbol es afecto, es vínculo, es grupos humanos y creo que llegamos muy bien, porque una vez que terminó todo hubo un montón de mensajes de los jugadores haciendo hincapié en eso. Que eso es muy personal y cada uno escribía lo que sentía sobre como nosotros valoramos a la persona, cómo quisimos hacer crecer al profesional, cómo consideramos a la persona por delante del futbolista y no a costa de cualquier precio buscar el rendimiento, sino cuidando siempre su salud y su crecimiento. Después, seguramente en lo otro quizás nos faltó algo que hizo que, más allá de algunos imponderables que aparecieron en momentos de las Eliminatorias, no logramos los resultados que todos queríamos, sobre todo el último partido con Jamaica que fue el punto de inflexión y que hizo tomar la decisión a los dirigentes. No era lo que habíamos hablado pero yo los entiendo y sé que es el fútbol es así.
-¿Conseguiste lo que fuiste a buscar como entrenador de una Selección absoluta?
-Realmente me vine contento por la experiencia que tuve, por lo que viví, por el respeto y la adhesión que hubo de los futbolistas, porque eso me parece que es un parámetro importante para evaluar y considerar el trabajo de un entrenador. Eso sí, me hubiera gustado terminar la Eliminatoria, porque recién ahora en noviembre la Selección de Honduras cuenta con todos los futbolistas en forma y me hubiera gustado tener esa posibilidad. No se dio y me quedo con la duda de qué hubiera pasado.
"Me hubiera gustado terminar la Eliminatoria, porque recién ahora en noviembre la Selección de Honduras cuenta con todos los futbolistas en forma".
-¿Qué cosas lograste a nivel deportivo?
-Cosas importantes. Teníamos la Sub 23 y mayores y a nivel de Sub 23 fuimos medalla de oro en los Panamericanos, jugamos la final del Preolímpico, clasificamos a los Juegos Olímpicos, debutaron unos 15 futbolistas a nivel de Eliminatorias en Selección mayor, transferimos jugadores a Europa. La Selección mayor logró la medalla de bronce en el Final Four. Hicimos una Copa de Oro muy buena hasta que el COVID-19, incluido el cuerpo técnico y mi caso, con 7 jugadores afectados lo que nos desmembró prácticamente y quedamos afuera con México.
-¿Y en la Eliminatoria?
-En el momento más importante unos imponderables, fractura de un futbolista muy importante, lesión en la rodilla de otro delantero, no el mejor momento de otros futbolistas importantes en la Selección no nos permitieron estar con el mayor potencial. Y Honduras es una Selección que ha dejado atrás a futbolistas de mucha experiencia, que jugaron en la Premier, en Italia, en otros países de Europa y vino el recambio natural y eso lleva su tiempo. Al no contar con esos futbolistas que eran muy importantes para apuntalar a los más jóvenes se pagó un poquito el precio, además no obtuvimos dos resultados claves. Uno fue perder con Estados Unidos, que está dentro de lo posible, pero tuvimos 60 minutos en los que íbamos ganando, la gente se entusiasmó y después nos dieron vuelta el partido. Y, también, el partido con Jamaica que realmente nos superó. El deseo del plantel de revertir la situación nos jugó un poco en contra porque yo descuento la adhesión, lo que quiso el futbolista, el carácter o la intención que tuvo para sacar adelante el partido y eso nos jugó una pasada en contra y Jamaica nos ganó el partido con algunos jugadores que juegan en Premier y ahí se generó toda una sensación que explotó todo con el pedido de cambio de entrenador.
-¿Soportaste duras críticas? ¿Fue muy ácido el periodismo contigo?
-Fue duro, sinceramente. En dos momentos fundamentales fue muy duro.
-¿Cuáles?
-Uno en la pandemia. Yo me vengo para acá, pienso que podía aprovechar 20 o 30 días y luego volverme a Honduras, pero se cerraron las fronteras y por lo tanto no podía volver. El periodismo comenzó a decir ‘¿qué hace en su país, cobrando?’. La verdad es que quería volver, pero no podía y no estaba cobrando lo pactado porque el vínculo lo manteníamos con un sueldo muy bajo a los efectos de no romper la relación. Yo entendía la situación y estuve de acuerdo en esa decisión de la Fenafuth. Ahí debieron aclarar un poquito el tema, no se hizo y bueno después de la pandemia viene un huracán que desbasta una ciudad como San Pedro Sula, la capital económica del país, donde muchos jugadores y gente de la Selección perdieron casi todo y yo ayudé mucho a tres fundaciones, pero lo digo hoy porque ya terminó todo. Pero nunca quise difundir eso porque lo hacía de corazón. Y bueno esas cosas no se consideraron y fueron críticas muy duras. Después vino la crítica deportiva, que cuando tiene análisis bienvenida sea, porque podemos ponernos a conversar, pero cuando viene infundada por qué quieren hacer creer que hay algo contra un jugador y se observa que consideramos que no estaba en su mejor momento, fueron momentos muy difíciles. Cuando el periodismo tomó ese camino, la gente también y ahí se fue generando una sensación que en definitiva al jugador no le hizo nada bien y a la Selección tampoco.
"Me parece que puedo considerar que cometí un error que yo, intentando aprovechar la experiencia hecha acá en la Selección nacional uruguaya, hablé de ciertas cosas que pasaron en el fútbol de Honduras y que debíamos revertir"
-Al volver para atrás, ¿no hay arrepentimiento de la decisión tomada?
-No, de ninguna manera. Muy contento. Conocí gente maravillosa, trabajé con futbolistas de los cuales me queda un recuerdo enorme y ojalá Honduras logre el objetivo que es llegar al Mundial porque hay buenos futbolistas. Me parece que puedo considerar que cometí un error que yo, intentando aprovechar la experiencia hecha acá en la Selección nacional uruguaya, hablé de ciertas cosas que pasaron en el fútbol de Honduras y que debíamos revertir. Hablé de trabajo en juveniles, formación de entrenadores, mejoras de la Liga, de la infraestructura y yo creo que se tomó como una crítica y no como un aporte. Eso quizás es un error que cometí, pero nunca lo hice con mala intención. Yo podía haberme refugiado en mi trabajo, decir que estaba todo bien y sin embargo dije hay grandes posibilidades de tener jugadores, pero hay que trabajar, hay que formar entrenadores, trabajar en la base. Eso se tomó mal.
-¿Te surgieron propuestas?
-En el momento que yo estaba vinculado a Honduras me llamó gente a la que le dije que tenía un acuerdo y que de mi parte no se iba a romper. Eran propuestas que aparentemente tenían cosas buenas, de países interesantes. Pero hasta ahí llegaban, se quedaba en una conversación preliminar. Terminado el vínculo me ha llamado gente, pero en forma informal para saber un poco mi proyecto, mi idea y nada con ninguna propuesta cierta, firme.
-¿Hoy ya dejaste de ser entrenador de jugadores juveniles?
-No quiero volver a juveniles, es una etapa superada, me encantó y fui muy feliz, pero quiero intentar seguir a nivel de equipos mayores, clubes, selecciones, jugadores adultos. Quiero tener una nueva posibilidad.
-¿Ni ante un nuevo llamado de Uruguay?
-No, ciclo cumplido. Hay entrenadores a los cuales respeto y valoro. Quizá, si pudiera proyectar mi carrera, quiero seguir trabajando a nivel de adultos unos años más, seis o siete, e irme formando para volver y trabajar en la coordinación y volcar toda la experiencia en entrenadores jóvenes. Eso sería lo ideal si pudiera yo proyectar mi carrera como entrenador. Si yo pudiera escribirla, esa sería mi historia.
"En las Eliminatorias es tanto el riesgo que se juega que distorsiona el rendimiento del jugador".
-¿Te sorprendió que en Uruguay se insinuara que podía quedar fuera de la Selección el maestro Tabárez?
-Bueno, llama la atención por lo que ha sido Tabárez a nivel del fútbol uruguayo, porque trasciende a la Selección, pero está dentro de lo posible a nivel de fútbol, porque es cuestionar o por lo menos sentarse con el entrenador a analizar los momentos. Generalmente eso sucede en los momentos cuando los resultados no se dan y está dentro de lo posible y puede suceder, lo que pasa es que era algo que no sucedía nunca y tan raro que sorprende.
-¿Por qué el Mundial resulta ser menos exigente que las Eliminatorias?
-En las Eliminatorias es tanto el riesgo que se juega que distorsiona el rendimiento del jugador. Ese riesgo impacta mucho, por eso los jugadores de mucha edad mandan el mensaje de ‘tranquilos que yo ya pasé por esta situación y no hay que enloquecerse’. El Mundial, si bien está reservado para las mejores selecciones y por lo tanto los mejores futbolistas del mundo, son partidos donde pesa más la estrategia, el juego, la lógica, se juega en condiciones perfectas, no hay que cambiar de ciudad, se está descansado y pensando en el partido que se va a jugar. Lo relaciono en eso y en los torneos juveniles que yo estuve.